Capítulo 26

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Fey Le Brune

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Fey Le Brune

Cuando el mundo cayó en manos de los ambiciosos y deshonestos, los dioses del cielo crearon seres hechos de tierra húmeda que fueron nombrados Albas. Según la historia que los pardianos cuentan, los Albas fueron creados para generar paz entre las naciones del mundo y así evitar más conflictos entre los humanos que pudiesen destruir el planeta. A lo largo de los años los Albas siempre estuvieron presentes para proteger al humano de él mismo, pero, según la historia que el señor Xan siempre contaba, un día dejó de ser así.

Los Albas tenían permitido hacer cualquier cosa que pudiese beneficiar al mundo a excepción de mezclarse con aquellos que no eran de su raza. Me refiero a que estaba totalmente prohibido concebir un hijo con un humano, no solo porque se daría a luz a un semi dios, sino que al mezclar un humano con un Alba, el mortal siempre sería perjudicado con la muerte y el Alba con el castigo de los dioses. La leyenda dice que el corazón del Alba que perdió a su amada e hija fue consumido por sentimientos que ni siquiera los mismos dioses conocían.

Con la rebelión de aquel Alba hacia los dioses y los humanos que pensaban de la misma forma que ellos se creó una guerra que duró diez días en la que peleaban dos bandos: el primero conformado por algunos Albas que compartían la idea de amar a un humano sin importar el costo y el segundo de aquellos que se negaban a ello. Los dioses esperaron pacientemente por la reconciliación de las razas, pero al darse cuenta que la líder de los Albas comenzaba a pensar de forma diferente, decidieron intervenir. El cielo se tornó gris, las hojas verdes abandonaron los árboles dejando tan solo sus ramas afiladas, los animales corrieron a sus refugios y la tierra tembló de furia. Los dioses decidieron matar a todos sus Albas para que no hubiese más tentación y la balanza volviera a equilibrarse, sin embargo, su hija intervino en la decisión. Eliette convenció a sus creadores de cambiar el asesinato de los Albas por solo su exilio de las tierras humanas.

«Cuando los Albas entiendan su verdadera tarea en la tierra, ellos podrán salir a defender al mortal. Hasta entonces, permanecerán escondidos.»

Los dioses aislaron a los Albas en una isla que Eliette creó y bautizó como: Kermann. La isla se encontraba escondida detrás de las montañas y solo se podía llegar si la misma Eliette te guiaba. El señor Xan dijo que esa era una historia que su bisabuela solía contarle, dándonos a entender que tenía muchos años de antigüedad y que siempre se creyó que fue inventada con el propósito de que los niños de Pardas no se portaran mal o si no los dioses los aislarían con los Albas. No obstante, ahora que estoy en la isla, no me queda más que sentirme bendecida además de afortunada y curiosa.

Lluvia de cenizasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora