A Fey Le Brune siempre le han dicho que es afortunada por nacer con aquel don que le permite controlar el Ílino, una flor dorada con poderes inimaginables que es muy codiciada por la nación que alguna vez traicionó a la suya. Pardas y Arahnova han e...
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Linette Edevane
—La encontré, abuelo. Por fin he visto a la mujer que mencionas en tu libro secreto. Dijiste que era poderosa, pero yo solamente vi a una cobarde al borde del llanto. Es una lástima que ella y yo compartamos sangre. Voy a admitir que hubo una grieta más en mi corazón debido a eso. Sin embargo, me temo que quitar a Fey del camino será más fácil de lo que pensé.
«Tú serás la reina más poderosa de todas las naciones. Solo necesitamos que poseas el Ílino» dijo mi abuelo antes de morir.
Ya había leído las páginas de su libro una y otra vez para comprenderlas. También había consultado los libros de la biblioteca que hablaban sobre Pardas. Incluso leí el libro que Asher se había llevado a su habitación a escondidas. Con toda esa información en mi cabeza, lograba entender lo que mi abuelo quería hacer. Entendía su plan y solo necesitaba prepararme para ejecutarlo.
—Su majestad, ¿me llamó?
—¿Quién es el segundo al mando después de usted?
—El coronel Alastor, su majestad.
Le di la espalda a la enorme pintura de mi abuelo para observar al señor Andreus desde lo más alto de las escaleras del salón principal.
—¿Qué tan cierto es que usted se resistió a luchar en la batalla de ayer? —Andreus disimuló su nerviosismo—. El coronel Alastor y unos cuantos soldados más me dijeron que usted no disparó ni una flecha contra Asher. Usted lo encontró irrumpiendo en nuestra cocina luego de haber dejado inconsciente a una de las cocineras del castillo. Dígame qué tiene que decir en su defensa, señor Andreus.
Su boca tembló y titubeaba. Era obvio que no podía excusarse y él sabía que yo no pasaría por alto tal cosa.
—Usted me afirmó que era leal a la corona, pero creo que el cariño que siente por Asher es más fuerte que eso. Yo se lo mencioné y, por lo que veo, estaba en lo correcto.
—Su majestad, Asher no ha hecho nada malo para que yo tenga que...
—¿No ha hecho nada malo? —Caminé hacia Andreus despacio—. Le dio la espalda a su nación. Protegió al responsable de las muertes de los reyes. Está del lado de Pardas. Sin mencionar que ayer arrebató vidas de soldados que solo cumplían su deber. ¿En serio cree que Asher no ha hecho nada malo?
Andreus bajó la cabeza y sus palabras se quedaron estancadas en su garganta. No había nada que pudiera decir para defender a Asher y sus acciones. Entendía el sentimiento del señor Andreus por proteger a Asher, una pizca de mi corazón también intentaba justificar las acciones de quien fue mi prometido y escudero, pero no había excusas lógicas que pudieran protegerlo. Asher se había nombrado traidor de Arahnova en cuanto se dio la vuelta y huyó del castillo junto a aquel pardiano. Y ahora me demostraba que estaba luchando a su lado al infiltrarse con Fey y matar a muchos de mis soldados.
