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Liam.

Zayn se había vuelto loco. Es decir, comprendía lo que decía y, si lo pensaba bien, dado el talento que tenía en el campo, sabía que probablemente no tendría problemas para acabar jugando en la NFL de todas formas. Y decía mucho de él que no quisiera ceder a la presión y esconderse para perpetuar el estereotipo del jugador de fútbol americano masculino y, por supuesto, completamente heterosexual.

Era valiente y honesto consigo mismo, y eso probablemente hacía que lo quisiera aún más.

Pero estaba rechazando una oportunidad demasiado buena, incluso con la indeseada mediación de su padre.

-Tienes dudas. Sobre nosotros... -señaló apartando a un lado el envase de comida que sostenía entre las manos.

Sonó inseguro, algo que jamás podría haber asociado con él. Pero no podía estar más equivocado. Nos habíamos separado a duras penas para poder cenar y disfrutar de todo lo que había traído. Para ser una primera cita, mi primera cita de verdad en realidad, Zayn no podría haber elegido mejor.

Yo también me sentía en casa cuando estaba en el campo; solo que en mi caso yo había crecido en un verdadero hogar al que sabía que siempre podría regresar. El fútbol era importante para mí, pero no lo era todo como en su caso. Incluso a la hora de elegir carrera, Zayn había optado por especializarse en ciencias del deporte y nutrición deportiva. Su vida y sus sueños estaban ligados de forma íntima a aquel mundillo.

De cualquier modo, estar allí con el campo para nosotros solos y devorando un montón de comida deliciosa junto a él... Bueno, era simplemente perfecto. Incluso cuando Zayn se empeñara en ser un cabezota. Porque la verdad era que, en el momento en que había dicho que yo era parte de su sueño de futuro, algo dentro de mí había respirado aliviado y se había entusiasmado más de lo decentemente aceptable.

Zayn Malik estaba enamorado de mí. Me quería. Joder.

-No voy a salir corriendo. No tengo dudas, Zayn -repliqué, dedicándole una sonrisa suave.

-No tenemos que hacerlo oficial si no quieres...

Me reí y agité la cabeza de un lado a otro.

-Un poco tarde para eso. Ya lo saben todos. Y en el autobús, Chad me contó lo del bar. Dijo que JT recibió lo suyo por parte de mi novio. Y, sí, hizo especial hincapié en ese detalle. -Zayn fue a hablar, pero no le di margen para ello-. Y te recuerdo que salimos con todos nuestros compañeros de equipo y en la fraternidad. Dudo que haya alguien en el campus que no se haya enterado ya. Pero no me importa. Y, no, no quiero ocultarlo. Pero tampoco quiero perjudicarte. No quiero ser el culpable...

-No lo serás -se apresuró a decir, con tanta convicción que quise creerlo-. Es mi decisión, Liam. No habría cedido a las exigencias de Foster aunque no estuviésemos juntos.

No le pregunté si estaba seguro de eso, porque..., bueno, era el jodido Zayn Malik y estaba claro que no mentía ni titubeaba al respecto y tampoco se estaba engañando a sí mismo. Si había alguien capaz de cambiar las cosas, era él.

Y pensar que al principio había creído que era solo un estúpido arrogante con demasiados aires.

-Tiene que haber alguien ahí fuera dispuesto a creer de verdad en mí. Alguien que quiera hacer las cosas bien.

-Yo creo en ti -repliqué, y solo entonces pareció relajarse.

Y aunque Zayn no estuviera arriesgándolo todo por nosotros, o no creyera que eso fuera lo que hacía, yo quería ofrecérselo todo. Porque lo merecía. Incluso cuando, con sus circunstancias familiares, podría haber crecido y haberse convertido en un gilipollas que no viera más allá de sí mismo, incluso cuando esa fuera la imagen que a veces se empeñara en mostrarle al mundo, Zayn era mejor que eso.

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