54. Inicio

505 14 0
                                    

Narra Kiki

Mi cita con Vio fue especial, única, y sé que la recordaremos siempre. Sé que ella está acostumbrada a lugares refinados, al igual que yo, es la vida que nos han dado nuestros padres. Pero esta vez no pude llevarla a un lugar así porque estamos castigadas. Hice lo mejor que pude y le gustó, le gustó todo lo que organicé: las fresas, los chocolates, el vino, las vistas, que para mí eran ella, y es la mejor. Después de la cena y de conversar, volvimos a la cama a ver películas y vimos Cenicienta tras debatir qué ver.

Kiki: Sabes, tú eres mi princesa favorita. Debo hablar con Disney y exigirles que te hagan princesa como ellas, porque ellas podrán hablar con ratones, convertir a la bestia en príncipe, Mulan batallar con un ejército, pero tú, mi niña, tienes un poder enorme. Te quiero, amor. -abrazándola fuerte.

Vio: ¿Qué dices? -sonrojada.

Kiki: Lo que has oído.

Vio: Ahora que lo pienso, tal vez no hable con ratones, pero hablé algo con Sofía y ella cuenta, ¿no?

Me reí y ella siguió hablando.

Vio: No te rías, es la verdad. Yo también convertí a mi bestia en princesa... -riendo, para luego darme un beso.

Kiki: Sí, tú eres mi princesa. -dije en cuanto apartó sus labios de los míos.

Vio: Y tú la mía, mi niña. -abrazada a mí.- También batallaré con un ejército grande.

Kiki: Nuestros padres. -riendo.

Nos quedamos dormidas mientras veíamos otra película. Al despertar, la veo plácidamente y cómoda aún dormida. Me levanto con cuidado de la cama, arreglo todo y veo mi móvil, el cual está sin batería, y lo dejo cargando. Bajo a por un café y su zumo favorito de mi niña y me siento a ver todo el campus desde el balcón. Recuerdo que no le di el collar a Vio y lo dejo al lado de su zumo. Me pierdo en mis pensamientos, pensando cómo será el lunes mi nueva relación con Vio. Sé que nadie lo sabe, bueno, nadie más que mis amigos y creo que los de Vio. Saben que nuestros padres se odian; los demás piensan que nos llevamos mal por la rivalidad de las marcas, lo cual es mentira porque cada una se desenvuelve en su entorno. Mientras pienso cómo afrontar este lunes, ella despierta. Le doy los buenos días y le digo lo del zumo.

Vio: ¿Qué es esto? -agarrando la caja que está al lado del zumo.

Kiki: Es tuyo, muñeca. -acercándome a ella.

Vio: ¿Qué es? -ansiosa.

Kiki: Un collar, para la niña más linda que han visto mis ojos bipolares. -para después acercarme y darle un beso.

Vio: ¿Una luna?

Kiki: Una luna, y yo tendré el sol.

Vio: Te quiero. -abrazándome.

Kiki: Y yo a ti, mi niña.

Vio: ¿Me lo pones?

Kiki: Pensé que no lo pedirías. -poniéndole el collar.

Vio: Ven, acuéstate un rato más.

Kiki: Ya son las 11, venga, a desayunar.

Vio: Un besito. -haciendo pucheros.

Kiki: No me mires así que no resisto. -para luego besarla.

Bea: ¡Kiki, por qué no me respondes el móvil! -entrando.- Oh cielos...

Al oír a Bea, nos separamos de inmediato. Estaba roja de la vergüenza y de cólera porque mi amiga interrumpió mi nueva cosa favorita: sus besos. Vio también estaba roja y escondió su carita en mi cuello.

Del Odio Al Amor Donde viven las historias. Descúbrelo ahora