62. Campamento II

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Narra Kiki

Después de conversar con Vio sobre por qué nuestros padres se odian, nos quedamos dormidas como ya estamos acostumbradas, ella encima de mi pecho como un koala. Me traía paz, dormía como nunca antes lo había hecho, me transmitía seguridad y ganas de quedarnos así por más tiempo. Al despertar, salimos a desayunar y luego de excursión. La excursión fue genial para algunos, pero para Vio fue una pesadilla; se cansaba de caminar y tuve que cargarla. Al regresar a donde estaban las casetas, algunos empezaron a comer y otros a nadar en el lago, ya que hacía un calor infernal. Aunque ya era noviembre, el calor se sentía intensamente. Vio se puso un bikini blanco que madre mía...

Kiki: No creas que te dejaré salir así de la caseta. -riendo-

Vio: Cariño, se te cae la baba. -riendo-

Kiki: Quédate aquí conmigo. -abrazándola-

Vio: Vamos a bañarnos, anda. -sonriendo-

Kiki: Me río. -viéndola de pies a cabeza-. ¿Vas a salir así?

Vio: Si no te conociera, diría que me estás analizando.

Kiki: Fíjate si iré contigo, pero porque quiero ir a nadar.

Vio: Sí, claro, lo que digas, amor. -dejándome un beso corto-

Kiki: Quiero más.

Vio: Sales y te doy más. -saliendo de la caseta-

Kiki: ¡Amor! -riendo-

Salí de la caseta y todos los chavales miraron a mi chica, así que corrí hacia ella y la agarré de la cintura. Fuimos hasta donde estaban los demás del grupo.

Denna: Hermana, ese bikini te queda fenomenal. Iré a cambiarme. -levantándose-

Bea: Vio, flipo.

Kiki: Ey, ey, bájale. -mirándola-

Bea: Tranquila, sé que es tuya. Yo voy por la de allá. -señalando a Eugenia-

Rus: No cambian. -tirándose al lago-

Vio: Mírame. -hablándome-. Oliver, que me mires. -voz mandona-

Kiki: Dime. -mirándola-. Dime, Hódar.

Vio: Te amo. -poniendo sus brazos por mis hombros y jugando con mi pelo-

Kiki: Eres mala. -mirando atentamente sus labios-

Vio: Sé lo que quieres, sé lo que piensas, relaja la mirada, amor. -sonriendo-

Kiki: ¿Así? ¿Qué quiero?

Vio: Quieres que todos se enteren de que soy tu chica. Estás pensando en cómo hacer que todos lo sepan, ¿o no? -sonriendo-

Kiki: Estás en lo correcto. -para luego besarla lento y con seguridad; al separarnos, aún tenía los ojitos cerrados y me dio la oportunidad de darle un beso en su frente-

Vio: Me gusta. -abrazándome-

Kiki: Me gustas tú. -sentándome con los chicos-

Álvaro: El amor, el amor.

Álex: ¿Y cómo vas con Sandro?

Álvaro: ¿Crees que me ha hablado? Nada.

Vio: Ya caerá, todos caen. -mirándome-

Kiki: Sí, todas caen. -mirándola-

Vio: Ya vengo.

Kiki: Por la sombra.

Vio: ¿Vienes?

Kiki: En un rato, comeré algo y voy.

Vio: Está bien. -besando mi frente-

Vi cómo se sumergió en el lago con Bea y Rus. Al rato llegó Denna y estuvieron ahí mientras los demás comíamos.

Álex: ¿Y lo de ustedes, cómo va?

Kiki: Lo que ves.

Álvaro: Yo veo una pareja.

Álex: Por dos, veo una pareja, demasiado sólida.

Kiki: Aún no es mi novia oficialmente, pero ya pronto.

Álex: ¿Y sus padres? -abriendo una lata de refresco-

Kiki: Mientras estemos en el internado, no hay de qué preocuparse.

Álvaro: Tendremos vacaciones por fiestas, ¿sabes, no?

Kiki: Sí, son unos días, luego volvemos.

Álex: ¿Y cuando termine el internado?

Kiki: Tocará enfrentarlos, pero yo la quiero y mucho. -mirando a Vio-

Álex: Pues vamos a ver a nuestras chicas.

*

El resto de la tarde salimos a caminar. Perdimos a Pablo, pero luego volvió a donde estábamos todos. La noche fue igual: una historia de terror, malvaviscos, canciones y a dormir. Por la mañana siguiente fuimos a una colina y allí preparamos la comida que sería atún; sinceramente, más comíamos patatas y refrescos, ya comeríamos bien al volver. Allí, al atardecer de la montaña, Cristian le pidió a Alejandra ser su novia y ella dijo que sí; creo que fue la presión social, pero Vio me regañó por decirlo en voz alta. El otro día la pasamos en el lago riendo y volvimos a las 4. Llegamos al colegio, rendidos, solo para dormir.

Kiki: Bueno señorita, aquí está sana y salva en su habitación.

Vio: Quédate a dormir, que ya me he acostumbrado.

Kiki: Vale, dejo mis cosas y bajo.

Vio: Bajas, ¿eh?

Kiki: Sí, jefa, yo bajo.

Subí a mi habitación, Rus ya se había bañado y estaba tumbada en su cama.

Kiki: ¿Tanto tarde?

Rus: Sí, ya hace una hora que llegamos.

Kiki: ¿Y Bea?

Rus: Bañándose.

Kiki: Me bañaré. -entrando al otro baño-

*

Rus: ¿Ya te vas?

Kiki: Sí.

Bea: ¿Vuelves a dormir?

Rus: Claro que no.

Kiki: No. -riendo-

Bea: Suertuda.

Kiki: Deberías moverte, te quitan a Eugenia. -riendo-

Rus: Bueno, ve, mañana nos vemos en clase.

Bea: ¿Llamaste a tus padres?

Rus: Yo sí.

Kiki: No.

Rus: Llámalos, mi tía debe estar preocupada.

Kiki: Ya más tarde. -saliendo-

*

Al llegar a la habitación de Vio, la encontré en videollamada con sus padres, así que me quedé mirándola en el marco de la puerta. Denna me molestaba diciéndome que pasara, pero no, me quedé quieta.

Al terminar su llamada, llamó Omar, su amigo.

Videollamada con Omar:

Omar: ¡Guapas, mis amores!

Denna: Hola guapo, ¿qué tal todo en Granada?

Omar: Bien, todo bien. No sabes, el coche se me quedó plantado, le falló una bujía, dice el mecánico, y como fue difícil de comprar, será difícil encontrar la dichosa pieza. Así que compraré otro, aunque no recompre porque solo hicieron 100.

Vio: Omar, sé quién puede ayudarte con eso.

Denna: Verdad.

Vio: Amor, ven. -mirándome-

Omar: ¿Amor? ¿Qué me he perdido?

Del Odio Al Amor Donde viven las historias. Descúbrelo ahora