Narra Kiki
Estaba en mi lugar seguro, la tenía en mis piernas, dándome mimos, dejándome besos por el rostro, hasta que todo se desmoronó. Oí la voz de nuestros padres y me alejé de ella como si su presencia me quemara. Miré a mi papá y a mi abuelo, quienes me observaban pidiendo explicaciones. La mirada de su padre y la expresión en su rostro indicaban que se habían enfrentado antes de encontrarnos. Si le hubiera hecho caso y hubiera ido a la habitación, tal vez hubiera solucionado algo, o tal vez no. Simplemente pasó, y ahora estaba yo, frente a ellos, pidiendo explicaciones sobre la noticia, una noticia que no pude evitar que saliera, y todo mi mundo se vino abajo. Observé cómo papá me miraba y luego miraba al padre de Violeta. Fue complicado para mí decir algo o librarme de esa situación. Papá y el señor Juan Carlos empezaron a discutir, hasta a golpes; estaba claro que se odiaban. Solo los miré sin articular palabra, no sabía qué decir ni qué hacer. Quedé en blanco. Mi mundo estaba inestable, y ambos seguían en ese plan, empezando a decirse cosas. Oír a mi padre insultar a los Hódar me llenó de ira y dolor. No soportaba que estuviera diciendo eso de Vivi. No lo soportaba; sólo quería callarlo. Cuando me miró, dije lo único que pasó por mi mente para protegerla, evitar que su padre le dijera algo y para callar al mío. Solo pude decir eso, por valentía, por cobardía ya ni sé. Solo quería protegerla, y si es estando lejos de mí, mejor. Lo dije y mi corazón se destruyó, pero seguí firme. Actué como si no me importara y seguí, por el bien de ella.
Chiara: Papá, esas noticias son falsas. – suspirando. – No sé quién las difundió, pero no tienen nada de verdad. Nunca me enamoraría de un Hódar.
Josep: Las fotos están claras. – enojado.
Chiara: Papá, tienes que creerme. No hay nada entre ella y yo. – mirándome con desdén.
Josep: ¿Qué hacían juntas en el baile?
Chiara: Papá, fue un reto personal, a ver cuánto tardaba en enamorarse de mí. – riendo. – Pues menos de un mes y la llevé al baile, y creo que mi reto salió de las manos.
Josep: Ja, mi nieta, nunca desconfíe de ti. – abrazándola.
Al terminar de decir eso, quise girarme a verla, pero no pude. Solo seguí mirando con determinación a mi padre y oí a su padre culpándome de todo. Al menos la protegí.
Juan Carlos: Lo sabía, tú, tú eres una mala persona. – mirándome con rabia.
Kiki: Señor, yo no le he faltado el respeto a usted. – con voz firme.
Violeta: ¡Te odio! – furiosa, empujándome.
Kiki: Ja, fuiste fácil. – mirando a la nada, porque no tenía coraje para mirar sus bellos ojos marrones que me volvían loca.
Violeta: Te odio, te odio. – llorando y viéndome alejarme. Ir tras ella no era una opción, así que me quedé ahí, viendo cómo se iban a la dirección con la directora.
Ese silencio fue abrumador cuando la vi correr y decirme que me odiaba. Nunca había sentido un silencio así, y estando con mi abuelo, ese silencio se cortó por sus hábiles palabras. Pero debía mantenerme firme en lo que dije, en mi verdad. Dejarla ir era la única opción que me di. Dejarla ir...
Guillermo: Hija, no era necesario que hicieras ese reto personal. Sabes que cualquiera moriría por estar contigo. – sonriendo.
Kiki: Sí, claro. – arrogante.
Guillermo: Estas vacaciones irás a donde quieras, con quien quieras. Yo las invito. Puedes ir con Martin o Salma, morirían por verte.
Kiki: Sí, como digas.
Guillermo: No te has enamorado de ella, ¿verdad?
Kiki: No, I would never fall in love with a Hódar, they're fake (No, nunca me enamoraría de un Hódar, son falsos.)
Guillermo: That's my granddaughter. (Esa es mi nieta.) – orgulloso.
Luego de media hora, salieron. El padre de ella estalló en furia y mi padre, ni se diga. Papá salió de la dirección, callado. Me mandó a buscar mi equipaje para ir a Menorca, ya que empezaban las vacaciones por las fiestas. Mientras caminaba rumbo a la habitación, encontré a los chicos.
Álex: Se han ido. – mirándome confundido.
Kiki: Así es mejor, no la quiero ver. – agarrando mi equipaje y despidiéndome de ellos.
Rus: Hablamos luego tú y yo. – con determinación.
Después de las palabras de Rus, supe que se venía un interrogatorio. No sé qué les habrá dicho Violeta, no sé qué versión tengan, pero lo que sí sé es que seguiré con esto. Dejarla ir es la única opción para que no sufra, y estoy dispuesta a eso.
El camino a Menorca fue silencioso, solo oía la música que escuchaba y el rechinar de los hielos del trago que tomaba mi padre y el abuelo. Luego de las horas de viaje, llegué a casa. Saludé a todos y me fui a mi habitación. Mamá subió, pero le dije que estaba bien, que por ahora solo quería dormir.
Después de lo sucedido en la confrontación con Violeta, me encontraba en mi dormitorio, sintiéndome perdida y confundida. Las palabras de Violeta resonaban en mi mente: "¡Te odio!".
No entendía cómo habíamos llegado a ese punto. Lo que había comenzado como una historia de amor apasionada se había convertido en un caos. Las lágrimas llenaban mis ojos mientras repasaba todo lo que había pasado entre Violeta y yo.
Yo: (susurrando para mí misma) ¿Cómo llegamos a esto? ¿Hice bien? ¿Actué bien? Ya ni sé. Joder.
Recordaba todos los momentos hermosos que habíamos compartido, las caricias, los besos, las palabras de amor sincero que nos habíamos dicho. Me preguntaba si, tal vez, si hubiera luchado por ella, seguiría a mi lado. La imagen de su rostro lleno de dolor al alejarse de mí me atormentaba. Sabía que había herido a la persona que amaba, pero entendía por qué habíamos llegado a este punto.
Me sentía culpable y confundida. ¿Había actuado impulsivamente al empujar a Violeta y gritarle que no la amaba? ¿Había arruinado lo que teníamos para siempre?
Mi corazón estaba destrozado, pero al menos ella estará bien; su padre no la molestará y así será feliz. Era mi consuelo...
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.Aquí tenéis la versión de nuestra Kiki para que no la matéis 🫶🏻😔, ¿creéis que hizo bien las cosas?
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Del Odio Al Amor
Fanfiction¿Por que las personas nos traicionan, siempre será así?, por qué tu amigo decidió dejarte de hablar sin ninguna razón. El amor lo puede todo o solo son ideas clichés de libros, somos familias enemigas, por qué te miro así, por qué despiertas esto e...