121. En busca

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Narra Kiki

Al día siguiente de mi ida a Suiza, les comenté todo el plan a los chicos y estuvieron de acuerdo con que Vio y yo debíamos hablar con ellos, así sea a la fuerza. Así que los tres creamos los mensajes que les enviaríamos por los correos que Álex había creado. Ahora solo faltaba la otra parte del plan: buscar a Margaret. Difícil no fue, la encontramos; vive en Valladolid, por la plaza principal, en una casona. Así que con Martín viajamos hasta allá.

*

Valladolid, viernes 9 de marzo

Salimos del instituto y tomamos el jet de la familia de Martín. Llegamos luego de una hora y fuimos en busca de la señora que destruyó todo. En el camino, venía pensando en qué decirle o cómo hablarle. ¿Se acordará de mí padre? Eran las preguntas que rondaban en mi cabeza.

Llegamos a su casa y tocamos el timbre. Martín tenía la grabadora encendida por cualquier cosa. Tardaron en abrir la puerta, pero lo hicieron después de unos 10 minutos. Salió un chico de nuestra edad, diciendo que era hijo de Margaret.

*

Jonathan: ¿Sí? ¿Desean algo? –dijo amablemente mientras abría la puerta.

Kiki: Este... buscamos a la señora Margaret.

Jonathan: Mi mamá está en el club, ¿para qué la buscan?

Martín: Somos hijos de uno de sus antiguos amigos.

Jonathan: ¿Y?

Martín: Está mal de salud y venimos a dejarle un mensaje.

Jonathan: Bueno... la esperan, porque no está. –dijo, cerrando la puerta y salió corriendo.

*

Kiki: Bueno, al menos no nos echó.

Martín: Eso creo. –dijo mirando a todos lados.

Kiki: ¿Esperamos?

Martín: Sí, ¿qué nos queda? Esperar.

*

Estuve con Martín más o menos unos 20 minutos y llegó Margaret. Cuando la vi, la reconocí gracias a una foto que mi padre tiene de la universidad.

*

Margaret: ¿Disculpen? –dijo bajándose los lentes.

Martín: Buenas tardes, señora Margaret.

Margaret: ¿Nos conocemos?

Kiki: Buenas tardes.

Margaret: Te pareces a... Josep. –mirándome.– ¿Eres una Oliver?

Kiki: Sí. –dije mirándola fijamente.

Margaret: Jonathan me dijo que me buscaban, ¿en qué puedo ayudarles?

Martín: Es delicado.

Margaret: ¿Josep está enfermo?

Kiki: No.

Margaret: Entonces. –dijo frunciendo el ceño.

Kiki: Vengo aquí a saber la verdad. –dije seria.

Martín: Señora, es mejor que tome asiento.

Margaret: Pasen. –abriendo la puerta de su casa. Cuando estuvimos adentro, tocó la hora de la verdad, luego de que nos invitara un refresco.

*

Margaret: Díganme, ¿qué hacen aquí?

Kiki: Vengo aquí por la verdad.

Margaret: ¿Qué verdad?

Kiki: Vengo aquí para que me diga la verdad, que usted le robó la idea a mi padre acerca del whisky Herederos. Me robó la idea y hasta el boceto del logotipo.

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