Y así pasamos las dos semanas comunicándonos por el móvil de Jasmine, Martín o Salma.
*
El dilema persistía, pero entre lágrimas y confesiones, Chiara y Violeta decidieron enfrentar juntas las adversidades.
*
Narra Vio
Han pasado dos semanas y toca volver a casa. No quería, pero mi madre insistió, así que tuve que regresar a mi hogar.
Durante el camino, solo pensaba en Chiara, en cómo estará. No podemos hablar muy seguido, ya que Jasmine también tiene cosas que hacer y su padre aún no le ha comprado un teléfono. Me da rabia que su padre sea así con ella, ella que ha estado ahí con él. Mi suegro a veces es estúpido.
Al llegar a casa, encontré a mi madre y a Tana haciendo galletas, lo cual es raro, ya que a Tana no le gusta cocinar.
*
Vio: Hola, ya llegué. — Pasé de largo por donde estaban.
Tana: Vio, te hicimos galletas. —Dijo contenta.
Vio: No quiero.
Susana: Hija, ven, come algo. ¿Estás bien?
Vio: Sí, como para correr un maratón. —Dije de forma sarcástica y subí a mi habitación. A los minutos llegó mi madre con galletas y leche.
Susana: ¿Puedo pasar? —Dijo en la puerta.
Vio: Está bien, disculpa por lo que dije. Es que me siento mal.
Susana: ¿Chiara?
Vio: Sí. —Triste.
Susana: ¿Le echas de menos?
Vio: Como no tienes idea. —Dije aguantando las ganas de llorar.
Susana: Lo entiendo, Violeta. Debe ser difícil para ambas. ¿Quieres hablar al respecto?
Vio: Mamá, echo de menos a Chiara. Dos semanas sin verla han sido duras. No podemos hablar tanto como antes, y su padre no le ha comprado un móvil nuevo.
Susana: Lo siento, cariño. Trataré de hablar con tu padre, a ver si puedo hacerle entender lo importante que es para ustedes estar en contacto.
Vio: ¿Crees que funcionará?
Susana: Haré mi mejor esfuerzo, Violeta. Ambas merecen estar juntas. Ahora, come algo y descansa. Mañana veremos cómo abordar la situación con más calma.
Vio: Gracias, mamá. Necesito que las cosas vuelvan a la normalidad.
*
Narra Kiki
Estas dos semanas han sido duras. Pensé que alejándome de mi padre él se daría cuenta de que me está haciendo mal no estar con Violeta, pero no lo logro. Mi madre ha intentado hablar con él, pero él sigue firme. Jasmine sigue siendo una aliada en este dilema. Me presta su móvil para hablar con Violeta, ya que mi padre se opuso a comprarme uno nuevo. El abuelo ni que se diga.
Hoy es viernes y tengo entendido que Violeta vuelve a Granada. Así que volví a tener valor y le dije a mi madre que necesitaba verla. Dos semanas sin ella parecen una eternidad.
*
Fui a buscar a mi madre a la oficina de su empresa. Gracias a Dios estaba libre y no estaba en una reunión o algo por el estilo. Toqué la puerta y esperé a que me diera el pase.
Emma: Adelante.
Kiki: Mom, can we talk??
Emma: Hello, honey. I didn't expect to see you here. What's wrong? Have you eaten yet?
Kiki: Vine a hablar contigo. No tengo hambre.
Emma: Chiara, no has comido mucho desde hace tiempo. Debes comer.
Kiki: No tengo apetito, es todo.
Emma: Dime, ¿de qué quieres hablar?
Kiki: De...
Emma: ¿De Violeta?
Kiki: Sí.
Emma: ¿La amas? —Dijo mirándome.
Kiki: Sí, nunca sentí esto. ¿Me entiendes? Estar con ella es mágico, único. Con solo verla me pongo feliz. Es un sentimiento inexplicable. ¿Me entiendes? Podría decir que siento las famosas mariposas en el estómago. Ella es tan ella que me encanta. Ahora sé que el amor a primera vista sí existe porque me pasa y me pasa con ella. No me importa si tú y todos se oponen. Mi corazón la eligió a ella y será ella siempre.
Emma: Yo, cariño... no me opongo. Siempre me puse en contra de lo que decía Juan Carlos y tu padre. Nunca me gustó esa enemistad. Juan Carlos fue muy buen amigo, un gran hombre.
Kiki: Mom, fue un malentendido. Margaret los usó. Yo tengo un audio, bueno, Martin...
Emma: ¿Cómo?
Kiki: Fui a Valladolid y Margaret confesó que estaba enamorada de papá y no quería verlo feliz.
Emma: Oh, Dios, cariño. ¿Por qué no se lo enseñas a tu padre?
Kiki: Porque no me escucha. Solo dice que me aleje y tantas cosas, y yo no me alejaré.
Emma: Entiendo, Kiki. ¿Entonces qué sucederá con Violeta?
Kiki: Papá no cede, mamá. Intenté alejarme de él pensando que así se daría cuenta de lo que me está haciendo, pero no ha funcionado. Jasmine me presta su móvil para hablar con Violeta, ya que papá se niega a comprarme uno nuevo.
Emma: Lo siento, cariño. ¿Has intentado hablar directamente con tu papá acerca del móvil?
Kiki: Sí, pero está firme en su decisión. Hoy es viernes y sé que Violeta vuelve a Granada. Necesito verla, mamá.
Emma: Lo entiendo. ¿Cómo puedo ayudarte?
Kiki: ¿Me ayudarás?
Emma: Ya te dije. No apoyo la enemistad. Por esos ojitos sé que hablas de corazón y que te enamoraste. Entonces, ¿te ayudo?
Kiki: ¿Podrías hablar con papá? Explicarle lo importante que es para mí estar con Violeta. No sé qué más hacer.
Emma: Haré lo que pueda, Kiki. Vamos a encontrar una solución juntas, ¿sí? Pero primero come algo. Estás más delgada y a mi nuera no me gustaría verte así. —Dijo sonriendo.
Kiki: Ella está mal, mamá. No come, no quiere ver a su padre, se la pasa durmiendo. Violeta está mal.
Emma: Vamos a solucionarlo.
*
Después de la charla con mamá, salimos a comer algo, ya que tenía razón. No iba a solucionar nada enfermándome. Ella hablaría con papá después de la cena, esperando una respuesta positiva.
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Del Odio Al Amor
Fanfiction¿Por que las personas nos traicionan, siempre será así?, por qué tu amigo decidió dejarte de hablar sin ninguna razón. El amor lo puede todo o solo son ideas clichés de libros, somos familias enemigas, por qué te miro así, por qué despiertas esto e...