102. Plan

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Narra Jasmine

Después de la presentación del coche de Kiki, volvimos a casa. Aún no tenía sueño, así que me puse a ver videos en el móvil. Pasaron alrededor de dos horas cuando escuché un ruido. Al darme cuenta de que era Kiki, me quedé tranquila en la cama. Sin embargo, al cabo de unos minutos, la escuché llorar, como todas las noches, pero esta vez se oía más desesperada e impotente. Pasados unos minutos, escuché que bajaba, así que salí de mi habitación. Al entrar, vi una caja violeta. Por curiosidad, entré a verla y encontré fotos de ella con Violeta. A los segundos, Kiki llegó y se puso a la defensiva. Primero negó todo, como lo viene haciendo, pero la enfrenté con psicología inversa y terminó contándome todo. Verla así me partió el alma, nunca la había visto de esa manera.

FLASHBACK

Kiki: Jas, yo la amo... Jas, me enamoré de ella. No me importa su apellido, no me importa lo que diga papá. Yo me enamoré, me enamoré. No es solo un gusto, me enamoré. – lloraba en mis brazos.

Jas: ¿Y por qué le haces daño de esta manera? – dije soltándola.

Kiki: ¿Hacerle daño? ¿Qué dices? Yo la dejé libre, para que sea feliz, para que no tenga problemas con su padre, para que no pase por esto. Lo hice para protegerla. Jas, yo la protejo. – seguía llorando.

Fin del FLASHBACK

Nunca, ni con sus anteriores relaciones ni con nada, Kiki había caído tan bajo, sin paracaídas. Había hecho un plan improvisado que la había llevado a su propia perdición, donde su único consuelo era que Violeta estuviera bien, feliz y sin problemas, mientras ella se llevaba toda la hostia. Ambas estaban mal. Me ponía en el lugar de Violeta y, si a mí me dijeran eso, odiaría a esa persona y nunca la buscaría. Luego, pensaba en Kiki, en su necesidad de proteger y cuidar. Ambas tenían razones claras para no buscarse, pero las de Violeta tenían más peso. Chiara le había dicho un sinfín de barbaridades y no haría nada por luchar por ella por el respeto que le tiene a papá.

Ese día me quedé con Kiki hasta que se quedó dormida. Al día siguiente, le di vueltas al asunto y decidí buscar una manera de que ambas hablaran. Tal vez así Kiki tendría el valor de decirle la verdad, pero sola no podía, así que llamé a Salma.

Llamada con Salma

Salma: Hola, Jas.

Jas: Hola, Salma, ¿podemos vernos?

Salma: ¿Pasó algo?

Jas: Sí, pero nada malo. ¿Vienes a casa?

Salma: Quedé con tu hermana para ir al gimnasio.

Jas: Cancélale, esto es más urgente.

Salma: ¿Segura?

Jas: Sí, segura.

Salma: Vale, voy a tu casa en 20 minutos.

Jas: Mejor espera a que se vaya Kiki, ¿vale?

Salma: Está bien.

Fin de la llamada

Salma llegó como dijo y salimos a por un café. Al llegar a la cafetería, yo aún dudaba en cómo decírselo.

Salma: Jas, ¿qué pasó? – preocupada.

Jas: ¿Conociste a Violeta? – jugando con la cuchara.

Salma: Jas, yo no sé nada, si quieren información, conmigo no.

Jas: Salma, yo no soy como mi padre. Quiero saber si la conociste, quiero comunicarme con ella.

Salma: ¿Para qué?

Jas: Quiero hablar con ella, es que...

Salma: Chiara no dice la verdad. – dijo tomando su café.

Jas: Eso creo.

Salma: ¿Crees? Conozco a tu hermana y sé que miente. – sonriendo.

Jas: Pero, Salma, ¿por qué crees que Chiara está mintiendo? – fingiendo no saber.

Salma: Jas, he escuchado cosas, he visto su comportamiento. Yo ayudé a que le hiciera detalles a Violeta. Violeta Hódar no es como nos la pintan tu padre y tu abuelo, disculpa, pero cuando Chiara nos contaba, su cara era de emoción y orgullo. De la nada, ella viene y dice eso del reto, ni ella se lo cree. Hay más en su historia de lo que sabemos. – orgullosa de conocer a mi hermana.

Jas: Entiendo, conoces a mi hermana y yo igual, y quiero ayudarla. Sé que ella no la buscará.

Salma: Está bien, pero ten cuidado, Jas. No sabemos lo que puedes encontrar. Chiara es... complicada, y creo que Violeta también.

Jas: Lo sé, pero no puedo seguir ignorando esta parte de la vida. Tengo un plan, pero necesito la ayuda de todos. ¿Tienes el número de Violeta?

Salma: Bueno, Jas, estoy dispuesta a ayudarte en lo que necesites, pero necesito saber más detalles de tu plan. ¿Qué tienes en mente?

Jas: Gracias, Salma. Mi plan es tratar de contactar a Violeta y hablar con ella directamente, pero no sé cómo. Si sabes quién tiene su número, sería un buen comienzo.

Salma: Entiendo, Jas. Tengo a alguien en mente que podría tener el número de Violeta. Ruslana estudia con ellas, le preguntaré si nos puede pasar su número, tal vez hasta nos ayude. Ella vivió más de cerca la relación entre ellas.

Jas: ¡Eso sería genial! Gracias, Salma. Además, quiero investigar más sobre esta situación, recopilar información y entender lo que realmente sucedió entre Chiara y Violeta.

Salma: Estoy a bordo, Jas. Pero recuerda, mantente segura mientras investigamos. Chiara y Violeta son dos enigmas, y no sabemos qué podemos descubrir. Llamaré a Martin, nos va a ayudar, ya verás.

Luego de 20 minutos llegó Martin y llamó a Rus.

Llamada a Rus

Martin: Hola, Rus, ¿cómo estás?

Rus: Saliendo de clases de teatro, ¿por?

Martin: Queremos hablar.

Rus: ¿Queremos? ¿Chiara?

Jas: No, pero comparto sangre con ella.

Salma: Hola.

Rus: Chicos, hola. – emocionada. ¿Qué pasó? ¿Es por Kiki?

Martin: Sí y no.

Rus: ¿Cómo?

Jas: Ve a un lugar donde no te pueda escuchar Violeta.

Rus: Está en clases de sociales.

Jas: Vale.

Rus: Ya, hablen. – ansiosa.

Martin: Primero que todo, cuéntanos más sobre la relación de Chiara y Violeta.

Jas: Quiero saber todo.

Rus: Jas... disculpa, pero yo no comparto la idea de tu familia.

Jas: Yo tampoco.

Rus: Si es asi, sí te cuento. Primero, fue algo como que se odiaban, o sea, se molestaban por todo. Pero luego sentimos que Chiara tenía sentimientos hacia Violeta, pero no de esos de molestarla, sino otros. Luego vimos celos por Violeta y fue una risa todos esos días, hasta que salieron juntas, una cita no cita, y pasaron muchas cosas. Chiara se abrió después de un día de lluvia y empezaron a salir.

Salma: Yo ayudé para la cita oficial.

Rus nos contó más sobre la relación entre ellas y empezamos a trazar un plan. Un plan que tenía un 50% de salir bien o de alejarlas aún más...

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