98. Abismo

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Narra Kiki

Después de la presentación del coche, de hablar de lo nuevo que proponía y sus inigualables características, empezaron las preguntas. Primero eran preguntas sobre el coche, sobre su nombre; expliqué todo con naturalidad. Luego llegaron preguntas que me parecieron adecuadas, y las fui respondiendo una por una, hasta que llegó esa pregunta. Ya  habían tardado, resoplé y miré a todos lados, conecté miradas con Álex; no podía evitarlo, tendría que hablar con él luego. Cuando salí de mi trance.

Periodista 1: Señorita Chiara, como sabe se circuló una foto, videos y noticias acerca de que usted mantenía una relación con la señorita Violeta Hódar, ¿qué tan cierto fue?

Siento que papá me toca el hombro y me dice, "Demuestra que dices la verdad, tú puedes, desmiente eso." Solo le di una leve sonrisa y seguí.

Kiki: Pues... -resoplando- Es completamente falso, yo no mantuve, ni mantengo una relación con dicha joven.

Periodista 2: Las fotos están claras.

Kiki: Hoy en día la tecnología es sorprendente, las inteligencias artificiales crean fotos de la nada, y yo te puedo asegurar que no soy yo la de la foto.

Periodista 1: ¿Qué tan cierto es que su padre y el padre de Violeta Hódar son enemigos?

Kiki: ¿Enemigos? Palabras mayores. Solo que no son amigos y, por su trabajo, hay competencia. -firme en mi respuesta.

Periodista 2: ¿Y por qué se retiró del instituto de Suiza?

Kiki: Por la noticia que se dispersó, era mejor alejarse y evitar darle más cotilleo a la prensa amarillista. Otra pregunta, del coche, no de mi vida. -irritada.

Periodista 4: ¿Qué de nuevo trae este coche que no tenga Poseidón?

Kiki: Gracias, Poseidón es un clásico deportivo, y este es un deportivo con toque clásico convertible. El motor es una generación más que Poseidón por el año y la tecnología que tiene el V1C, que te hará estar en un lugar seguro.

Josep: Eso es todo, pasen a la exhibición del 1C, como le llamo yo, y luego a degustar algo en la zona de comida. -bajando del escenario.

Después de esa ronda de preguntas, bajé detrás de papá y me reuní con Salma. Ella y Martin estaban anonadados con la eficacia en responder que tuve.

Salma: Qué bien actúas. -riendo.

Kiki: ¿Actuar? ¿Qué dices? -arreglándome el saco.

Salma: A mí no me mientes, así que V de Quinta generación.

Martin: Ya, Salma, si ella dice que es así, así es. -dijo riendo.

Salma: Yo te ayudé, y eso no fue armado. -me dijo al oído y se fue con Martin.

Salma me conoce muy bien y sé que Rus igual, por eso evité hablar con ella. Esta noche prometía, estaban todos los amigos de papá con sus hijos, los de mamá igual. Ahora tocaba ver el coche en físico, ya no en video ni en foto, sino en físico; algunos lo probarían y así.

Antes de entrar con todos, Álex me interceptó; difícil esquivarlo, así que decidí conversar con él.

Álex: Hola, Kiki. -sonriente.

Kiki: -Resoplando- Hola, Álex. Mira, ella es Salma. -señalando a Salma. - Y él es Martin. -señalando a Martin. - Mis mejores amigos de Menorca.

Álex: Hola, un gusto conocerlos. ¿Podemos hablar? -mirándome.

Kiki: ¿Y qué estamos haciendo? -riendo nerviosa.

Álex: Bueno, ya sabes.

Kiki: Vale, pues, vengo chicos. -cambiando con Álex. - ¿Quieres algo de beber? ¿Agua? ¿Vino?

Álex: No, nada. -serio.

Kiki: Entonces, al grano, ¿qué pasó?

Álex: ¿Cómo estás?

Kiki: ¿No me ves? Estoy bien, mejor que nunca diría yo. ¿Y tú, los chicos?

Álex: ¿Segura?

Kiki: Segura. -mintiendo.

Álex: Todos bien. ¿Y por qué no volviste al instituto, sin mentir, eh? Lo que dijiste no te creo.

Kiki: Pues papá decidió retirarme luego de la noticia, era lo más lógico, ¿no crees?

Álex: Tienes razón y no te opusiste, por lo que veo.

Kiki: Echaba de menos Menorca, es mi hogar, mis amigos de aquí, mi familia. Así que no, yo nunca quise ir al internado. -dije firme.

Álex: ¿Y Violeta? ¿Fue verdad todo lo que le dijiste, que la odiabas y que fue fácil?

Kiki: ¡Martin! -llamando. Mira, quédate con él, papá me llama, debo saludar seguro a uno de sus amigos. -evitando responderle a Álex.

Martin: Vale, hola.

Álex: Chiara, tenemos que hablar.

Kiki: Luego, por aquí estaré, disfruta y si quieres un V1C me avisas. -riendo para luego marcharme de ahí. El resto de la noche evité a Álex; luego lo perdí de vista, así que imagino que volvió a Suiza.

Luego del evento, nos escapamos con Salma y Martin a beber algo en un bar cercano.

Salma: Deberíamos ir a una de nuestras casas.

Kiki: Mejor así, no quiero ver a mis padres. -dije sin más para luego tomar un trago.

Martin: Tu amigo me preguntó si nos habías contado algo de Violeta.

Kiki: ¡Ja!

Salma: ¿Qué pasó en realidad con ella, Chiara?

Martin: Sí, porque él se veía preocupado.

Kiki: Pues, la noticia salió en los periódicos y tocó decir la verdad. No podía seguir en ese juego.

Salma: ¿Cuál verdad?

Martin: ¿Tu verdad o la verdad?

Kiki: La verdad, que nunca me enamoraría de un Hódar y que fue fácil enamorarla. Y bueno, ya saben.

Martin: ¡Hostias!

Salma: Sí, te pasaste, ¿eh? -quitándome la botella de trago.

Kiki: Pero si dije la verdad. -sonriendo.

Salma: ¿Y las flores, el picnic, lo que nos contabas, ¿que actuaste para nosotros?

Kiki: Parte del show. -dije nerviosa.

Martin: Bueno, si tú lo dices. -sin creerme. Ellos me conocen y, si seguían así, iba a caer. Seguimos tomando y conversando de cosas triviales de la vida, pero en mi cabeza estaba ella, ¿qué habrá mandado a decir con Álex?

Cuando llegué a casa, ya estaban mis padres durmiendo y mis hermanos igual. Subí a mi habitación y caí al abismo.

Un abismo que desde la tarde me perseguía y caí, sin más.

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