Narra Vio
Chiara se paseó por la sala, evitando mi mirada. Parecía incómoda y perdida en sus pensamientos. Finalmente, rompió el silencio.
Kiki: No puedes entender, Violeta. Tú no sabes lo que he pasado, lo que he sentido. Y si fuiste un reto... —sin mirarme.
Vio: ¡Entonces explícamelo! Por favor, Chiara, no podemos seguir así —grité.
Chiara finalmente se sentó en un sofá y suspiró profundamente.
Vio: Mírame.
Kiki: Cuando pare la lluvia, te vas. No te quiero ver —mirando al piso.
Vio: ¿Así de fácil? —parada en el marco de la puerta.
Kiki: ¿Qué quieres, que te llame un taxi? —aún mirando al piso.
Vio: Eres estúpida —tirando la toalla al sofá.
Kiki: ¿Con quién has venido? Diles que te vengan a ver —mirando a un lado.
Vio: Vine sola, en busca de ti —mirándola.
Kiki: Qué estupidez —levantándose del sofá.
Vio: ¿Estupidez? —alzando una ceja.
Kiki: Sí, ¿qué haces aquí?
Vio: Estoy aquí porque no puedo seguir viviendo en este silencio y esta distancia. Chiara, te amo, y no puedo soportar esta separación entre nosotras —con voz triste.
Kiki: Hódar, no sabes lo que hablas, no sabes de mi vida, no sabes nada de mí. Para la lluvia y vete —volviendo a sentarse.
Vio: ¡Yo vine por explicaciones! —gritando.
Kiki: ¿Explicaciones de qué? —alterada.
Vio: Explicaciones, quiero la verdad, quiero que me digas la puta verdad, Oliver —gritando.
Kiki: ¿Quieres que lo vuelva a decir? —levantando la mirada.
Vio: Sí, dímelo —desafiante.
Kiki: ¿No te bastó que lo dijera delante de tu padre? —riéndose— ¿o en cadena nacional?
Vio: ¡DÍMELO EN LA CARA, TEN VALOR! —retándola.
Kiki: ¿Qué diga fue en cadena internacional? —sonriendo.
Vio: Mírame y dímelo —nerviosa.
Kiki: Vale, me harté, vete de mi casa, Hódar —molesta.
Vio: Mírame a la cara y dime que solo me usaste, dímelo —le dije con todo el coraje y valor que reuní. Vi cómo levantó la mirada y suspiró. Mi corazón latía con fuerza; me había mirado, pero no a los ojos.
Kiki: Eres patética —dijo con desprecio. Sentí que sus palabras eran un puñal en mi pecho.
Vio: No me iré hasta que me digas la verdad, Chiara. No puedo seguir viviendo en la mentira.
Vi que su mirada se endurecía aún más, y en un tono cortante, exclamó:
Kiki: La verdad, ¿eh? Está bien, Hódar, te la diré. Pero prepárate para escuchar lo que no quieres oír, o lo que ya dije y no quieres aceptar.
Mi nerviosismo se intensificó, pero asentí con determinación.
Vio: Estoy lista, Chiara. Dime la verdad, por favor —dije mirándola con el corazón a mil.
Vi cómo se levantaba del sofá y respiraba hondo. Finalmente, con un tono más calmado, habló.
Kiki: Vale, te diré la verdad para que así regreses a tu vida y me dejes.
Vio: Te escucho —firme.
Kiki: No te amo, y nunca lo haré, así que ya lo sabes. Deberías irte, Hódar. Esto no lleva a ninguna parte; solo fuiste una más. Fue rico, no lo niego, pero ya solo eso. Cuando pare de llover, te vas —dijo sin mirarme a los ojos, con un tono de voz calmado.
Vio: Ahora dímelo a la cara —dije mirándola, ya que estaba de pie pero dándome la espalda.
Kiki: No tengo por qué mirarte a los ojos para que lo entiendas, Violeta. Ya te lo he dicho claramente. No hay nada más que decir. Deberías irte y seguir adelante con tu vida —para luego resoplar.
Vio: Necesito escucharlo de ti, mirándome directamente, sin rodeos. Aunque duela, al menos así sabré que dices la verdad, Chiara.
La habitación estaba cargada de emociones intensas. Por un lado, Chiara evitaba mirarme; por otro, estaba en su casa, podrían llegar sus padres y encontrarnos, o sus hermanos, y estaba lloviendo.
Kiki: No te diré nada, quiero que te vayas —gritando.
Vio: Cobarde —dije atacándola.
Kiki: ¿Cobarde, yo? Yo no fui la que salió corriendo cuando supo la verdad. Yo no fui quien huyó —dijo con un tono de burla, aún sin mirarme—. No tienes derecho a juzgarme. Ahora llama un taxi y vete, por favor —gritando.
Vio: Con voz temblorosa. — Chiara, entiendo que no me ames, pero merezco que me lo digas a la cara.
Kiki: Suspirando. — Está bien, Violeta —finalmente se giró para enfrentarme—. No te amo, y nunca lo haré. Estoy segura de lo que siento —pero esquivando mis ojos.
Vio: ¡Mírame a la cara, joder! —gritando—. ¡Cobarde!
Kiki: ¡Que te vayas! —gritando.
Vio: Quiero que vuelvas a decir todo lo que has dicho, me valen las excusas. Quiero que vuelvas a decir lo que dijiste delante de nuestros padres y en la cadena nacional.
Kiki: ¿Que te usé? —dijo levantando la mirada, pero aún seguía sin verme.
Vio: ¡A LOS OJOS, CHIARA! —gritando.
Kiki: ... Joder —gritando.
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Del Odio Al Amor
Fanfiction¿Por que las personas nos traicionan, siempre será así?, por qué tu amigo decidió dejarte de hablar sin ninguna razón. El amor lo puede todo o solo son ideas clichés de libros, somos familias enemigas, por qué te miro así, por qué despiertas esto e...