72. Del amor al odio

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Narra Violeta

Violeta: Dormiré, porque me vuelven loca.

Denna: No, no, no. La cita es a las 17, ¿no? Son las 15.

Violeta: ¿Y?

Denna: ¿Y? – cruzada de brazos. – Tardas mucho en arreglarte.

Violeta: Está bien. – entrando a bañarme.

Denna: Perfecto.

Violeta: Pero dime algo. – regresando a donde Denna.

Denna: Vete a bañarte.

Violeta: ¿Sabes algo?

Denna: No, nada. – agarrando su móvil.

Entré a bañarme y tarde. A la hora salí y Denna estaba enfadada.

Denna: Una hora, una hora, Violeta.

Violeta: No, fueron 40 minutos. – riendo.

Denna: Anda, ponte el vestido para maquillarte.

Violeta: Voy. – entrando al vestidor. Luego de 15 minutos, salí.

Denna: Preciosa. – riendo.

Luego de que Denna me ayudara, llegó Kiki, justo a tiempo cuando terminé de maquillarme. No sé para qué tanto.

Kiki: ¿Ya estás? – tocando la puerta.

Denna: Espera. – gritando. – Solo disfruta, ¿sí? No hagas preguntas. – abriendo la puerta.

Kiki: Vaya, qué guapa. – mirándome de pies a cabeza.

Violeta: Lo mismo digo. – mirándola.

Denna: Vaya pivones. – riendo. – ¿Las chicas?

Kiki: En el dormitorio.

Denna: Iré con ellas. Suerte. – saliendo del dormitorio.

Violeta: ¿Me dirás qué sucede?

Kiki: Te ves preciosa, bella, babeo, sí que sí.

Violeta: ¿En serio? – sonrojada.

Kiki: Sí, Te amo. – besando mi mano.

Violeta: Ey. – mirándola.

Kiki: Paciencia. – riendo. – ¿Me permites este baile, vivi?

Violeta: ¿Baile? – mirándola.

Kiki: Sí. – poniendo música. – ¿Bailamos?

Violeta: Sí. – riendo. – Pero me dirás qué pasa.

Kiki: No comas ansias. – riendo. – Violeta, las cosas tienes que tomártelas con calma para que salgan bien.

Violeta: ¿Qué dices? – riendo.

Kiki: Bailemos. – poniendo cada vez más música.

Violeta: Qué linda canción, no la había escuchado. – bailando con Kiki, lento.

Kiki: Eso es porque nadie la había escuchado. Yo la hice pensando en ti porque tenía que ser la persona y el lugar correctos. – bailando.

Violeta: Te amo. – sonriendo.

Kiki: Pase lo que pase, ¿sí?

Violeta: Sí. – posicionando mi cara contra su pecho. – Kiki.

Kiki: Dime, amor.

Violeta: ¿A pesar de todo?

Kiki: Siempre, siempre. – abrazándome.

Terminada la canción, seguimos un rato más abrazadas.

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