80. Reina

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Narra Vio

Ayer, con Kiki, fuimos a celebrar nuestro mes, ya que hoy es el baile. Casi todo está listo, pero espero que cuando pase, sea perfecto. Hoy, sábado, tenemos que hacer muchas cosas, empezando por las maletas, ya que el lunes nos vamos. Mientras hacíamos las maletas con Denna, nos quedamos dormidas. Kiki no se quiso quedar conmigo; tiene que hacer su maleta y esas cosas también.

Antes de irse, me dejó una cajita con mi regalo de cumple mes. Esperé a que se fuera y abrí la caja. Era una cadena y unos pendientes en forma de aros plateados, hermosos, un complemento perfecto para mi vestido de hoy.

Como les dije, me quedé dormida y Kiki llegó a despertarme.

Kiki: Vamos, despierta. - Se escuchaba a lo lejos. - Vamos, amor, para almorzar.

Vio: Mmmmm. - Aún con los ojos cerrados. - Llévame. - Aferrándose a su cuello. - Te amo.

Kiki: Vamos, venga, vamos a que comas. - Llevándome.

Bajamos a almorzar todos. Mientras comíamos, vimos llegar a los periodistas, que armaban sus cámaras, pero no les dimos importancia. Grave error...

Al llegar la noche, Kiki llegó por mí y, dios, babeo. ¿Semejante mujer está conmigo? Tocarla es realidad. Después de esperarme unos 30 minutos, bajamos al baile. Ella me dio una rosa blanca que quedaba perfecta con el vestido; vamos a juego, perfecto. Esta mujer me enamora cada día más, sí que sí.

Como soy la encargada, no hicimos fila y entramos. Nos hicimos las fotos en la entrada, las que todas las parejas se hacen: una abrazadas, de la mano, Kiki agarrando mi pierna y una dándole un beso en la mejilla. Entramos al gimnasio, donde todo estaba perfectamente organizado como lo planeé con las chicas. Todos estaban disfrutando, haciéndose fotos o haciendo bromas. Los periodistas estaban en la mesa de dulces mientras miraban todo y fotografiaban.

Después de las palabras de la directora, hablamos las del comité y empezó la votación para los reyes o reinas del baile. Todos estaban bailando y disfrutando, hasta que se me perdió Kiki por un momento y empezó a sonar una balada preciosa.

Kiki: Te la dedico. ¿Me permites? - Extendiendo la mano.

Vio: Te amo. - Agarrando su mano.

Juntas, nos dirigimos a la pista de baile, donde todos los estudiantes se movían al ritmo de una balada lenta. Nosotras comenzamos a bailar con gracia y ternura, sintiéndonos como si estuviéramos en nuestro propio mundo. Ver los ojitos de Chiara brillar era mi perdición y ella lo sabe. Estar con ella ahí era una maravilla, sentir su respiración, sus abrazos; estaba feliz, era feliz en ese momento.

Kiki: Suavemente. - Eres lo mejor que me ha pasado. No puedo imaginar esta noche sin ti. - Aún bailando lento.

Vio: Tampoco puedo imaginar mi vida sin ti. Eres amor, mi apoyo y mi alegría. - Mirándola a los ojos.

La música llenó el aire mientras nos movíamos con gracia por la pista de baile, con sus ojitos fijos en los míos. Cada paso estaba lleno de significado, una celebración de nuestro amor.

Kiki: Sabes, eres la más guapa de esta noche. Mi novia es la más hermosa de esta noche; así suena mejor. - Aún bailando. - Ahí viene nuestra canción.

Vio: Tú no te quedas atrás, ¿eh? Soy la envidia de muchas y muchos. - Sonriendo mientras empezó a sonar la canción. - Pero mis ojos solo están puestos en ti. - Posando ambas manos en mi cintura. - Y te mostraré.

Kiki se acercó a mí, y sus labios chocaron con los míos mientras seguíamos bailando. Sellamos nuestra pequeña separación con un beso cálido, lento, seguro, mostrándonos el amor que nos tenemos. Un beso delicado, lento. Estuvimos así un rato y, al separarnos, me mordió el labio y soltó su risa maliciosa.

Kiki: Tus besos son mi adicción. - Sonriendo.

Vio: No puedo creer que esto sea real. Tú y yo aquí, te voy a echas de menos todas estas vacaciones. - Posando mi cara en su pecho.

Kiki: Yo tampoco puedo imaginar pasar esta noche con nadie más que contigo, mi amor. Veremos cómo lo solucionamos, ¿ok? Juntas, confía en mí.

A medida que la canción llegaba a su punto culminante, Kiki se inclinó y me besó con pasión y delicadeza. Los aplausos y las ovaciones resonaron a nuestro alrededor, pero para nosotras, el tiempo se detuvo durante un precioso instante.

La noche continuó; todos estaban felices, bailando, comiendo y bebiendo. Llegó la hora de los reyes del baile. Todos estaban ansiosos por saber quién ganó. Todos podían nominar; algunos decían que podría ganar Cristian, otros que Álex y Denna estaban radiantes, y otros estaban a nuestro favor. Pero no queríamos eso; con solo tener a Kiki a mi lado, este día era lo mejor.

Cuando llegó el momento de la coronación, Rus fue nombrada reina del baile.  Nerea había votado por ella toda la noche y estaba feliz, gritaba y vitoreaba. Con Kiki nos reímos, ya que nosotras votamos por ellas. Al rato, nombraron al rey del baile. Fue Álex, pero este le dio la corona a Nerea. Fue un toque final perfecto. Los dos bailaron una pieza lenta y luego todos les seguimos.

Kiki: No importa quién sea la reina o el rey. Lo que realmente importa es que estamos juntas en este momento mágico. - Hablándome al oído.

Vio: Estoy tan orgullosa de ti, Kiki. Eres mi reina en cada sentido. - Mirándola a los ojos.

Kiki: Y tú la mía, eres perfecta.

Vio: No podría haberme enamorado de nadie más que tú.

Kiki: Bendita la hora en que acepté venir a este internado y te ayudé cuando llegaste a mí.

Vio: Y pensar que casi no venía. - Riendo.

Kiki: Te amo.

Denna: Oigan, niñas, ¿una foto? ¿Todos?

Vio: Sí.

Nos hicimos fotos todos, en grupo. Luego, Denna y yo, Kiki y las chicas, con todos. Luego llegó la hora loca. Ya iban a dar las 2 de la mañana; unos ya se iban a sus dormitorios y otros seguíamos en la fiesta.

Denna: Nos vamos, ya me dio sueño. ¿Vienes?

Vio: No, aún no. - Mirando a Kiki.

Denna: Ay, pícara. - Riendo. - Te diría que no quiero sobrinos, pero ya que... - Riendo.

Vio: Eso diría yo, ¿no crees?

Denna: No quería, hoy no. - Riendo.

Me acerqué a Kiki, que estaba conversando con Bea.

Vio: Amor. - Sentándome en sus piernas.

Bea: Hódar, Fue un éxito. - Mirando todo el gimnasio.

Vio: Sí, nos lucimos.

Bea: Voy a dormir ya. Darán las 3, ando cansado.

Kiki: ¿Eugenia?

Bea: Ya vengo. - Riendo.

Kiki: Oye. - Mirándola.

Bea: No dije nada. - Alejándose de nosotras.

Kiki: Vamos a dormir.

Vio: Tengo una idea. - Susurrándole al oído y luego mirándola.

Kiki: No me mires así. - Evitando mirarme.

Vio: Vamos. - Agarrándola de la mano.

Kiki: ... - Siguiéndome.

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Vio: Todo lo que dijo.

Denna: No sé qué decir.

Vio: Me odio por amarla.

Omar: Amiga, no digas eso.

Odio amarte, me odio por amarte, un sentimiento que en mí no puedo negar. Un dilema en mi alma, un fuego que arde, amor y odio, unidos sin cesar. Tus ojos son tormenta y calma a la vez, tu voz es el susurro del deseo. Me arrastras con pasión, con altivez, y en este torbellino, yo me veo.

Del Odio Al Amor Donde viven las historias. Descúbrelo ahora