Narrador
Observando la Solicitud en sus manos, Dante no creía lo que sus ojos veían
¿Abril había impuesto la demanda de divorcio por abandono?
Le parecía una pésima broma, algo que él jamás imaginó que ella haría, y ahora que al fin tenía las pruebas en sus manos, se hallaba atónito.
Colocándose de pie, pasó una de sus manos por su rostro, y avanzando hasta la ventana de su habitación, vio como las pertenencias de su esposa eran sacadas de la mansión Hackett
Efectivamente como ella se lo dijo a Atlas, al otro día, al amanecer se marcharía, y así lo hizo.
Antes de que Dante se instalára de nuevo en la mansión de su abuelo, esta mandó a sacar todas sus cosas, con el fin de no cruzarse en su camino.
Estrujando el papel en sus manos molesto, Dante decidió bajar a la estancia, y hallándose al patriarca de la familia, frunció sus labios, sabiendo que él lo reprenderia por lo que estaba sucediendo
-¿Se marcha? Y todo por tu culpa... Si hubieras hecho las cosas bien, ella no tendría por qué irse de aquí, y ustedes fueran felices
Reprochándole que Abril, la chica que el quería como su nieta se iba de su casa, Nerio demostró su descontento, el cual Dante imaginaba.
¿Y es que como no querer a Abril? Si la conocían desde que estaba pequeña, de hecho su matrimonio fue arreglado por su padre, y el mismo Nerio quienes era muy buenos amigos
Dante, apartó su mirada del ventanal principal desde donde se veían a los chicos llevándose todo, y caminando hasta un cesto de basura cercano, arrojó la notificación de la demanda.
De ninguna manera el permitiría que Abril se divorciara, y si para eso tenía que revelar la verdad sobre su partida, con gusto lo haría; solo para no perderla
Observando en el cesto el papel, este se mantuvo en silencio, y escuchando como su abuelo lo llamaba a sus espaldas, se giró sobre sus talones para verle
-También supe lo de la demanda de divircio... Todo por no hacer las cosas como se debían, por no decir la verdad... ahora no solo corremos el riesgo de perder parte de la revista con el divorcio, sino que también la sociedad se deshará... Algo que Granfort desea desde hace mucho tiempo, de no ser por que Abril, y Atlas han insistido en mantener la sociedad, esto ya hubiese sucedido.
Escuchar el nombre de Atlas, hizo que Dante se sintiera molesto, y liberando un bufido, tomó asiento en el enorme sofá dispuesto a seguir la conversación
-¿Atlas? Mi hermano, y yo tendremos una charla muy seria esta misma tarde, el tiene muchas cosas que decir
Cruzando sus piernas, Dante apoyó su mano en su rodilla, y tras ver como su abuelo tomaba asiento a su lado, el hombre respondió
-¿Charlar de que? ¿Sobre Abril? Sabes que el no entrará en razón, nunca lo hace, no lo ha hecho en todos estos años, menos lo hará ahora que está a punto de divorciarse de ti
Desde que Abril y Dante se unieron en sagrado matrimonio, Atlas cambió por completo su manera de ser, haciendo así que la relación entre ambos hermanos fuese difícil de llevar
-El aun no me perdona lo de su matrimonio... Trata de llevarse bien conmigo, pero sé que no me ha perdonado del todo
¿Y como hacerlo?
Si Nerio en alianza con Granfort, decidieron el futuro de sus sucesores, sin siquiera importarle lo que estos deseaban, ni sus sentimientos
Al menos por parte de Nerio, quien sabiendo que Atlas amaba a Abril, obligó a Dante a casarse con ella, al ser el mayor, y quien tomaría la cabeza de la familia a su partida.
Negando con su rostro un poco bajo, Dante se mantuvo en silencio, y aclarando su garganta, el patriarca Hackett continuó
-¿Ahora que se supone que harás? ¿Firmaras el divorcio?
Sin pensarlo siquiera unos segundos, Dante negó, y colocándose de pies, recalco su postura, una que no cambiaría de ninguna manera
-Jamás... Hace cinco años, frente a un altar ambos juramos estar unidos hasta que la muerte nos separe, y así lo será
No había manera de hacer entrar al hombre en razón, no cuando el se alejo de Abril por motivos mayores, y no contó la verdad por miedo a despertar su lastima, una que según su pensar la ataria a él de por vida.
**** ****Atlas con una enorme sonrisa adornando su perfecto rostro, enarco una ceja en espera de la respuesta de Abril, una que llegó un par de segundos después, de forma afirmativa
-Esta bien... Pero aclaro una cena de colegas, nada de cumplidos, solo por que de verdad muero de hambre, y quiero salir al fin de aquí para instalarme de regreso en casa de mi padre
Colocándose de pie, Abril camino hasta su bolso de mano, y tomando este, los dos dirigieron a la salida, para marcharse a un restaurante cercano.
Atlas presintiendo que en esta ocasión su insistencia si tendría frutos, realizó la reservacion con anticipación, y deteniendo su auto a las afuera del lugar de alta clase, este rodeó el vehículo lo más rápido que pudo para ayudar a Abril a bajar de este.
Y es que para él, esto era un gran logro, desde hacía años, desde que Dante abandono a su cuñada, se fijo como objetivo conquistarla, y poco a poco tanto tiempo después, esta parecía ceder un poco
Tomando su mano con delicadeza, Atlas camino de su mano con el mentón elevando, y llegando hasta la mesa asignada, la pareja tomó asiento, ajenos a su alrededor, dispuestos a degustar su comida en buena compañía, sin interrupciones, algo imposible en la gran ciudad
-Parece que sabías que diría que si... Lo digo por el lugar, según supe es imposible hallar una reservacion aquí con tan poco tiempo
Tomando un sorbo de agua, después de un día un poco agitado, Abril realizó este comentario en forma de chiste, sintiéndose alagada por la dedicación y el empeño que ponía Atlas para compartir una simple cómida con ella
Sintiéndose descubierto, el menor de los Hackett, le regalo una pequeña sonrisa, y elevando su copa recién servida, fingiendo brindar, respondió antes de beber de esta
-Esperaba que lo hicieras... No se tu, pero yo tengo mucho que celebrar ¿No lo crees?
Como pólvora, el rumor del divorcio de Abril y Dante, se esparció por toda la empresa, algo que tenía muy contento a Atlas, y motivo por el cual este quería brindar.
Abril, un poco cabizbaja por lo que hizo Dante con la solicitud de divorcio, pero manteniendo la fe de que la demanda por abandono si funcionará, sonrió
Y asintiendo, iniciaron una conversación cualquiera mientras esperaban sus órdenes, unas que llegaron mucho después
-¡Pero miren a quien tenemos por aquí!
Como enviadas del mismo diablo y para amargarles la noche, quienes hicieron acto de presencia fueron Maya y Erika, quienes de manera maliciosa, y solo para joder se acercaron a la pareja.
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Ya te olvidé querido esposo
RomanceAbril Granfort fue obligada a casarse muy joven, solo para que su esposo pudiese reclamar su herencia, ella lo hizo por amor, el por ambición. El problema radica en que luego de ser abandonada por el durante 3 años, en lugar de morir de amor, surge...