Capítulo 45

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Narrador

Caminando con delicadeza por el extenso lobby del hotel cinco estrellas Pushman, intentando pasar desapercibida, Maya Bennett pretendía llegar a su destino sin ser interceptada por ninguna persona de su círculo social, y es que en esos momentos lo que más le urgía a la mujer era encontrarse con su amante, con quien tenía una conversación bastante importante pendiente

Pidiendo indicación de la suite asignada en la recepción del lugar, la mujer tomó la llave con delicadeza, y abordando el elevador del costoso hotel, impactó su pie un par de veces contra el suelo, algo impaciente mientras este se dirigía a su destino.

¿Acaso él había descubierto su secreto?

¿Acaso Atlas Hackett sabía la verdad sobre su origen?

Viendo como las puertas del artefacto eran abiertas, esta dio una mirada a ambos lados del extenso pasillo, y notando que estos se hallaba completamente despejado, procedió a continuar tambaleando sus caderas de un lado al otro.

-Pensé que tendría que ir por ti a la mansión Bennett para poder hablar.

Con una sonrisa ladina, quien salió de una de las esquinas de la habitación fue Atlas, el cual parecía hallarse en total confianza a medio vestir, luciendo su trabajado abdominal, vistiendo solo sus pantalones.

Remojando sus labios algo inquietos al no saber muy bien que decir, Maya se limitó a dejar su bolsa sobre el delicado sofá frente a ella, y avanzando hasta el hombre que despertaba ciertas cosas en su ser, apoyó sus manos sobre su marcado pecho antes de besarlo de manera intensa, casi devorando sus labios

-Te dije que no era necesario, yo vendría, es solo que...

Bajando su rostro, esta mordió levemente su labio después de musitar palabras en un intento de controlarse, y tomándola de la barbilla, el hombre la obligó a mirarlo ejerciendo cierta presión en la zona.

-¿Sucede algo? Te noto algo extraña

Al no escuchar respuesta inmediata, Atlas indagó acerca del estado de Maya, y negando, tomando en serio el papel de dama desprotegida, esta se dispuso a lamentarse, intentando despertar la empatía de él.

-Cristian... Él canceló el compromiso, Atlas yo...

Soltando un pequeño sollozo, Bennett inició sus quejas, y rodando los ojos, Atlas solo se apartó de ella, sin ánimos de escuchar todo el teatro que tenía armado, y que lo estaba empezando a hastiar.

¿Qué sentido tenía fingir un compromiso con alguien que ni siquiera la miraba?

Que solo paseaba con ella, para mantener su estatus, ya que sus padres lo tenían obligado, que no la tocaba como mujer, ni siquiera la noche que ellos supuestamente intimaron, y concibieron el supuesto hijo que no nació

Caminando un par de pasos lejos de ella, Hackett se desplomó sobre el sofá cercano, tratando de disimular su irritación, y cruzando sus piernas, empezó la ronda de preguntas para saber la verdad.

-Maya ¿Es cierto que eres adoptada? ¿Es cierto que tu madre te abandonó solo siendo una niña?

La mujer, de manera nerviosa, remojó sus labios antes de responder, y jugueteando con sus manos, bajó su vista, intentando ocultar una verdad que Atlas ya conocía de primera mano.

-Ya te dije que no. No sé dé donde sacas eso Atlas... Mi madre es Camila Bennett, me parece absurdo que digas algo como eso.

Elevando su vista antes de finalizar su respuesta, la mujer se mantuvo de pie con su mentón levemente alzado, y palmeando su pierna antes de responder, Hackett le pidió tomar asiento sobre su regazo, algo que ella hizo inmediatamente a horcajadas sobre sus piernas

Ya te olvidé querido esposoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora