Capítulo 53

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Narrador

Con su rostro totalmente tenso por la respuesta de Abril, Erick retrocedió un par de pasos tratando de procesar lo sucedido, y empuñando su mano unos segundos después, cuando la impotencia invadió su cuerpo entero, este preguntó.

-¿Atlas se atrevió a hacer tal cosa? ¿Fue tan cobarde como para lastimarte de esa forma?

Regresando sobre sus pies a la espera de una respuesta que tardó un par de segundos, Granfort acunó el rostro de su hija en sus manos quien se permitió que sus lágrimas salieran, y asintiendo ella, la imagen del Atlas Hackett perfecto, se cayó.

Y es que él adulaba demasiado a Atlas, Erick verdaderamente pensaba que este chico era el hombre ideal para su hija, ya que parecía ser alguien respetuoso, trabajador, y completamente enamorado; a quien incluso le había insinuado que se la daría en matrimonio para que concibiera un hijo descendiente de ambas familias, pero al saber esta verdad, la cruda realidad lo golpeo directo en el rostro.

Granfort al ver a su hija afectada al recordar el traumático suceso, la agarró entre sus brazos en un intento de reconfortarla, y escondiendo el rostro en el pecho de su padre, ella musitó.

-Lo peor de todo es que huyó padre, Atlas salió huyendo como la propia rata... Es que fui tan estúpida, y lo deje ir.

La verdad es que Granfort en ese instante se quedó sin palabras

¿Qué podía decir?

No existían palabras para calmar a una mujer abusada, o al menos él no sabía qué decir en ese instante, ya que la decepción también lo estaba azotando a él.

¿Como esperar que el hombre en el que habías confiado tanto fuese capaz de hacer algo así?

Erick se separó de Abril tratando de recuperar el aire que había perdido, y no lo había notado; y observándola directo a los ojos, solo preguntó.

-¿Al menos pusiste la denuncia?

La mandíbula de Abril, tembló ante la impotencia que sintió en ese instante, al recordar las palabras del médico que la reviso ese día al regresar a la ciudad

¿Qué sí denunció?

Claro que lo hizo, fue solo que para el momento que le hicieron las pruebas para extraer el ADN del agresor de su cuerpo, no hallaron rastros de él, solo las marcas en su piel que para la actualidad estaban empezando a desaparecer.

Abril se quedó callada unos segundos, los cuales inquietaron a Erick quien pensaba que cada instante contaba para encerrar al responsable, que frotando su rostro volvió a decir

-¿Al menos buscaste ayuda Abril? ¿O solo te quedaste de brazos a ver como Atlas se marchaba? ¡Responde!

El grito de su padre, se escuchó en todo el piso superior del edificio, y una vez que las palabras lograron salir de la boca de la chica, fue que esta le contó lo que sucedió.

-Claro que lo hice, pero en vista de que no hay suficientes pruebas que lo señalen a él como el responsable de lo que sucedió, la policía no pudo emitir una orden de captura internacional, pero hoy Lucrecia dijo muchas cosas que creo pueda ayudarme a encerrar a ese desgraciado.

Erick, no podía sentirse más infeliz en su vida, se sentía, molesto, decepcionado, triste, y lo peor, culpable por el mal que sufrió su hija que viendo sus ojos llenos de dolor, la abrazó de nuevo.

-Descuida Abril, tu padre se encargará de hacerlo pagar.

Sinceramente, esto era lo que ella más deseaba en el mundo, ver tras las rejas a su cuñado que después de asentir; Erick volvió a preguntar.

Ya te olvidé querido esposoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora