capítulo 11

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Narrador

Abriendo sus ojos, apenas le regresó la consciencia, Dante pestañeó un par de veces tratando de adaptarse a la luz del hospital.

Y es que pidiendo ayuda, Erika pudo trasladarlo para realizarle un par de estudios, para saber el estado de su corazón.

Recordando lo sucedido con Abril, Hackett intentó colocarse de pie, y acercándose hasta él, una enfermera se lo impidió.

-Señor, debe esperar, no puede colocarse de pie aún.

Desprendiendo la vía de su brazo, Dante no se daba por vencido, y apoyando los pies en el suelo, este continuó quitándose los demás artefactos que se hallaban en su pecho

-¡Deténgase!

En un esfuerzo inútil, la mujer pretendió regresarlo a la cama, y al notar que no se quedaría tranquilo, presionó el botón para llamar a sus compañeras, quienes segundos después llegaron acompañados de Erika.

-Dante... No puedes quitarte los monitores

Aproximándose hasta él, Erika apoyo sus manos en los hombros de Dante, y elevando su vista, al escuchar la voz conocida, este se detuvo.

-Tengo que ir por Abril, Erika... No puedo dejar que se vaya con Atlas.

A pesar de la pequeña molestia que aún permanecía en su pecho, Hackett seguía empecinado en alejar a Abril de su hermano, y presionando sus hombros, Erika continuo intentando hacerlo entrar en razón

-Está bien, pero ahora no Dante... Ahora lo que importa es tu salud, mírate en donde estás ¿Acaso no te has fijado en tu estado?

Recorriendo su cuerpo con su vista, Dante notó que su ropa fue reemplazada por una bata de hospital, y sintiendo un poco de vergüenza al ver su habitación repleta de personas que vinieron a exiliarlo, este frunció sus labios

-Estoy esperando algunos resultados, recuerda que aun tu cuerpo se está adaptando a tu nuevo corazón, así que no abuses.

Llenando sus pulmones de aire, Dante dejo sus manos en reposo, mientras que bajaba su rostro a la espera de respuestas

-Dante te estás haciendo daño, entiende que estas emociones por ahora son fuertes para ti ¿Acaso olvidas que esta fue la principal condición para regresar?

Hackett en lugar de responder, solo tragó grueso, y guiando su vista hasta Erika, agregó.

-Lo sé, y lo siento. Es solo que...

Girándose en sus talones, Bennett le pidió a los presentes retirarse, y llevando su mano hasta el brazo de Dante, empezó a colocar la vía intravenosa de regreso.

-¿Solo qué? ¿Acaso Abril importa más que tu vida? No sé qué demonios sucede contigo, pero amar de esa manera a alguien que no estuvo a tu lado en tu peor momento es algo estúpido

Dante enseguida la observó con molestia, y llevando sus manos hasta la bata de hospital, Erika la apartó para empezar a colocar los electrodos en su pecho para medir su ritmo cardíaco.

-Sabes que no estaba porque así lo quise, jamás permitiría que ella me viera con lástima.

La mano de Erika se detuvo en el aire antes de colocar el último electrodo, y observándolo directo a los ojos, respondió.

-Cierto, solo ella importa.

La ironía en sus palabras se sentía en el aire, y tomando su mano de pronto, Hackett mencionó una gran verdad

-Sabes que no te obligué, estuviste a mi lado por qué así lo quisiste, así que no me reproches nada.

Los ojos de Erika se cristalizaron por tal verdad, y finalizando su tarea, subió la bata de Dante para cubrir su cuerpo

Ya te olvidé querido esposoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora