capítulo 16

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Narrador.

Los siguientes días que pasaron, y después de que la revista empezó a circular, el grupo de trabajo se volvió a reunir un par de veces para debatir sobre el contenido del próximo número, reuniones a las que Dante no asistió porque Abril se lo había pedido días atrás.

-Mantendremos el mismo contenido, a excepción del par de columnas señaladas en la pizarra.

Mostrando un enorme pizarrón al final de la sala de juntas, Abril le empezó a comentar a su equipo un par de cambios, los cuales había sugerido Dante el primer día que llegó, y que ella, cerrada por el odio hacia él, no aceptó.

-Estas columnas tienen ciertas fallas, y como una revista dirigida al público femenino, tenemos que innovar... Así que, ¿qué proponen?

Rita, una de las encargadas de las columnas que serían eliminadas, elevó su mano, y tras recibir la orden de Abril de hablar, dijo.

-Hace una semana hablé con el señor Dante, a quien le comenté que quería cambiar mi contenido, y el me dio sugerencias muy buenas... Con todo respeto, señora Granfort, debería invitarlo a la junta, creo que tendría material interesante que nos podría compartir.

Abril tragó grueso una vez que escuchó a la chica, quien llevaba tres años trabajando a su lado, y siempre se había destacado por un buen trabajo.

Invitar a Dante a la junta con su equipo de trabajo, sí que sería algo incómodo, pero usando la lógica, y tras recordar unos balances que vio de la sede del exterior, este hombre mantuvo la revista en la cúspide por sus constantes cambios, por lo que pensaba que tal vez sí los ayudaría contar con su asesoría.

Abril, después de guardar el silencio unos segundos, llamó a Melissa, y después de pedirle que fuese por su esposo, este llegó unos minutos después.

-Abril... Chicos, gracias por tomar en cuenta mis ideas.

Dante, después de tomar su lugar, inició una charla de trabajo con todo el equipo, y sugiriendo un par de temas, Abril aceptó uno de estos.

-Me gusta la idea de moda Curvy, jamás hemos tocado este tema, y gran parte de nuestras lectoras son mujeres con esta clase de cuerpos.

Tanto Dante como Rita sonrieron al notar que la idea de verdad gustó, y elevando su mano, la chica dijo.

-¿Puede el señor Dante trabajar conmigo? Sé que su campo aquí es el contable pero tengo entendido que es un gran editor, y me gustaría aprender de él.

Abril no vio nada malo en esto, así que después de aceptar, todos se retiraron a sus puestos para empezar a preparar sus propuestas, las cuales se presentarían en dos días.

Después de revisar un par de informes ya preparados, Abril se regresó a su oficina, y siendo interrumpida por su chófer, no tuvo otra alternativa que recibirlo.

-Señora Granfort... Quería comentarle que su vehículo presenta cierta falla, y que necesitamos llevarlo a reparar lo antes posible.

Para Abril esto era una tontería que no ameritaba su atención, por lo que, después de pedirle al caballero que se retirara para llevar el vehículo a una revisión, pretendía decirle a Melissa que pidiera a alguien que fuese por ella, lo cual olvidó.

-Señora Abril ya es de noche y mi hora de retirarme llegó, así que si no necesita nada más, espero que descanse.

Colocándose de pie al borde de la puerta con sus manos juntas, su asistente agregó y tras mover su cabeza en negación, ya que se hallaba ocupada revisando otro par de informes, la chica salió de la empresa habiendo olvidado a Abril pedir que alguien fuese por ella.

Ya te olvidé querido esposoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora