Narrador
Intentando abrir sus ojos tanto como la intensidad de las luces del lugar en el cual estaba siendo ingresada se lo permitían, Ibbie despertó un poco descolocada por lo sucedido. Lo último que recordaba era ver como Matheson, y Marshall se caían a golpes a puño limpio, y ahora, un par de minutos después, se hallaba siendo atendida en la sala de emergencias de un hospital cercano a la casa de su amiga.
Tomando su presión, mientras que otra de las enfermeras introducía un yelco en su vena, Johnson se removió un poco por el ligero pinchazo, e intentando tomar asiento para saber que era lo que estaba sucediendo, la señora la detuvo antes de lograrlo.
-Señora le recomiendo permanecer acostada, su presión no se halla del todo bien, por lo que el médico viene a valorarla.
Ibbie de manera instintiva llevó su mano a la pequeña barriga, y tras masajearla un poco, se recostó sobre la fría camilla, esperando al médico, quien un par de segundos después se acercó a ella.
-Paciente Ibbie Johnson, con 14 semanas de embarazos, presentó desmayo por presunto aumento de su presión.
Dando un breve resumen de la razón de su ingreso, el hombre tomó el breve historial médico entre sus manos, el cual fue llenado a su llegada, y pasando su vista del papel a ella, el doctor solo agregó.
-Ordenaré un par de estudios para descartar algun virus, nada de que preocuparse señora Johnson. Apenas lleguen los resultados, podrá marcharse a casa.
Apartándose de su lado, luego de dar un par de indicaciones, el caballero se retiró dejándola a ella sola en el pequeño cubículo de la sala de emergencia, e ingresando a este un par de minutos después, Tobías se quedó un poco alejado de ella.
-¿Estás bien?
El abogado sabía que había sido algo desconsiderado al ceder a las provocaciones sin sentidos de Cristian, y tomando asiento en la camilla con algo de cuidado debido a la solución intravenosa que se le hallaba suministrando en ese instante, ella dijo.
-No como quisiera, pero lo estaré... Tobías fuiste muy inmaduro al caer en el juego de Cristian, parecían dos niños peleando por un juguete.
Ibbie mostrando su descontento casi inmediatamente, él dio un par de pasos para acercarse a ella, y apartando la mano que él apenas intentó rozar, ella continuó.
-Pelear con él es como intentar hacer que Yennifer me acepte como la esposa de su hijo, es una perdida de tiempo.
Tobías se apartó de ella al ver su recházo con la intensión de darle espacio para respirar, y exhalando un poco de aire meditando lo que diría, Ibbie al fin habló.
-Venderé mis acciones del bufet de abogado.
Marshall frunció el entrecejo de su frente al parecerle de lo peor este comentario, y estrechando el puente de su nariz respondió de manera mordaz.
-Sabes que eso no se puede hacer, tú y yo firmamos un contrato que te lo prohíbe.
Ibbie se removió un poco al saber que esta charla sería bastante tediosa, ya que conocía muy bien que él se negaría a dejarla ir así nada más, por lo que, colocándose cómoda, procedió a explicar.
-Estás en lo correcto, aun así me arriesgaré, y pagaré la indemnización por incumplimiento de contrato, te aseguro que te buscaré al mejor socio.
Esto, lejos de calmar a Tobías, hizo que él se molestara en sobre manera, al saber que ella solo se alejaría de él una vez vendiera su parte, y enarcando una ceja, siguiendo en silencio escuchó a Ibbie, quien ya había tomado una decisión
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Ya te olvidé querido esposo
RomansaAbril Granfort fue obligada a casarse muy joven, solo para que su esposo pudiese reclamar su herencia, ella lo hizo por amor, el por ambición. El problema radica en que luego de ser abandonada por el durante 3 años, en lugar de morir de amor, surge...