Ya te olvidé querido esposo

Capítulo 30

Narrador

Apoyando ambas manos a los costados del cuerpo de Abril, Dante aproximó sus sexos, rozando levemente la pelvis sensible de Abril. Sensible debido al espasmo sufrido previamente.

Moviendo su cabeza en negación un par de veces, ella le pidió continúar, y mordiendo su labio inferior. Dante se dedicó a poseerla

Llevando una de sus manos a su generoso, y venoso miembro, Dante lo guio a la vagina de Abril, y hundiéndose en esta de manera lenta, delicada y torturosa, ella se sintió complacida al ser invadida completamente por su maravilloso tamaño

Por desgracia el juego previo hizo que Dante casi se corriera antes de tomarla, sumando también su estrechez, él quería permanecer inmóvil por unos segundos tratando de controlarse, pero agitando su pelvis de manera desesperada, ella en un gimoteo le pidió seguir. Por lo que él sonrió llevando una de sus manos a su nuca, para decir

-Por lo que veo no solo, yo te extrañaba cariño

Uniendo sus labios una vez más de manera delicada, Hackett empezó a moverse en el interior de Abril, y empapándose con los jugós de sus sexos, más el sonido de la colisión de ambos, sus cuerpos empezaron a perlarse debido al sudor.

Dante y Abril esa noche se entregaron de una manera única e inolvidable, que ambos lo sintieron, tal vez por el tiempo sin tocarse, o tal fue el amor lo que lo hizo tan intenso

Llevando su mano hasta los pechos de Abril, sintiendo que las prendas que quedaban sobraban, él se deshizo de estas de manera rápida, y contemplando como salía, y entraba su miembro de ella, de manera placentera, aun con su mano en la nuca de Abril junto sus frentes para decir

-¡Eres mía Abril! Y así digas que me has olvidado, tu cuerpo me pertenece

Besándola de manera desesperada, él se centró en demostrarle de una y mil formas que la amaba, recorriendo cada parte de su cuerpo, marcándola como su mujer como siempre estuvo destinada a ser.

Se suponía que ella se hallaba allí, para saciar su curiosidad, pero al ver que todo era una trampa de Erika, algunas de las murallas que ella había puesto para no caer se derrumbaron enseguida, dejándola a merced de Hackett

Abril sabía perfectamente que tenían mucho por hablar, aclarar, pero eso no pasaría ahora, no cuando ambos se hallaban saciando la sed de tres años.

Manteniendo sus frentes juntas, Dante continuó estocándola sin dejar de hacer contacto visual, y sintiendo que se correría en su interior, se aferró a ella, quien se hallaba sumergida en el éxtasis del placer.

Un par de minutos después en los que él no dejó de tocarla, saborearla, ambos alcanzaron el clímax al mismo tiempo, y sintiendo como la esencia de Hackett se extendía en su interior, Abril lo besó rodeando su cuello con sus manos

-Dime que esto no es un sueño... que tú si estás aquí

Desplomándose a su lado agotado, y con su cuerpo tembloroso, Dante tiró del cuerpo de Abril para apoyarlo sobre su pecho, el cual se hallaba agitado como su corazón

-Aquí estoy

Musitando estas palabras, el bajo su rostro unos milímetros para besarla, y acunando el de ella entre sus manos, él alcanzó a decir

-Pues no te vayas, Abril, tenemos tanto por hablar

Pegando su oído a su pecho, ella escuchaba como su corazón bombeaba en su interior, y abrazándola con fuerza, él se negaba a separarse de ella ni en sus sueños

Y es que fue tanto que él anheló este encuentro que ahora que estaba pasando no lo creía.

Los dos productos del cansancio, y el encuentro previo, permanecieron con sus ojos cerrados, mientras recargaron baterías, y una vez que él sintió que debía tenerla de nuevo, empezó a besarla, a lo cual ella cedió, y terminaron haciendo el amor dos veces más

El cansancio del día previo, más la intensa faena, hicieron que sus cuerpos sudorosos, y cansados fueran vencidos por el sueño, y musitando un Te extrañé, Abril cerró sus ojos, al igual que él que no creía lo que sucedía

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El sol vigoroso, una vez que amaneció, se colocó en su máximo punto, y entrando de manera extravagante y escandalosa en la habitación de Dante, lo hizo despertar con una enorme sonrisa debido a lo sucedido la noche anterior.

Por desgracia esta se esfumó casi enseguida al ver que Abril, la mujer con la que había pasado la mejor noche de su vida, no se hallaba a su lado.

Tomando la sábana en su cama, Hackett optó por colocarse de pie, y cubriendo su desnudez, se dispuso a buscarla por toda la extensa habitación, desde el baño, el enorme closet, y el balcón de esta fue requisado, y una vez que notó que Granfort no se hallaba allí, tomó lo primero que halló, que era un short deportivo, y ropa interior, y bajo hasta la cocina

-Buenos días

Con una sonrisa fingida, la primera en toparse en su camino fue Georgia, quien no se hallaba nada contenta por la presencia de Abril en esa casa la noche anterior, e ignorando por completa a esta, Dante pasó por su lado, y revisando cocina, comedor, y otras áreas de la casa, una vez que supo que ya ella se habia marchado, preguntó

-Abril ¿Dónde está?

Dante sentía que había sido un estúpido al dejarse vencer del sueño, y permitir que ella se marchara así nada más, pero confiando que la entrega de la noche anterior fue única, esperó una buena noticia

-Ella se fue apenas amaneció

Fingiendo como si nada hubiese sucedido, la mujer agregó, y tensando su mandíbula, Dante desvío su vista a un lado, maldiciendo al aire

-¿Dejó algún mensaje?

Manteniendo la esperanza de que ella al menos dejara un mensaje diciendo que lo esperaba en la empresa, este se decepcionó un poco, al ver que ella agitó su cabeza en negación, y agradeciendo se dirigió a su habitación por algo de ropa antes de ir por Abril

Ella de ninguna manera lo ignoraría después de lo que pasó, y así le tocase invadir el edificio de la revista con un río de rosas, para llamar su atención, haría eso y mucho más

Sin siquiera esperar su desayuno, Hackett se preparó, y saliendo de la mansión ajustando la corbata color plomo de su traje, se dispuso a abordar su vehículo antes de decir

-Abril Granfort, no te desharás de mí tan fácilmente