Narrador
Con su boca media abierta, Abril pasaba su vista del juez a Ibbie, quien se hallaba a su lado al pie del estrado.
Y es que por órdenes del tribunal se realizaría una audiencia por el asunto de su divorcio, a la cual Dante nunca llegó
El motivo
Su estado de salud, que si bien habían pasado dos días desde su incidente a las afueras del restaurant, este se hallaba en la mansión Hackett bajo el cuidado de la familia, al menos de Nerio, y Georgia.
Manteniendo su postura firme, la abogada de Dante presentó sus motivos para no estar allí, y viendo esto, el juez solo pospuso la sesión.
-¿Enfermo del corazón? ¡Es un maldito idiota! A Dante le he tolerado de todo, que se halla marchado, que me haya dejado en ridículo, inclusive que no me hubiese dado ninguna explicación a su regreso. ¿Pero esto? Es el colmo.
Pasando sus manos por su rostro colérica por la absurda excusa de Dante para no asistir, Abril salió del lugar lo más rápido que sus pies le permitían, y siguiéndola muy de cerca, Ibbie no paraba de llamarla.
-¿Qué demonios piensas hacer ahora Abril?
Llegando hasta ella, la chica castaña, logró tirar de su amiga para hacer que se detuviera
-Ir a encarar a ese idiota, Dante, desde que llegó a mi vida, no ha hecho más que joderme, así que necesito que se detenga... Que me deje libre para hacer lo que yo desee, pero lejos de él.
Nadie mejor que Ibbie conocía todo lo que había pasado Abril tras la partida de Dante, motivo por el cual no lo soportaba.
-Y tienes razón Abril, pero como estás de alterada no creo que sea una buena idea
Tratando de hacer a su amiga razonar, la abogada se mantuvo hablando con ella por un instante, y sintiendo cómo alguien se colocaba de pie a sus espaldas, esta guardó silencio.
-Hola Abril... Hola Ibbie
Un poco avergonzado por tener que acercarse a su exnovia, el empresario Cristian Matheson bajó su rostro por un instante, y pidiéndole a Abril unos segundos para hablar a solas, cuando se apartaron, este le pidió.
-Sé que no es el lugar, pero venía llegando aquí por un asunto legal cuando te vi... Así que no quise perder la oportunidad. Mi boda con Maya está próxima, y quería pedirte si podrías hacer un artículo sobre eso, Maya. Aunque no lo creas, no se pierde ninguna edición, y pensé que sería un gran detalle.
Los labios de Abril se fruncieron por un instante ante tal petición, y tras retener el aire, observó a su amiga a la distancia.
-No puedes pedirme esto, Cristian, sabes que ibbie es mi mejor amiga, y lo que pasó entre ustedes la dejó destrozada... No puedo hacer algo así, la estaría traicionando.
El corazón del hombre por un instante se agitó, al ver a la mujer que aún quería a escasos metros de él, y es que su relación no terminó por algún problema con Ibbie, sino por una lamentable trampa que les colocó Maya, una en la que él cayó, y aún se mantenía en ella.
-Entiendo, Abril, ni siquiera sé por qué te lo pedí, solo vi a Ibbie y quise acercarme... Lo siento.
Con rostro de pesar, el hombre intentó retroceder, y tirando de su mano, Abril se lo impidió
-¿Aún sientes algo por ella, Cristian? ¿Aún quieres a Ibbie?
Observando en dirección de la castaña que se hallaba centrada en su teléfono, este hizo un ruido en señal de silencio, y tras frotar sus sienes, agregó.
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Ya te olvidé querido esposo
RomanceAbril Granfort fue obligada a casarse muy joven, solo para que su esposo pudiese reclamar su herencia, ella lo hizo por amor, el por ambición. El problema radica en que luego de ser abandonada por el durante 3 años, en lugar de morir de amor, surge...