Capítulo 37

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Narrador

Sintiendo cómo unos sedosos labios presionaban los suyos, Ibbie sintiendo su cabeza dar vueltas, abrió los ojos, y hallándose a Cristian besándola con su mano fijada a su mejilla, procedió a soltar un chillido que murió en la boca de Matheson

Avergonzado por ser atrapado infraganti, él solo se apartó de ella, y caminando por la pequeña habitación mientras frotaba su rostro, alcanzó a decir.

-Ibbie lo siento... Yo, solo... Te quería traer aquí... Yo... Lo lamento.

Tartamudeando, sabiendo que había sido imprudente, Cristian no se atrevía a mirar a la cara a la abogada después de lo sucedido, quien, producto del alcohol, no lograba pensar con claridad.

Soltando una carcajada pequeña denotando su estado de ebriedad, la castaña solo se limitó a dejarse caer completamente sobre la cama, y atreviéndose a soltar una verdad que ella no terminaba de aceptar, dejó al hombre estático sin saber qué responder.

-Cierto... Que aún me amas, que solo estás con Maya por lástima. ¿Qué se siente casarte con ella amándome a mí?

Cristian se quedó rígido una vez que estas palabras salieron de los labios de la abogada, quien aún reía como loca; aun así, él tragó grueso antes de admitirlo abiertamente, ante ella, quien pensaba que era un maldito mentiroso.

-Es asfixiante... Es bochornoso, intentar vender un compromiso por amor ante todos, es como sentirse muerto en vida.

De pie, a escasos metros, el empresario, se atrevió a admitir cómo se sentía estando comprometido con Maya, por solo obligación, por lástima, luego de que ella perdiera el supuesto hijo que esperaba de él.

Sintiéndose identificada por la forma en la que se refería Cristian sobre su compromiso con Bennett, Ibbie procedió a tomar asiento en medio de la descolocación por el alcohol, y ladeando su cabeza a un lado, respondió dejando helado a Matheson

-Así me siento yo... Amándote aún... Muerta en vida, es vergonzoso cómo puedo anhelar estar con el hombre que me traicionó, después de que me dejaste.

Por primera vez, Cristian se dejó ver afectado por las palabras de Ibbie, le dolía tener que verla sufriendo por un amor al cual no podía corresponder. Con dificultad, la chica logró colocarse de pie, y una vez que se estabilizó, sonrió de manera amarga antes de decir.

-Necesito odiarte, necesito imaginar cómo le hiciste el amor a ella, estando conmigo, dejándome a mí con nuestra cena preparada mientras te ibas de fiesta con Atlas, y terminabas en la cama de Maya.

Esto lo dejó mudo, sin saber qué decir, ya que él pensaba que ella no sabía la verdad, y así era, así lo había mantenido él, hasta el día que ella llevó a Maya al hospital por su pérdida, y fue la misma Bennett quien le confesó que se había acostado con él durante una noche de copas.

El primer mes de la separación, ella de verdad pensó que Cristian ya no la amaba, de hecho lo odió, o al menos eso era lo que pensaba, hasta que después que supo la verdad, su mente empezó a atar cabos, comprendiendo lo que sucedía, y era por esto que justificaba su compromiso, y no podía detestarlo

Cristian tragó grueso, sintiendo como su corazón se agitaba al saber que a pesar de saber la verdad no lo odiaba, quería besarla, pedirle perdón de rodillas por su error, pero sabiendo que esto no cambiaría nada, se limitó a negar con su cabeza, tratando de aclarar sus pensamientos, y sentimientos que se hallaban alborotados

-Ódiame... Es lo mejor para los dos, sabes la verdad, sabes que no podemos estar juntos.

Y de verdad ella quería hacerlo, necesitaba hacerlo. Así como los seres vivos necesitamos el oxígeno, así necesitaba ella una razón para desprenderse del amor que sentía por Matheson. El problema era que ella creía que dándole un cierre, este se esfumaría, lo cual era completamente falso.

Ya te olvidé querido esposoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora