Capitulo 74-El Magister Y El Noble

23 3 0
                                    

Aegon estaba sentado en el suelo frente a la chimenea de su habitación, perdido en sus pensamientos mientras el crepitar del fuego llenaba el silencio. La tenue luz naranja de las llamas iluminaba su rostro, reflejando las emociones que luchaban dentro de él: frustración, tristeza y un profundo sentido de deber. La noche en Braavos era fría, pero el calor de la chimenea apenas lograba aliviar la pesadez que sentía en su pecho.

La puerta se abrió suavemente, y Aegon giró la cabeza para ver a Khinra entrar con pasos silenciosos. Su expresión era calmada, aunque sus ojos brillaban con curiosidad y preocupación. Sin decir nada al principio, se sentó junto a él, imitando su postura en el suelo, y lo observó por un momento antes de romper el silencio.

"¿Qué tal estás?" preguntó en voz baja, como si temiera interrumpir sus pensamientos.

Aegon suspiró profundamente antes de responder, con la mirada fija en las llamas. "Esto es mucho más grande de lo que creía. No se trata solo de recuperar un trono o luchar una guerra. Es como si estuviera desentrañando años de traiciones, secretos y sufrimientos que afectaron a mi familia. Todo esto... es abrumador."

Khinra asintió lentamente. "Así son las guerras. Nunca son simples. Y cuanto más grandes son los sueños, más pesadas son las cargas."

Aegon apretó los puños sobre sus rodillas, su voz temblando ligeramente. "Todo lo que pasaron Daenerys y Viserys... Por culpa de ese hombre, Tormo Fregar. Aquí, en esta casa, habrían estado bien. Willem Darry habría cuidado de ellos. No habrían tenido que mendigar ni soportar humillaciones. Su vida podría haber sido diferente."

Khinra inclinó la cabeza, pensativa, y luego preguntó con curiosidad: "Ese hermano de Daenerys... Viserys. He oído hablar de él, pero no sé mucho. ¿Cómo era?"

Aegon negó con la cabeza, sus ojos aún fijos en el fuego. "Nunca le llegué a conocer. Pero por lo que he oído, su vida fue una mezcla de tragedia y obsesión. Cuando Willem Darry murió y los sirvientes les robaron todo lo que tenían, los dos hermanos tuvieron que recorrer las Ciudades Libres como huéspedes de ciudadanos poderosos. Pero con el tiempo, esas puertas se cerraron también. Se vieron obligados a vender todas sus posesiones para sobrevivir. Viserys incluso vendió la corona de su madre para conseguir algo de dinero. Desde entonces, comenzaron a llamarlo el Rey Mendigo."

Hizo una pausa, su voz bajando un poco. "En algún momento, Viserys organizó un festín para los comandantes de la Compañía Dorada, esperando que apoyaran su causa y le ayudaran a recuperar el trono. Los mercenarios comieron su comida, escucharon sus ruegos... y luego se rieron de él. Jon estaba presente cuando eso pasó. Me lo contó."

Khinra bajó la mirada, sus dedos jugueteando con un mechón de su cabello. "¿Y su relación con Daenerys? ¿Cómo era? He oído que fue difícil."

Aegon asintió con gravedad. "Al principio, su relación era cálida, como la de cualquier hermano y hermana. Pero con el tiempo, Viserys empezó a culpar a Daenerys por la muerte de su madre durante el parto. Eso lo amargó profundamente. Se volvió cruel con ella, siempre advirtiéndole que no debía 'despertar al dragón'. Llegó a tratarla con dureza, a veces de formas abusivas. Pero también fue quien le enseñó la historia de nuestra casa y le inculcó orgullo por su herencia. Aunque... no de la mejor manera."

Khinra se apoyó suavemente en el hombro de Aegon, un gesto que lo tomó por sorpresa. Su voz era un susurro, pero cargada de empatía. "Daenerys ha pasado por tanto. Traiciones, guerras, pérdidas... Es cruel todo lo que ha tenido que soportar. Se merece ser feliz. Nadie más que ella lo merece tanto."

Aegon cerró los ojos un momento, sus labios curvándose en una leve sonrisa melancólica. "Eso es todo lo que quiero para ella. Que sea feliz, al fin."

THE FIRST OF HIS NAMEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora