CAPITULO 29. DESCUBRIENDO LA VERDAD

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Enmanuell llegó a Roma y fue directo a su departamento, luego fue a la oficina donde ya lo esperaban para la junta general del conglomerado GIORDANO.
Llegó al estacionamiento bajó de su Lamborghini y fue al ascensor que lo llevó directo a la sala de reuniones.
—Buenas tardes señores.... Padre, un gusto volver a verte. —saludó y caminó hasta donde estaba el mayor y dueño  de  GIORDANO.CORP.
—Hijo mío, que bueno que estás aquí.
La reunión empezó y todos fueron a dar  información de los ingresos producido durante un año, tiempo en el que Enmanuell no estuvo al pendiente, dejando encargado a Doménico.
Las horas pasaron, tres horas en las que ya era casi la conclusión de la misma con el nombramiento del nuevo presidente y único heredero Giordano.
—Señores, la empresa a crecido mucho en manos de mi hijo, por lo tanto anuncio mi retiro de la presidencia definitivamente, para darle paso a la nueva generación.
Enmanuell miró a su padre sin pronunciar palabras, suspiró profundo y simplemente entregó la carpeta a su padre y salió de la sala de reuniones.
Tomó el ascensor y bajó nuevamente al estacionamiento, subió a su auto y fué a la mansión Giordano.
Petra estaba en el jardín tomando el té cuando llegó.
—Madre. —habló a forma de saludo.
Petra se giró y lo miró ahí sonriendo.
—Hijo mío, por fin regresaste. ¿Dónde has estado todo este tiempo? —preguntó Petra abrazando a su primogénito.
—En Florencia madre, ahí estoy con mi esposa.
—¿Esposa? —interrogó sorprendida.
—Si madre....esposa, la mujer más dulce y maravillosa que pude conocer.
—Pero no es esa chiquilla. ¿Cierto?
—No madre, también se llama Arielle, Pero no es Arielle L'Blank.
—Por dios, una Arielle te deja en ridículo, y te casas con otra de igual nombre.
Enmanuell pasó mucho tiempo hablando con su madre, explicando y contando la forma más extraña de conocer al amor de su vida, y dejando en claro que no deseaba estar en el conglomerado.
—Pero hijo, eres mi único hijo, tienes que asumir tus responsabilidades .
—Madre, que mi padre venda todo eso y se dedique a recorrer  el mundo contigo, es su trabajo de toda la vida ....se lo merecen, tú te lo mereces al igual que el.
—Hijo, es su legado...tu herencia.
—Pero yo no quiero cambiar mis campos con esa oficina madre. Estoy muy bien con mi esposa allá, feliz.
—Hijo, por favor... por favor.
—Por favor tú... madre, fui un hijo obediente, pero no pienso seguir lo que mi padre quiere,  tengo derecho a decidir, tengo planes a futuro, proyectos, y una vida que vivir allá.
—Eres su legado hijo.
—Lo soy madre, Pero no en ese mundo industrial que el desea. Si vinieras a la hacienda mamá.
—Ya pasé años de mi vida ahí, y no quiero volver al pasado, me trae malos recuerdos.
—Madre, deja el pasado en su lugar, eso pasó hace muchos años.
—Pero la herida no sana hijo, y más aún sabiendo que.....
—¿Sabiendo qué madre?
—Nada, no me hagas caso.
Enmanuell y Petra hablaron por más tiempo hasta que le llegó un mensaje a Enmanuell de Doménico.
"Necesitamos reunirnos en un lugar neutral. Ven a mi departamento.
—En quince minutos estoy ahí. —respondió el mensaje Enmanuell, despidiéndose de su madre, y saliendo en dirección a casa de Doménico.
Media hora después, Enmanuell estaba en la mesa de la terraza compartiendo con Doménico.

Arielle L'Blank.

Arielle había llegado a Roma, y estaba en la mansión L'Blank junto a su familia, había decidido organizar la boda y ya estaba preparando todo lo necesario para el recibimiento de toda la gran familia que tenía.
—Mamá, invitaremos al tío Sergio y a la tía Nohelia, ellos son muy importantes para mí.
—No lo sé hija, tienes que llamarlos con tiempo para que puedan estar presente.
—Lo haré mamá, ahora salgo con Rachel para ver algunas cosas.
Arielle se despidió y salió de la mansión,  pasó por el departamento de Rachel para ir de compras.
Llegó al estacionamiento y sin avisar subió al ascensor, tocó los dígitos que la llevaron al piso, las puertas metálicas se abrieron, la cara de sorpresa de Rachel era todo un poena de dramas.
—¿Arielle? ¿Que haces aquí? —preguntó mirando hacia dentro.
—Rachel ¿Pasa algo? —preguntó al ver la reacción extraña de su amiga.
—Ari, no se si sea el momento.
—¿Que pasa Rach? Me asustas.
Rachel cerró los ojos, apretó los puños, y habló.
—Ari, Enmanuell.
—¿Enmanuell? ¿Que pasa con él? —preguntó intrigante.
—Está ahí dentro. Enmanuell está aquí.
—¿Enmanuell está aquí?
—Si.
—Llegó la hora de darle una disculpa Rachel, tengo que hablar con él.
—¿Segura? Y si te maltrata, mira que estaba muy enojado cuando desapareciste.
—Pues yo también tengo motivos para estar enojada con él, me mintió.
Rachel hizo pasar a Arielle a la terraza donde estaba a punto de empezar a comer cuando Enmanuell levantó la mirada y se quedó estático al verla ahí frente a él.
—¿Arielle? Mi morita, ¿Dónde has estado mi mora? —preguntó Enmanuell poniéndose de pie y caminando a su encuentro.
—Hola Enmanuell...que gusto volver a verte. —respondió Arielle abrazándose a él, mientras el dió una vuelta con ella. Arielle reía, lo vio diferente, más feliz y sonriente.
—También me alegra verte, y muy bien. Estás hermosa.
—Me alegra verte Enmanuell, y sobretodo....me alegra ver que no me guardaste rencor... perdóname.
—Tranquila mi morita.... Mentira sería si digo que te busqué.
—¿En verdad no lo hiciste?  Y yo muriendo de pena por ti.
—No... no lo hice morita, y me alegra mucho esa locura tuya.
Arielle miró a Enmanuell achicando los ojos, como  escudriñando esa verdad oculta en esas palabras.
—No entiendo. ¿Me explicas?
—Ese día creí que íbamos a cometer la locura más grande, Pero la locura la cometí yo, desapareciste y te mandé a buscar y a traer a fuerzas, me enojó mucho que no me dijeras que no deseabas casarte, era un acuerdo verbal, y yo lo respetaría si decías que no.
—Lo siento mucho. —habló Arielle cerrando sus ojos.
—Pero tú me mentiste, dijiste que era novio de Doménico.
—¿¡Queee!? ¿Estás loco Enmanuell? ¿Cómo pudiste decir semejante cosa? Además no eres mi tipo. —respondió Doménico y todos rieron con lo último que dijo.
—Si...te mentí, es verdad. Pero al caso es que ese día me llevaron a arrastras a una novia, y...
—Era Maylin, ¿Cierto? Yo me cambié llevándome sus hábitos.
—¿Lo sabías? —preguntó una sorprendida Rachel.
—Si, me lo dijeron las hermanas Luz y Rebeca, ellas me lo contaron, me compadeci de ella.
—Me casé con ella, y soy el hombre más enamorado que existe.
Arielle miró a Enmanuell y empezó sentir un estrujón en su pecho.
—Yo también fui arrastrada
—¿Que? Que estás diciendo Arielle. ¿Cómo que fuistes arrastrada?  —preguntó un sorprendido Enmanuell.
—Llegaron unos hombres al convento y dijeron que mi padre enviaba por mí, y ellos me llevaron. Espera un momento.....—Arielle había caído en cuenta que Maylin era la Arielle de Gabriell, y la niña de dus recuerdos, Doménico y Rachel se miraron y tragaron el nudo formado en su garganta.
—¿Que pasa Arielle?  —preguntó Enmanuell.
—Dime en nombre de tu mujer. ¡Dilo.!
—Arielle Maylin Brigth Kartson.
Arielle abrió los ojos y susurró.
—No puede ser.. esto es una locura. No es posible...—se renegó así mismo caminando de un lugar a otro pasando su mano por su rostro, se paró frente a Enmanuell que no entendió nada aun mientras Doménico y Rachel estaban en completo silencio.
—¿Vives en Florencia? En el pueblo escondido. —preguntó achicando los ojos.
—Si. —respondió Enmanuell aún sin entender.
—Sabías que tú Maylin y yo nos hicimos amigas, y hemos compartido mucho incluso a ustedes.
—¿Que estás diciendo Arielle? Explícame que no entiendo.
—Que el ex prometido de tu mujer Arielle es mi prometido. ¿Entiendes?
Ese día que fuiste por ella te llevaste una novia. ¿Cómo no te diste cuenta que no era yo? 
—No lo sé, simplemente no se me ocurrió quitar el velo que cubría su rostro.
—Esos hombre fueron por una monja llamada Arielle...y yo estaba ahí..ellos fueron por ella y me llevaron en su lugar.
Enmanuell se pasó las manos por su rostro frustrado.
—Gabriell Alighieri. ¿Ese es el nombre de tu....del ex de Arielle?
—Si. Dios esto es una locura.
Doménico se acercó a Enmanuell y Rachel a Arielle. Se juntaron los cuatro y Doménico empezó a contar lo que ya había descubierto.
—¿Lo sabías y no me lo dijiste Rachel? Eso es traición amiga, lo descubriste ...e incluso te fuiste a pasar una semana con ella y no me lo dijiste...—Arielle se puso de pie y salió del departamento d Rachel muy furiosa.
—Confíe en ti Doménico. —dijo Enmanuell después de escuchar a su amigo.
—No sabía que hacer, te lo juro, te lo Hiba a decir Pero Arielle me interrumpió. ¿Recuerdas? pero tranquilo... Gabriell ama a esta Arielle que salió furiosa de aquí y por lo visto,  ustedes han forjado una relación muy fuerte basada en el verdadero amor.
Enmanuell miró fijamente a Doménico y salió sin pronunciar palabras.
Arielle fue directo al aeropuerto, subió al jets privado de su propiedad y voló a Florencia, dos horas después estaba aterrizando en el aeropuerto y media hora después estaba abordando el helicóptero que la llevaría a la hacienda.
"Tengo que decirle a Gabriell, el tiene que saber que el gran amor de su vida...la mujer conquien llegó a la puerta de la iglesia está tan cerca de el...espera un momento. ¿Y si lo sabe y no me lo ha dicho?  ¿Y si ya se han encontrado? ¡Rayos! No...tu no puedes engañarme Gabriell.
Los pensamientos de Arielle eran un caos. Todo ese tiempo se le hizo una eternidad. Y por fin visualizaba los verdes campos de la hacienda Lunares.

CAMINOS CRUZADOSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora