CAPITULO 43. ORQUÍDEA DE CRISTAL

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Arielle Brigth junto a Alexey Shevchenko, hijo de Mikayl y Yara Elif. (Leona) llegaron a una de las mansiones que tenían ahí.
Alexey la bajó en brazos del Jets y de igual manera la subió a uno de los autos blindados y la llevó a la residencia, y la subió a la habitación.
—Descansa enana, no te puedo decir que será mañana o dentro de una semana, Pero estarás bien,, y yo estare contigo. —Alexey trató de tranquilizarla.
Arielle cerró sus ojos, sus lágrimas rodaban por qué de su mente no salian las palabras que escuchó de Enmanuell.

"Asi es, ese matrimonio fue un completo error, ahora lo entiendo mejor, ella lo entendió también, y no, no se enojó pues  desea que se tramite pronto en divorcio."

—Descubriste que fui un error para ti Enmanuell, pues ya lo corregiste. —se dijo mientras las palabras seguían rondando y martillando su mente.

"No lo creo, solo de pensarlo no soporto la idea de imaginar la con Gabriell Alighieri."

—Gabriell, ¿Dónde estarás igual que yo? Talvez sintiendo deseos de morir. — Se dijo así mismo.

"Doménico...Te envío la copia de los documentos necesito estar divorciado."
—Los documentos del divorcio, tengo que firmarlo y enviarlos por correo. Así no habrá nada que nos una.

"Si, lo más pronto, no quiero seguir casado con ella. "
—Claro que así será.
Salió de la habitación y bajó las escaleras, fue a la oficina donde estaba Alexey.
—Enana..no descansaste nada.
—Te firmo los documentos que se necesita y redacta pronto ese  divorcio.
—En eso Estoy, mira el borrador..si te parece bien lo firmas.
Arielle leyó detenidamente el documento en sus manos, estas temblaba, por qué mientras lo leía en su mente retumbaban las palabras de Enmanuell.

"La busqué tanto y por fin la encontré...bueno ella me encontró y no quiere esperar más. Me divorcio, y me caso con mi Arielle y me la llevaré lejos de aquí donde, Gabriell no la encuentre."

—No hace falta que te la lleves lejos, Gabriell también te dejó el camino libre. —habló mientras entregó el archivo a Alexey.
—Enana..no me gusta verte triste, Pero si llorar alivia tu tristeza...llora todo lo que quieras. Yo estaré contigo.
Dijo Alexey dejando todo a un lado y caminando hacia ella.
—Gracias Alex. Sabes..creo que no tengo suerte en el amor, debería tomar los hábitos. —expresó con tono muy triste. Alexey acunó su rostro entre sus manos y unió su frente a la de ella.
—Sería una pérdida irreparable para el mundo..perder semejante belleza en esos fríos y oscuros muros de un convento. Pero si es tu elección no te detengo.
Arielle se abrazó a Alexey, cerró los ojos y lo consideró como una posibilidad.
—No me siento bien, Estoy un poco mareada.
—No has probado bocados Desde que te encontré, vamos tenemos una vida por delante, salgamos a comer algo rico. ¿Que se te antoja?
Arielle se quedó mirando a la nada y cayó en cuenta que Desde hace una semana una semana deseaba comer ensalada rusa, sentía unas ganas incontrolable de comer ese platillo que le hacia salivar la boca solo de imaginar comerla.
—No sé diga más, Vamos por esa ensalada. —dijo Alexey.
Arielle dió media vuelta para salir de la oficina y terminó casi cayendo al suelo, Alexey en su agilidad logró sostenerla en sus brazos.
—Ari..enana ¿Estás bien?
—Por dios..el mundo está girando a mi alrededor.
Alexey la cargó en brazos y la llevó al auto.
—¿Dónde me llevas? Por favor..no quiero salir.
—Al médico, en el avión pasó lo mismo y no quiero que te enfermes.
Alexey la sentó en el lado del copiloto y luego subió el, seguido por sus guardaespaldas, y fueron al hospital.
En el trayecto Arielle sentía el estómago revuelto sintiendo que ya devolvía todo y nada..no había comido nada Desde que había salido de Florencia. Llegaron al hospital y los paramédicos la recibieron.
La pasaron directo al consultorio del Galeno amigo de Alexey.
El médico hizo las preguntas de protocolo y la quedó mirando fijamente.
—Se hará estos exámenes para descartar cualquier anomalía y para confirmar lo que creo que es, haremos un ultrasonido.
—¿Que cosa es doctor?  —preguntó lejos de imaginar que en su vientre crece el fruto de su amor y el de Enmanuell.
Tomaron la muestra de su sangre, luego pasó a la habitación donde la esperaba el Galeno.
—Bien Arielle,  acuéstate ahí y descubre tu vientre. —ordenó y ella lo hizo. La enfermera la ayudó y colocó el frío gel en su abdomen y el Galeno empezó a pasar el transductor.
Miró fijamente la pantalla y la vió a ella con los ojos cerrados.
—Aquí está la causa de sus desmayos y ansiedades. —indicó el doctor sonriendo y mirándola. Arielle abrió los ojos y miró la pantalla y luego al Galeno.
—¿Tengo algo malo? ¿Que tengo doctor ?. —preguntó ansiosa.
—No le veo nada malo y de pende de como lo tome usted señora.
—¿Pero que tengo doctor?
—Mire aquí este punto negro..es su hijo que está creciendo.
Arielle miró embelesada la pantalla y se llevó las manos a su vientre, sus ojos se cristalizaron y dibujó una débil sonrisa.
—Un hijo... Enmanuell.. nuestro hijo crece aquí. —pronunció en un susurro. Alexey se acercó y tomó su mano.
—Tranquila mi enana, no te dejaré sola, voy a estar contigo el tiempo que tu desees, la pregunta es. ¿Le dirás al padre?
—¡No! No le diré nada, mi hijo será solo mío, el ya escogió y no voy a interferir.  —respondió con decisión y seguridad.
La enfermera limpió el gel y ella pasó a cambiarse. Salió de la habitación y fue a ver nuevamente al médico.
—Doctor. ¿Todo está bien con mi bebé?
—Si, todo está bien hasta ahora, tiene doce semanas de gestación y todo va muy bien, ahora tiene que alimentarse bien y cuidarse, los tras primeros meses son muy delicados.
El Galeno dió las indicaciones para las vitaminas y futuros controles prenatales.
—Muy bien, ahora a consentir a mi  enana y su enanito en camino. Ari.  ¿Le dirás a tio Sergio? El estará contento por su nieto, y no se diga la tía Nohelia. —dijo y preguntó Alexey .
Arielle suspiró profundo y negó.
—No, primero tengo que solucionar el divorcio con Enmanuell y les contaré todo, no quiero que Enmanuell se entere de mi embarazo, y pretendía compartir tiempo con mi hijo, no soportaría verlo con ella.
—Está bien enana, será como tú lo decidas. Otra cosa...trasladaré la cede de las empresas aquí en Berlín para no dejarte sola.
—No Alex.. no tienes que cambiar nada, no lo permitiré, sigue como estás hasta ahora, no quiero ser molestia para ti.
—No lo eres Arielle, y no puedo dejarte sola sabiendo que estás embarazada, no lo haré. Además mi tío Nikolay no me lo perdonaría nunca..Ya me organizaré en mis cosas.
—Está bien Alex, además tengo que aprender a valer me por mi mismo y ver por mi hijo. Voy a empezar por retomar mis clases de diseños y tendré mi propia marca de ropa.
—Cuenta conmigo. —se ofreció Alexey y salieron en busca del antojo de Arielle.
Una semana pasó, y Arielle empezó a buscar la escuela de diseños donde desea  perfeccionarse, no deseaba estar sumergida en los pensamientos y recuerdos doloroso de lo que ella creia estaba sucediendo
—Puedes empezar esta semana Arielle, pero para empezar Desde ya.. tienes que crear una línea de trajes,  en la que diseñarás cinco prendas y luego se confeccionan y cada diseño debe tener un tendencia para la temporada que se usará.

—Estudié diseños en Moscú, tengo  todas las tendencias primavera verano y haré los cinco diseños que me pide de muestra.
Arielle concretó todo lo que haría cada día de la semana y regresó a la mansión Shevchenko, dónde se quedaría.

Los días  pasaron y Arielle estaba mirando cada diseño suyo confeccionado. Estaba contenta al ver que sus dibujos cobraban vida.
Y ahora estaban siendo evaluados por la diseñadora en jefe.
—Tienes talento, eres la futura Rafaella varceche de las pasarelas del mundo.
Arielle sonreía, Pero su sonrisa no llegaba a sus ojos, Donatella la miró y observó detenidamente su tristeza reflejada en ello.
—Que tu sonrisa sea amplia, veo que no estás convencida de lo que has  logrado.
—Estoy embarazada, y los malestares me superan.
—Felicidades Arielle, que eso no sea un impedimento para tu triunfo. Al contrario debe ser tu razón para seguir adelante. Necesitas un nombre para la  linea de ropa.
—Orquídea.... orquídea de cristal.
—Perfecto, me encanta ese nombre. Hoy nace orquídea de cristal.
Habló Donatella abrazando a Arielle.
Las semanas seguían su curso, Arielle estaba metida de lleno en los diseños y confección de sus prendas. Donatella había conseguido incluirla en una de los desfiles de moda en Berlín
—¿De verdad? ¿Voy a estar en esas pasarelas? No creí que fuera tan pronto, apenas cinco meses que empecé en este mundo.
—Asi es, tienes talento y eso lo demuestras. Ahora a seguir en grande, después del desfile no te faltarán contratos, y te faltará tiempo por qué las tiendas más reconocidas amaran tener tus prendas en sus ventanas de exhibición.
Arielle continuó de la mano de Donatella, y empezó a diseñar más y tener todo listo para cuando llegue el tiempo del nacimiento de su bebé.

CAMINOS CRUZADOSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora