—Se callan muchachitos espantosos, que no soporto sus lloriqueos. ¿Me escucharon? Porque de no hacerlo, los dejaré Ahí afuera sin abrigo y sin luz.
Vittorio había gritado a Dante y a Orquídea.
—Ya escucharon, callados pedazos de insolentes. —reprendió Felicia a los pequeños que al escucharla se quedaron fríos y en completo silencio.
—Tranquila Cris yo te voy a proteger, tenemos que salir de aquí... tengo que encontrar a mi padre. —dijo Dante abrazando a Cristal.
Las horas pasaron y el amanecer llegó, los pequeños sentían hambre y sed, Felicia preparó desayuno para ella cuando llegó Vittorio. Se sentó en la mesa esperando que Felicia va a servirle el desayuno.
—Tengo hambre Felicia.
—No soy tu empleada ve y prepara lo que vas a comer.
Felicia se levantó y volvió a marcar el número de teléfono de Enmanuell. Era temprano en la mañana, y necesitaba desahesrse de los molestos niños.
—¿Por qué llamar ahora? Aún falta mucho para la hora pactada.
—Ya quiero salir de ésto, quiero tener el dinero y marcharme lejos de aquí.
Vittorio miró a Felicia
—¿Marcharte sin mi?
—Obvio que no Vito, es una forma de expresarme tenemos que apurarlos para así salir pronto del país, Enmanuell no tiene idea que que estoy aquí en Roma.
Felicia marcó el número de Enmanuell y habló.
—Cambiamos de opinión, queremos el dinero para las dos de la tarde volvere a llamar para las instrucciones del intercambio.
Felicia sonrió y colgó la llamada, se acercó a Vito enredando sus brazos en el cuello de él mientras él rodeaba su cintura.
—Con ese dinero tendremos para vivir el resto de nuestras vidas sin trabajar. —susurró en oído de Vito mientras este apretaba su tracero.
Levantó su falda y dió una nalgada, la giró y dieron rienda suelta a sus bajos instintos sin importar que Dante y Cristal padecían de hambre y sed.
Mientras Vito y Felicia gozaban de su placer.
Gabriell, Enmanuell y las Arielle's estaban más angustiados sabiendo que tenían menos tiempo del plazo pactado.
El teléfono de Arielle Maylin sonó y vió el nombre de Nikolay.
Se apuró a contestar tenía la esperanza de que ya le dirían que los niños estaban bien.
—Tío Nikolay, dime qué ya tienen a mis hijos, por favor.
—Tranquila mi niña, es cuestión de tiempo, ya tenemos la ubicación del lugar donde están, mis hombres están en camino.
—Tío dime dónde, necesitamos estar ahí, por favor.
—Pásame a Gabriell o pon el teléfono para que todos escuchen. Enmanuell, Gabriell, confío en que sean prudentes en mantener la distancia, no sabemos como reaccionen los delincuentes, protejan a mi sobrina.
Enmanuell, y los demás salieron a la dirección que les envió Nikolay
mientras ellos llegaban.
Los hombres de Nikolay llegaron a una distancia que no eran vistos por Vittorio y Felicia, caminaron sigilosamente por los alrededores del lugar lleno de vegetación y lograron rodear la casa, con sus señales de estrategia el jefe del escuadrón dió la orden de entrar. Los hombres esperaron el momento y tomaron las puertas, Felicia intentó escapar al igual que Vittorio Pero fueron atrapados, al momento.
—Suéltame, ¿Qué hacen? Me lastiman. —forcejeó Felicia siendo agarrada por uno de los hombres, cubrieron su boca y ataron sus manos al igual que Vittorio.
Enmanuell y Arielle junto a Gabriell y Arielle llegaron en busca de los niños.
—¿¡Dónde están mis hijos!? —gritó Arielle Maylin.
—En el sótano señora, ya los fueron a traer. —respondió el jefe, Arielle corrió en la dirección seguidos por todos sin importar quien eran los que estaban ahí atrapados.
Uno de los hombres llegó con Dante en los brazos, el pequeño estaba semi inconsciente al igual que Cristal, los tomaron en brazo y salieron con ellos para llevarlos de inmediato al hospital.
—Rápido Enmanuell, están muy mal, —dijo Arielle casi fuera de si al ver a sus pequeños desmayados.
Enmanuell condujo lo más rápido que pudo al hospital, Arielle intentaba reanimar a Cristal y Gabriell a Dante.
Llegaron al hospital, Arielle Annastasie corrió por ayuda de los paramédicos, e inmediatamente fueron ingresados.
Arielle Maylin caminaba de un lado a otro como un gato enjaulado, por saber de noticias de los pequeños.
—Tranquila mi vida..ellos estarán bien, —intentaba calmarla Enmanuell.
—¿Cómo sucedió ésto? ¿En qué momento se acercó esa mujer y se llevó a los niños? —se preguntaba Gabriell intentando comprender como fueron a caer en manos de ese par de maníacos cuando estaban en un lugar alejado.
—Ya lo sabremos, el tipo era un vaquero que corrí de la hacienda, lo que no entiendo es desde cuando son cómplice con Felicia. —aclaró Enmanuell.
—Dios los crea y el diablo los junta, y ellos tendrán que rendir cuentas a la justicia. —dijo Arielle Annastasie.
—La justicia empezará a investigar, y no quiero que mis niños pasen por un interrogatorio, quiero que olviden este mal momento, de mi parte dejaré que mi tio Nikolay los encierren en la cárcel donde él encierra a los traidores. Así no harán más daño a la sociedad.
—Primero tengo que mirar a Felicia y al cretino. —dijo Enmanuell.
Media hora después el Galeno salió para dar información de los pequeños y todos se a acercaron a él.
—¿Cómo están mis hijos doctor? —preguntó Arielle preocupada.
—Ellos están estables, estaban desidratados e inconsciente por la falta de alimentación y agua, su glucosa bajó hasta el punto de desmayarse, ya pronto pueden pasar a verlos.
—Los examinaron físicamente. ¿Todo está bien con ellos?
—Si..así es, solo no fueron alimentados.
—Gracias doctor, . —dijeron al unisono Arielle y Enmanuell.
Arielle y Enmanuell pasaron a la habitación de Cristal y la vieron con sus ojitos cerrados.
Arielle sintió doler su corazón. ¿Cómo era posible tanta maldad en el corazón de una persona? Dejar a unos niños sin comer ni beber por dos días. Las lágrimas rodaron por sus mejillas mientras Enmanuell a abrazaba.
—No dejes que te vea mal mi amor, se fuerte frente a ella. —susurró a su oído. Cristal abrió los ojos y miró fijamente a Arielle y luego a Enmanuell, esa mirada estaba llena de interrogante, en su interior también surgió la duda de si era hija de ellos. Arielle se acercó y tomó su mano, y no esperó esa reacción de parte de Cristal. Había retirado su mano del agarre de Arielle.
—¿Que pasa mi amor? Mamá y papá estamos aquí contigo mi vida. —habló Arielle sintiendo un estrujón en su interior al sentir el rechazo de Cristal.
—¿De verdad soy tu hija? ¿De verdad me llevaste en tu panza? —preguntó mirando fijamente a los dos frente a ella, Arielle sintió helar su sangre al escuchar esa pregunta.
—Claro que sí mi amor, claro que estuviste viviendo nueve meses dentro de mi. ¿Y sabes quien estuvo ahí para recibirte al momento de nacer? El tío Alexey. —respondió Arielle mirando fijamente a los ojos de Cristal, deseaba que ella se sintiera segura de sus palabras.
—Cariño...¿Por qué haces esa pregunta? —interrogó Enmanuell sintiendo curiosidad y enojo hacia Felicia, creyendo era ella la causante de las dudas de Cristal.
—Dante y yo escuchamos cuando tío papá Gabriell dijo a esa mujer que Dante no era su hijo.
Arielle miró a Enmanuell sorprendida, no esperó que la curiosidad de su hija llegar a escuchar esa verdad. Enmanuell cerró los ojos al igual que Arielle.
—Hija, Gabriell es el padre de Dante, es su hijo, asi como el te ama a ti como una hija, también ama a Dante.
—¿Dante y yo fuimos a buscar a su papá, por qué esa novia de mi tío papá no quiere a Dante .
—No...no mi vida...todo es una confusión entre ellos, y sabes que, esa novia bonita, se llama Arielle como yo y sabes algo mucho mas importante, que ella dice que si Dante la acepta como su mamá, ella será su mamá de verdad. Te imaginas... el también tendrá una mamá que se llama Arielle así como tú la tendrás.
Cristal sonrió al escuchar a Arielle decir todo eso, Arielle deseó que con esas palabras podía desviar esa idea de la cabeza de Cristal.
—Tengo que decirle a Dante mamá...papi llévame a ver a Dante. —pidió feliz intentando ponerse de pie.
—Un momento señorita, con calma, en estos momentos Arielle está pidiendo formalmente a Dante ser aceptada para ser su madre de verdad. Y si vamos ahora, vamos a interrumpir esa petición.
—Quiero escuchar. —dijo una muy ansiosa Cristal, Enmanuell endureció la mirada ocultando las ganas de reír a ver lo curiosa que era su hija.
—Haber señorita, cuando esté totalmente recuperada..usted y yo tendremos una conversación muy seria. —dijo Enmanuell mirando a Arielle.
—Si..así es, veremos qué castigo es bueno para ver si pierdes esa fea costumbre, que no se de quien lo has aprendido.
Cristal sintió temor ante las palabras castigo y creyó en las palabras de su madre.
—Mami... prometo nunca más hacer algo malo como ser curiosa, Pero no me castigues.
—¿Y si rompes la promesa? —preguntó Enmanuell.
—Ahi si me castigas Papi.
Arielle y Enmanuell rieron, Arielle fue a ver a Dante, sabía que Gabriell estaría en aprietos en ese momento así como lo estuvo ella por un instante.
—Mi vida, voy a ver a tu hermano, te quedas con Papi, —Arielle le dijo a Cristal dejando un beso en su mejilla.
—.Ya vuelvo en un momento amor, Gabriell debe necesitar me justo ahora. —le dijo a Enmanuell.
—Así es, debes estar ahí Dante te necesita ahora.
Arielle salió de la habitación de Cristal y fue a la siguiente, dónde estaba Dante igual mente, interrogando a Gabriell del mismo modo como lo hizo Cristal, y sintiendo temor de no ser aceptado por la novia bonita como le llamaron.
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CAMINOS CRUZADOS
RomanceEl destino cruzó a dos pequeñas, Arielle L'Blank, inquieta y vibrante con unos ojos grises destellante y llenos de inquietud, y de cabellos de color caramelo. Arielle Bright, todo lo contrario, con una quietud y sensatez para su corta edad, sus cabe...