CAPITULO 31. DECEPCIONADA.

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Llegaron a la hacienda en completo silencio, Luz y Rebeca no pronunciaron palabras, Arielle no pidió, ordenó que guardaran silencio.
—No hace falta recordarles que a nadie  ni una sola palabra de lo que sé, este no es asunto de ustedes. —dijo de  forma arrogante y caminó en dirección de la sala.
Luz la miró alejarse y era una completa extraña, su indiferencia les dolía tanto, porque ella era la única persona que conocían y confiaban ahí  fuera.
—Me duele su actitud, no creí que se formara  todo este mal entendido. —se lamentó Rebeca.
—No deja que le aclaremos nada, ¿Y si le decimos a Gabriell?  —sugirió Luz. Y Rebeca se giró de una para mirarla.
—Ni se te ocurra abrir la boca, ni con Sharif, y mucho menos con Gabrielle, no sabemos hasta que punto están los problemas entre ellos.
—Pero Gabrielle se dará cuenta de nuestro distanciamiento. ¿Que me diremos?
—Deja que sea ella quien le de una excusa, ya no quiero hablar o hacer algo que complique más esta situación, mañana buscaremos un departamento en el centro del pueblo, ya no me siento cómoda con esta actitud de Arielle.
—¿Nos iremos de aquí? —preguntó una dudosa Luz.
Rebeca la miró y tomó sus manos.
—Mi Luz, tranquila, nos tenemos la una a la otra, yo cuidaré de ti, y tu de mi, somos hermanas, no de sangre,  pero si de alma,  de corazón, de vivencias juntas, somos familia.
—Gracias Rebeca, siempre te vi como mi hermana mayor, y siempre sentí temor de que nos separaran.
—También yo, por eso siempre rechacé a los padres adoptivos que llegaron por mi, les decía que tenía una hermana, y que sino la llevaban conmigo, entonces no me adoptaran.
Luz abrió los ojos como plato, sus lágrimas rodaron y entonces comprendió muchas cosas. Se abrazó a ella sollozando tan fuerte que llamó la atención de Sharif.
—No debiste hacerlo nunca Rebeca, te perdiste de tener un hogar por mi culpa.
—No, no ...nunca digas eso, yo no podía dejar a mi hermana sola.
—¿Que te sucedió Luz? —interrogó Sharif preocupado.
—Ella es muy sentimental, no pasa nada malo Sharif. —respondió Rebeca secando las lágrimas de Luz.
—Mañana hablamos Sharif, no te molestes por favor.
—Tranquila, te estaré esperando.
Sharif se despidió de ellas, subió a su camioneta y se alejó de ellas.
Luz se abrazó a Rebeca y entraron a la sala, y pasaron directo a sus habitaciones.
Arielle entró a la sala y vio luz encendida en la oficina de Gabriell, subió a su habitación y sacó algunas cosas de su pertenencias y fue a otra de las habitaciones.
Fue al baño, se duchó y una hora después estaba metida en la cama, haciéndose miles de películas en su mente.

Gabriell después de que Arielle saliera al pueblo fue a la cabaña por el camino de tierra con el diseñador de interiores. Realizó cada cosa que necesitó hacer y dos horas después volvieron.
Gabrielle despidió a Patrick llevando la lista de todo lo necesario, todo era realizado en completa discreción hacia Arielle, ese sería su regalo de bodas de su parte para su mujer amada.
Una hora después, Gabriell terminó todo los trabajos y subió a su habitación, no encontró a Arielle y vio  que faltaban sus cosas, miró en la terraza y vio una de  las habitaciones de huéspedes iluminada. Fue hasta allá y tocó la puerta si tener respuesta.
—Arielle, cariño ¿Que sucede? ¿Por qué estás aquí? —preguntó intrigado.
Arielle sintió su corazón latir tan fuerte, cerró los ojos y apretó las sábanas. Se levantó, se colocó una salida de cama y abrió la puerta.
—¿Que pasa Gabriell? —dijo sin más, causando una sensación de alejamiento en el.
Gabriell entró y cerró la puerta tras el.
—¿Que qué pasa? Esperé la cena que prometiste para los dos, y de repente sales de nuestra habitación sin darme una explicación y me haces esa pregunta.
—No puedo estar en la misma habitación que tú, Gabriell, tengo un virus y es contagioso.
—Con más razón mi vida, necesitas que te cuide.
—No Gabriell, tu no puedes estar aquí, te puedes enfermar, por favor sal de aquí, el médico me pidió aislamiento por algunos días.
—¿Que médico? ¿Cuando sucedió?
—Me sentí mal y por eso salí al pueblo. Gabriell por favor necesito descansar. —Arielle casi casi que echó a Gabriell de la habitación.
—Arielle...mi vida.
—Por favor Gabriell.... quiero estar sola.
Arielle cerró la puerta en las narices de Gabriell, él  se quedó parado sin entender el comportamiento de Arielle. Suspiró profundo y regresó a su habitación.
Arielle quedó pegada a la puerta, se deslizó en ella hasta llegar al suelo, sus lágrimas rodaron y su pecho se estrujaba por la sensación que sentía.
—Voy a dejar pasar estos días, pondré en orden mis ideas y entonces hablaré, ahora no puedo...¡Dios! Por qué tiene que ser así... tengo que hablar primero con Maylin.... Arielle Maylin Brigth Kartson. —pronunció en susurros, y continuó. —la hija del tío Sergio y la tia Nohelia.
Arielle miró a la nada y recordó aquel momento cuando ambas corrieron a los brazos de Sergio.

Flash back.

Arielle miró a Sergio y se giró al ver a Arielle Maylin, se miraron fijamente y su adversidad creció en el momento en que ambas corrieron a los brazos de Sergio.
—¡Papi!
—¡Tío Sergio!
—Tu no te abraces a mí papá, el es mío.
—Soy más grande que tú, yo lo vi primero.
—Haber mis amores, no peleen, tu eres mi amor, mi hija, te adoro por eso. Y tu eres mi sobrina, te amo y te quiero también, no deben pelearse nunca. ¿Lo prometen?
—Si, lo prometo.
Las Arielle's se miraron fijamente a los ojos y fue Arielle L'Blank quien sentenció.
—Cuando sea grande te voy a quitar tu juguete favorito.
—Y yo te buscaré y lo recuperaré.
—Entonces nuestros destinos están cruzados.

Fin Flash Back

—Y en verdad se cruzaron, y ahora estamos aqui, la una en el lugar de la otra, y lo peor, yo amo a Gabriell su ex y ella ama al hombre con el que me casaría.
Arielle pasó sus manos por el rostro, y suspiró profundo.
—¡Rayos! No puede ser. Ellos se amaban...ellos...no..no quiero pensar.
Arielle no durmió en toda la noche, su mente era un caos, las dudas y la desconfianza se apoderaron de ella.  El amanecer llegó, Arielle se levantó y escuchó los golpes en la puerta y volvió a meterse en la cama y cerrar los ojos aparentando estar en un profundo sueño.
Gabriell después de ser casi echado de la habitación por Arielle, fue a la suya, caminó hasta el minibar y sirvió una copa de vino bebiendo todo el contenido en un solo sorbo.
— No se que sucedió contigo Arielle, regresaste antes de lo previsto y tú comportamiento es raro .... será que se encontró con su ex prometido...no...no lo creo. ¿Que pasa  mi Ari? No es verdad que está enferma.
Gabriell después de pasar la noche despierta imaginando las peores cosas, también vio llegar el amanecer, fue al baño, se duchó, cambió y salió de su habitación para ir a la de Arielle....golpeó la puerta sin tener respuesta hasta que decidió entrar .
La vio ahí metida en el más profundo sueño, se acercó a ella, se sentó a su lado y delineó su rostro con una rosa blanca.
"Espero todo esté bien con nosotros mi bonita. No me gustaría que estés mal por malos entendidos, quiero estar bien contigo para decirte lo de Arielle." pensó mientras la acariciaba.
salió de la habitación dejando a Arielle más confundida de lo que estaba.
Arielle escuchó cerrar la puerta, abrió los ojos y sus lágrimas rodaron.
Se levantó y fue al baño, se duchó y media hora después estaba envuelta en un albornoz, mirando a través de la ventana.
Vio  cuando Gabrielle subió a la camioneta y salió rumbo en dirección de la cabaña.
Arielle cerró las cortinas y fue al vestidor, se puso unos vaqueros, una sudadera y bajó corriendo a las caballerizas, pidió un caballo y salió tras de Gabriell.
"Hace días que Gabriell sale en esa dirección, y siempre solo. Voy a averiguar que estás haciendo cada día cuando desapareces." Pensó a acercándose cada vez mas.

Gabriell después de salir de la habitación de Arielle, bajó al comedor a desayunar.
— Por favor algo de frutas y bebidas frescas a la señora. — ordenó Gabriell, para luego salir a las caballerizas donde estaba Camilo y Sharif.
— Muchachos, voy a dar los últimos retoques a la cabaña, les aviso para que sepan donde estaré, y si Arielle pregunta por mi.. ya saben que no decir.
— Tranquilo hermano, ve que nosotros te cubrimos.
Gabriell salió de las caballerizas, subió a la camioneta y fue a la cabaña.
Arielle subió a su caballo sin ser vista y se alejó de las cercanías de la hacienda. Arielle...metida en sus cavilaciones vió la camioneta a lo lejos. Se bajó del caballo y se fue acercando sigilosamente, buscó con la mirada hasta que vio dentro de la cabaña a Gabriell.
Lo miró silenciosamente cuando escuchó unos pasos de otro caballo que se acercaba, miró nuevamente a los alrededores cuando se percató de la presencia de Maylin.
Arielle cerró los ojos sintiendo su corazón estrujarse de la decepción que sintió, dió vueltas y caminó hasta donde estaba su caballo y volvió envuelta en un mundo de confusiones.

CAMINOS CRUZADOSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora