CAPITULO 35. ADIOS.

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35Arielle cogió su pequeña maleta y caminó a la salida.
—Vamos Enmanuell.
—Te llevo a dónde desees ir morita.
—Arielle por favor no te vayas, habla con Gabriell, debe tener una explicación.
Luz y Rebeca insistieron sin ser escuchadas. Arielle se giró y las miró nuevamente,
—No insistan, Gabriell volvió con su gran amor y yo me voy con mi esposo.
—soltó de una dejando a sus amigas perpleja.
—¿Esposo? —dijeron al unisono.
—Si...mi esposo porque estamos casados.
Arielle salió junto a Enmanuell, dejando en shock a sus amigas, subieron a la camioneta y se alejaron de ahi, sentía doler su corazón, estaba segura de todo lo que había vivido era amor pero se sentía traicionada. ahora estaba alejándose de ese lugar al que creyó pertenecer.
Enmanuell no estaba diferente a Arielle, sentía la rabia bullir dentro de él al sentirse nuevamente traicionado,  manejó en completo silencio cada uno metido en sus pensamientos confusos que les hacía sangrar el alma.
—¿Cuando están listos los papeles del divorcio Enmanuell?
—Me encargaré de eso y te los envío.
—Está bien, te enviaré la dirección cuando llegue a Nueva York.
—¿Ya no irás a Alemania?
—No...me iré un tiempo a Nueva York, y después veré que hago.
Enmanuell y Arielle llegaron al helipuerto, estacionó la camioneta y salió, dió la vuelta y ayudó a Arielle a salir. Caminaron al helicóptero ya listo y esperando por ella.
Arielle se despidió de Enmanuell,  y la vio alejarse y pensó en hacer lo mismo, alejarse de ese lugar donde creyó ser feliz y ahora  le daba malos recuerdos.
—Será lo mejor, para todos....pero primero tengo que mirarla de frente.

Enmanuell, de regreso a la hacienda, no borraba de su mente las imágenes de lo que según pasaba con Gabriell y Arielle en ese momento y eso lo destrozada.
Aceleró apretando el volante y  llegó a la hacienda y fue directo a la oficina, sirvió un vaso de whisky y lo bebió de un solo sorbo, bebió uno, otro y otro hasta sentir su alma y su corazón anestesiado para no sentir dolor.
—¡Aaaah! —un grito desgarrador salió de su pecho y lanzó todo al suelo.
—Nunca te creí capaz de hacerlo Arielle, nunca...nunca. —habló arrastrando las palabras.
No supo el tiempo que pasó, su mente quemaba por las imaginaciones que pasaban por sus pensamientos.
—¡Arielleeeee! —gritó tan fuerte callendo al suelo y quedando dormido.

Arielle después de despedirse de Gabriell, subió a su camioneta y manejó lo más rápido que pudo, no quería enfrentar a Enmanuell, según sus cálculos,  deseaba llegar antes de que Enmanuell regresara de su cita con Arielle.
Subió a su habitación, empacó una pequeña maleta, y envió el mensaje.
—Tío Nikolay, acudo a ti, porque no quiero que mis padres se enteren, por favor envía por mi a Florencia, por favor.
—Mi pequeña ahijada, no quitaré tu tiempo preguntando que sucedió, ya habrá tiempo para eso. Ahora lee bien lo que te voy a decir. Cuando llegues a Florencia, irás directo al aeropuerto, ahí está Alexey, que está en plan de negocios y de visitas a los abuelos en Roma, le diré que vaya por ti y te envíe a Alemania donde está Yagor esperando por ti.
Arielle leyó el mensaje y se apresuró a  preparar se para viajar, caminó de un lado a otro y nuevamente su mundo se oscureció, trató de recuperarse respirando profundamente y salió de la habitación.
Enmanuell en su somnolencia, escuchó el ruido de la camioneta de Arielle, como pudo se puso de pie y salió de la oficina, parado junto a la escalera cuando Arielle apareció con su maleta.
Ella lo miró fijamente a Enmanuell y recordó sus palabras que se clavaron en su corazón como un filoso puñal hiriendo lo.
Enmanuell la miró y la recordó en brazos de Gabriell entrando a la cabaña.
—¿Te vas? —dijo arrastrando la palabras.
—Es lo mejor Enmanuell, no podemos estar unidos a una persona amando a otra. —dijo Arielle sintiendo su alma destrozada, muy en lo más profundo de su corazón, deseó que Enmanuell intentara detenerla. Pero su respuesta la devastó más.
—Es verdad Arielle, vete, vete por favor. — expresó Enmanuell mirándola con indiferencia y sintiendo su alma y su corazón igual que ella, rotos en mil pedazos.
Caminó a la oficina sin pronunciar más palabras, Arielle lo observó y sus lágrimas rodaron, lo vio entrar a la oficina mientras ella cayó  sentada en las escaleras, sus sollozos eran fuertes, que su cuerpo temblaba,  se llevó sus manos a su boca ahogando un grito desgarrador que deseaba salir.
—Enmanuell, por qué Enmanuell... si yo te amo, y crei que me amabas.  —se dijo entre sollozos. Tomó su pequeña maleta, salió de la sala y fue a la camioneta, agarró el volante y lo apretó fuerte.
—¡Adiós Enmanuell!...jamás volverás a saber de mi. —se dijo, encendió el vehículo y salió rumbo al centro del pueblo, para tomar un uber que la llevaría al helipuerto donde la esperaban por orden de Nikolay.
Llegó al pueblo dejó la camioneta y subió al Uber, fue al helipuerto, subió al helicóptero, y fue trasladada a Florencia.
Arielle Brigth, fue recibida en Florencia por Alexey Shevchenko para ser escoltada al aeropuerto de Roma.
—Ari, aquí estoy pequeña, todo estará bien, tranquila, no lo podía creer cuando tío Nikolay me dijo que venga por ti. Creí que todo estaba bien. ¿Que sucedió?
—Sucede que no tengo suerte en el amor, sucede que cuando amo...creo ser correspondida y siempre es una mujer llamada amiga quien me hace ver  lo contrario.
—Tranquila mi Ari, no conozco en persona a ese Enmanuell Giordano, Pero déjame decirte que el se lo pierde. Eres una maravillosa mujer. —dijo Alexey tratando de animarla, sin tener una respuesta de ella.
Alexey y Arielle subieron al jets privado y viajaron directamente a Alemania. Arielle trató de no pensar en Enmanuell, Pero las palabras que escuchó no las olvidaría jamás.
Flash Back.
"Asi es, ese matrimonio fue un completo error, ahora lo entiendo mejor, ella lo entendió también, y no, no se enojó ella desea que se tramite pronto en divorcio."
"No lo creo, solo de pensarlo no soporto la idea de imaginar la con Gabriell Alighieri."
"Doménico...Te envío la copia de los documentos necesito estar divorciado
Si, lo más pronto, no quiero seguir casado con ella. La busqué tanto y por fin la encontré...bueno ella me encontró y no quiere esperar más. Me divorcio, y me caso con mi Arielle y me la llevaré lejos de aquí donde Gabriell no la encuentre." Pensó cerrando los ojos deseando dormir y despertar cinco años adelante deseando que ese dolor en su alma ya no sea tan fuerte.
—Serás feliz Enmanuell. Feliz con tu Arielle. —se dijo y fue cuando cayó en cuenta que no dejó firmado los documentos del divorcio.
—Alexey, prepara una demanda de divorcio, la firmo y se la envías a Enmanuell por favor.
—Me pongo en eso, ahora por favor, trata de descansar un poco, el viaje es largo. —informó Alexey y Arielle lo miró sorprendida.
—¿Largo? —preguntó.
—Así es....iremos directo a Berlín.
—Pero estás de visita con tus abuelos, no puedes interrumpir eso.
—Estoy aquí en Italia es por negocios...y ya hice todo lo que estaba pendiente. ¿Ví a los abuelos? Pero tú me necesitas. —respondió llebando la a una de las habitaciones.
—Descansa, no te preocupes por mi. —dijo Alexey cerrando la puerta.
Arielle caminó como un zombie, fue al baño y se paró frente al espejo, se miró por mucho tiempo viendo rodar sus lágrimas.
Deslizó sus manos en la imagen reflejada y le habló.
—El amor no existe Arielle....¡Ja! Arielle, siempre te voy a recordar cada ves que alguien me llame por tu nombre. ¿Porqué tengo tu nombre? En verdad me quitaste lo que más amo en esta vida Arielle... Arielle L'Blank...mi rival de niñas.
"Cuando sea grande, voy a quitar tus juguetes. —repitió frente al espejo.
Caminó muy despacio y se adelantó en la ducha, abrió el grifo y con todo y ropa se deslizó al suelo bajo la lluvia artificial.
—¡Aaaah! ¿Por qué a mí? Primero tu Katherine Thompson, me alejaste del qué creí era el amor de mi vida, pero de una forma dolorosa me hiciste ver que no era así...y me llevaste a conocerlo, Pero llegué tarde, muy tarde llegué a su vida.
Estuvo ahí con los pensamientos en un caos completo, cerró los ojos y se desvaneció en la oscuridad.
Alexey vio la hora y fue a darle un vistazo,  golpeó la puerta y al ver que no abrió ni mucho menos contestó, entró sin mas, vio que no estaba y escuchó caer agua.
—Arielle...¿Arielle estás bien? — Preguntó sin recibir otra respuesta. Abrió la puerta y la vio ahí sentada en el piso e inconsciente.
Alexey entró sin importar mojarse la tomó en brazos y la llevó a la cama, llamó a una aeromozas que la cambio de ropa.
—¡Mmmm! ¿Porque a mí? —pronunció en susurros y removiendo se en su lugar.
—Señor...la señora está reaccionando. —dijo la aeromoza abriendo la puerta para que Alexey entrara.
Arielle muy despacio fue abriendo los ojos sintiendo que su mundo daba vueltas.
—¿Estás bien enana? —preguntó acariciando su rostro.
—Si Alexey, estoy bien ....solo es estrés y  cansancio, pero estaré bien.. —respondió jadeante.
—Ese imbécil pagará el haberte hecho llorar, voy a cobrar cada lágrima que derramaste por él.
—No vale la pena, Alexey, enviaré los papeles firmados y seguiré mi vida olvidando esta etapa de mi vida.
Arielle cerró los ojos y volvió a quedarse  dormida. Alexey la cubrió con un cobertor  y salió de la habitación dejando la descansar.

CAMINOS CRUZADOSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora