33Arielle Brigth
Arielle llegó al pueblo y dió vueltas para ver si podía encontrar el vehículo de Annastasie, con el logotipo de la hacienda, HL. Hacienda Lunares.
Dió vueltas y recorrió todo el pueblo encontrando las camionetas juntas. Su corazón se aceleró al ver la camioneta de Annastasie junto a la de Enmanuell, se estacionó, bajó y caminó sigilosamente y vio a través de los ventanales a Enmanuell y Annastasie reir felizmente.
-Esto significa que se están encontrando desde antes. No... no puede ser.... tú no Enmanuell. -se dijo al ver cuando en el momento que se dieron un abrazo y Enmanuell dejó un beso en su mejilla.
Arielle sintió doler su corazón ante esa escena, salió así mismo como entró, sin ser vista. Sus lágrimas rodaban por sus mejillas. ¿Como era posible que nunca se lo dijera, eran amigas, o talvez no era un matrimonio por contrato lo que ella dijo los uniría"? Arielle estaba más confundida, manejó sin control, se sentía traicionada nuevamente por su ahora esposo y su nueva amiga.
Frenó en seco y dió vueltas de regresó al pueblo.
Volvió y dió vueltas nuevamente hasta encontrar a su amiga Annastasie. La vio a lo lejos y aceleró para darle alcance.
Se adelantó y frenó cerrando su camino.
Arielle L'Blank se bajó de su camioneta al mismo tiempo que Arielle Brigth, paradas frente a frente mirándose fijamente.
Ninguna pronunciaba palabras, estaban en completo silencio.
Y fue Arielle L'Blank quien rompió el silencio
-Nuevamente nos encontramos. -dijo, mirándola sin parpadear y sintiendo unos muy controlados celos por el recuerdo de ver cuando llegó a encontrarse con Gabriell.
-Asi es, y será mejor presentarnos, soy Arielle, Arielle Maylin Brigth. -dijo presentándose a su rival de niñas y ahora con más razón de adversidad entre ellas, pues ahora estaban frente a frente siendo cada una ex de sus hombres.
Arielle miró a Arielle Maylin fijamente, y su adversidad creció más en ese momento sintiendo, celos
-¿Y ahora correrás a los brazos de Enmanuell o de Gabriell? Porque ya no estamos, frente al tío Sergio. -habló Arielle L'Blank sin parpadear.
Arielle Brigth apretó sus puños, ver ahora a su amiga parada frente a ella sin dar muestra de emociones.
-Sabías quien era yo.. sabías que Gabriell era el hombre con el que me iba a casar y lo callaste.
Arielle L'Blank apretó sus dientes marcando su mandíbula, sentía ganas de golpear a la mujer frente a ella, que estaba reclamando por Gabriell y no por Enmanuell.
-Soy más grande que tú. -dijo Arielle L'Blank siendo interrumpida por la otra Arielle
-Y esta vez...yo lo vi primero. -respondió Arielle Brigth.
-Pero él.... está conmigo. -respondió Arielle L'Blank
-Y es a Enmanuell a quien amo y tengo. -dijo muy segura de sus sentimientos. Y Arielle L'Blank sonrió ante esa confirmación.
-Cuando sea grande te voy a quitar tu juguete favorito. -¿Recuerdas? Preguntó Arielle L'Blank
-Y yo te buscaré y lo recuperaré. -continuó Arielle Brigth.
-Y entonces el destino cruzó nuestros caminos en ese convento. Ahora estamos como dos rivales que no somos y nunca lo fuimos.
-Fue solo pelea de niñas, celos de hija y sobrina. Pero ese hombre nos ama a las dos, mi padre te ama como su sobrina favorita.
-¿Vamos por una copa de vino?
-Como siempre...vamos.
Las Arielle's subieron a una de las camionetas y regresaron al pueblo, llegaron a un bar y pidieron una botella de vino.
Sentada en una de las mesas frente al extenso verde del paisaje, bebían en completo silencio. Y fue Maylin quien empezó.
-Jamás creí que nos volveríamos a ver así, solo a nosotras nos pasa. -dijo Maylin mirando a la nada
-Si me lo hubieran contado no lo hubiera creído, en verdad.
-Un brindis por nuestros caminos cruzados. -dijeron al unisono y bebieron, hablaron de todo y se olvidaron de las adversidades. Las horas pasaron y se despidieron para irse a su casa cada una completa mente ebrias.ARIELLE L'BLANK.
Arielle L'Blank llegó a la hacienda, esperando que Gabriell le dijera de la invitación que Arielle le había entregado.
Arielle entró a la sala de Star y Gabrielle salía de su oficina. Se acercó a ella y la abrazó por la cintura.
-¿La señora nuevamente estuvo bebiendo? -dijo el tomándola en brazos y llevando la, a la habitación que había ocupado diciendo estar enferma.
-Asi es, me encanta el vino en ocasiones especiales. -respondió para luego quedar en completo silencio al ver la habitación a donde la llevó, no lo contradijo pero esa decisión le causó un mal sabor de boca.
-Déjame sola por favor. -pidió cerrando los ojos.
-Voy a llevarte al bañó.
-No...yo puedo sola....sal de aquí por favor. -habló sintiendo pesar por lo que estaba haciendo.
Gabriell no insistió, su intensión era dejarla descansar y salió de la habitación, cerró la puerta tras él. Fue a la oficina y se dispuso a seguir trabajando, sin dejar de analizar y cuestionarse el comportamiento de Arielle.
Una notificación de correo tenía Desde tres horas antes, y decidió abrir las notificaciones.
Su corazón se estrujó al ver las imágenes.... Arielle abrazada a Enmanuell Giordano. ¿Quien envió estas fotos? ¿Y con que propósito?
¿Por qué Enmanuell en las pocas ocasiones que compartieron, nunca le dijo que conocía a su esposa? Y si ella lo sabía, por qué nunca me dijo que estaba en el mismo pueblo. ¿Será por eso su comportamiento.?
Gabriell dió un fuerte golpe en el escritorio.
-No lo creo, tu no Arielle.
Cerró la portátil y salió de la oficina, fue a la habitación de Arielle y ya estaba dormida profundamente.
"No me vas a ver la cara de imbécil Arielle, voy a ver hasta cuando me ocultas que has visto a Enmanuell. Pensó sintiendo unos celos que lo destrozaban por dentro.
Salió de la habitación y fue a la suya.ENMANUELL GIORDANO.
Mientras en la hacienda Monte Sacro.
Enmanuell después de dejar a Arielle fue a la hacienda y continuó en los establos con la vacunación de los terneros, las horas pasaron y ya entrada la noche fue a ha oficina.
Enmanuell luego de hacer todo en los establos, fue a la oficina a responder los correos y a transferir los pagos correspondientes con los distribuidores .
Las horas pasaron, Arielle había llegado a la hacienda, iba a subir a su habitación cuando vio las luces en la oficina y sonrió, sabía que era Enmanuell quien estaba ahí.
El teléfono de Enmanuell sonó y era Doménico que respondía al mensaje que había dejado Enmanuell muy temprano.
-Don..encontré a mi morita, y hablamos por mucho tiempo.
-¿Le explicaste como fueron las cosas y que están casados?
-Si.. le expliqué lo del matrimonio y le dije que fue un Gran error, y ella comprendió, está esperando, por eso necesito urgente que prepares los documentos del divorcio.
-Es lo mejor, ella se casará con su verdadero amor y tú, mi hermano...ahora por fin serás feliz. Era una completa locura que estés con la mujer que amas y casado con otra. Lo bueno es que entendió y no se enojó.
-Asi es, ese matrimonio fue un completo error, ahora lo entiendo mejor, ella lo entendió también, y no, no se enojó ella desea que se tramite pronto en divorcio.
-Tranquilo todo se solucionará, y te casarás con tu mujer de verdad.
-No lo sé Dom, lo deseo y si pudiera casarme con ella, lo haría Pero....
-¿Acaso lo estás dudando? ¿Dudas de su amor? Ella te ama hermano, y Gabriell es pasado,
-No lo creo, solo de pensarlo no soporto la idea de imaginar la con Gabriell Alighieri.
-Eso no pasará, es tu mujer y ella te ama.
-Doménico...Te envío la copia de los documentos necesito estar divorciado. -dijo Enmanuell.
-Entonces me pongo en eso ya.
-Si, lo más pronto, no quiero seguir casado con ella. La busqué tanto y por fin la encontré...bueno ella me encontró y no quiere esperar más. Me divorcio, y me caso con mi Arielle y me la llevaré lejos de aquí donde Gabriell no la encuentre.
-¿Y si ella no desea ir? -preguntó Doménico.
-Pues me la llevo a la fuerzas, Gabriell Alighieri, no me quitará a mi mujer.
Enmanuell colgó la llamada sin imaginar que era escuchado por Arielle, que estaba con la mano puesta en el pomo de la puerta y con los ojos llenos de lágrimas.
-Enmanuell..no puede ser. ¿Que estás diciendo? ¿Te divorciará de mi para casarte con ella? Que mentirosa eres Arielle, me dijiste que no había amor entre ustedes, y tú me traicionaste Enmanuell, dijiste que me amabas.....y tú Arielle, tú que amabas a Gabrielle, y resulta que Enmanuell desea estar contigo. -Arielle Brigth sintió romper su corazón al escuchar esas palabras, subió a la habitación y fue al baño y cerró con seguro, abrió el grifo para que el sonido del agua ahogara un poco los sollozos.
-Todo era mentira,,, todo fue una vil mentira Enmanuell.
Arielle sentía ese dolor en su alma, sentía el dolor de ser traicionada nuevamente.
Se miró al espejo y vio sus lágrimas rodar por sus mejillas, escuchó los golpes en la puerta que la sacaron de su trance emocional, lavó su rostro y salió con un semblante serio.
Vio a Enmanuell parado frente a ella y lo miró fijamente a los ojos.
-¿Que sucede Enmanuell? -preguntó fríamente, y esa actitud alimentó más las dudas en su interior.
Enmanuell la miró fijamente y suspiró profundo.
-Saldré de viaje, y venía a saber si deseas venir conmigo. -preguntó Enmanuell esperando un si, como respuesta.
-No...no puedo, voy a ir al pueblo para comprar lo que hace falta para la reunión que estoy organizando. -respondió dando la vuelta y mirándose al espejo siendo indiferente con él.
Enmanuell apretó sus puños, intentó decir palabras, Pero la indiferencia de Arielle le causó un mal sabor de boca, y salió de la habitación, fue a la oficina, fue directo al minibar, sirvió un vaso de whisky y lo bebió de un solo sorbo.
-Arielle... Arielle...tu no....tu no. -
Caminó de un lado a otro, pasando una de sus manos por su cabello, la frustración que sentía era tanta, y a su mente llegaban fragmentos del mal recuerdo de Sasha.
-Creí que eras diferente Arielle. y eres....
Enmanuell salió de la oficina,
Sus pensamientos se frenaron y terminó lanzando todo lo que había sobre su escritorio.
Subió a una de las camioneta y, salió como alma que lleva el diablo, marcó el número de Arielle L'Blank para encontrarse nuevamente.
ESTÁS LEYENDO
CAMINOS CRUZADOS
RomanceEl destino cruzó a dos pequeñas, Arielle L'Blank, inquieta y vibrante con unos ojos grises destellante y llenos de inquietud, y de cabellos de color caramelo. Arielle Bright, todo lo contrario, con una quietud y sensatez para su corta edad, sus cabe...