CAMINOS CRUZADOS

CAPITULO 66. SEREMOS NOVIOS

Enmanuell y Arielle entraron a la habitación de Cristal, así mismo Gabriell y Arielle fueron a la habitación de Dante.
Dante estaba mirando a la nada, sintiendo la confusión más grande por las palabras que había escuchado, escuchó abrir y cerrar la puerta y miró hacia la entrada. Vio a Gabriell entrando con una sonrisa que se borró al momento de ver cómo su pequeño hijo, giraba su rostro para no mirarlo.
Gabriell miró a Arielle sintiendo un vuelco en su corazón ante esa reacción inesperada de Dante.
—Hijo. ¿Cómo te sientes? —preguntó Gabriell tomando su mano.
Arielle miró en completo silencio, estaba convencida de que su comportamiento se debía al trauma del encierro.
—Cariño, recupérate pronto para poder ir a casa, te tengo una sorpresa. —dijo Arielle siendo ignorada por Dante, que la interrumpió dirigiéndose a Gabriell.
—¿Quien es mi papá? Ya se que tú no eres mi papá. —preguntó sin más dejando a Gabriell en shock. Siempre supo que tenía que decir la verdad a su hijo, solo esperaba que fuera más grande y pudiera entender las cosas
—Hijo mío...tu eres mi hijo, mi razón de seguir adelante, te amo mi pequeño campeón, eres mi orgullo. —expresó Gabriell sintiendo en su corazón cada palabra que decía
—Pero le dijiste a ella que no era tu hijo.
—No eres mi hijo biológico, porque por tus venas no corre  mi sangre, pero eso no significa que no seas mi hijo, tu mamita no tenía mi ADN, y aún así nos quisimos mucho como se quieren tú y Cristal. ¿O acaso no ves a Cristal como tu hermana, porque no llevan la misma sangre?
—Si...yo quiero mucho a mi hermana y la protegeré siempre.
—Ves..así quise a tu mamá, tanto que ella también me quiso y me protegió, y cuando tú naciste, le hice la promesa de amarte tanto por los dos, de que tú serías mi hijo y te amaría como tal, y eso le explicaba a ella. Mira te presento a Arielle. —dijo Gabriell y Dante abrió los ojos al escuchar el nombre.
—¿Te llamas como mi tía mamita? Arielle. —pronunció algo emocional.
Arielle sonrió y se acercó comprendiendo el gran amor que Gabriell le tenía a ese pequeño inocente.
—Asi es..mi nombre es Arielle L'Blank.
Dante sonrió y miró a Gabriell.
—Papá... gracias por quererme.
—No mi amor, gracias a ti por alegrar mi vida. —dijo Gabriell
—Dante, perdóname, indirectamente obligué a papá a decir lo que no debía, solo tengo dos peticiones para ti. Una..que me perdones, y otra que si tú me aceptas como tu mamita de verdad, te voy a amar tanto como Gabriell te ama a tí, y sino me aceptas me iré para que no te sientas mal por mi culpa. —expresó Arielle sintiendo un nudo en su garganta.
Dante la miró y luego a Gabriell, tomó la mano de Arielle y la entrelazó con la de Gabriell.
—Si papi te buscó para que seas mi mamá de verdad, yo te acepto como mi mamá. ¿Y puedo decirte mamá?—preguntó mirándola y sonriendo.
Arielle sintió un alivio en su corazón escuchar sus palabras  y se acercó dejando un beso en su frente.
—Por supuesto mi amor, seré tu mamá, y tú mi hijo, y te voy a amar tanto como a mis otros hijos. —dijo Arielle, Gabriell la abrazó creyendo que esas palabras eran para en un futuro, los hijos que tendrían, no tenía idea de que en casa le esperaban  tres  pequeños traviesos.
Arielle entró luego de escuchar parte de la conversación que tenían, no podía interrumpir en ese momento, sabía que ella y Gabriell hasta ese momento habían educado muy bien a sus hijos y estaba segura de que Dante era un niño de buen corazón y aceptaría a Arielle.
—¡Mamá! Mira ella será mi mamá de verdad, no será mi tía mamá. —expresó con alegría. Arielle se acercó sonriendo y tomó sus manitas.
—Ves mi amor, ella será una buena mamá, y tu eres el niño más afortunado  del mundo...tienes dos mamá que te aman. —dijo Arielle Maylin acariciando su cabello y Arielle Annastasie sosteniendo su mano.
—Y las dos se llaman Arielle. —pronunció feliz mirando las.
—Quiero contarle a Cristal, que tendré dos mamás que se llaman Arielle. ¿Me llevan con ella?
—Hablaré con el doctor para que estén juntos, mientras están aquí. —dijo Gabriell saliendo de la habitación.
Quince minutos después, Dante y Orquídea estaban en la misma habitación siendo consentidos por  sus madres.
Enmanuell y Gabriell hablaron con Nikolay y fueron a la casa donde tenían a los pequeños retenido, los hombres de Nikolay aún esperaban órdenes de Gabriell y Enmanuell.
Llegaron y entraron viendo que los mantenían atados de mano y pies a una silla.
Gabriell entró y los miró al igual que Enmanuell, se fijó en Felicia y Vittorio.
—Felicia..nunca imaginé que llegaras tan lejos, meterte con mis hijos...ellos son intocables. —habló apretando los dientes y levantando la mano deseando golpear a la mujer. Felicia cerró los ojos esperando el golpe que no llegó.
—No lo hago, porque entonces sería tan bajo como tú, y esa es la gran diferencia entre tu y yo, que yo puedo detenerme antes de caer...Pero tu siempre fuiste débil.
—Tu eres el culpable, cuando Sasha te dejó, yo estuve ahí, cuando esa se fue con su amante que por cierto está tras de ti... también estuve, luego aparecen te convencen de sus mentiras y caes. ¿Quien es el débil?
—¡Cállate mald1t4 mujer! Ensucias el nombre de mi mujer en tu boca. —habló apretando los dientes y se giró a ver al hombre atado en la otra silla.
—Y tu Vittorio..nunca me diste buena espina. —dijo Enmanuell el nombre y le llamó la atención a Gabriell.
—¿Vittorio? ¿Vittorio que? —preguntó Gabriell recordando las palabras de Isabella, y acercándose como un gato a su presa.

"¿El nombre del padre?
—Vittorio Cardona, el más cobarde de los hombres. Cuando le di la noticia de que sería padre, respondió diciendo que no quería ser padre conmigo, y que talvez mi hijo no era suyo."

—Vittorio Cardona, era administrador de la hacienda y lo corrí por malversación ....
—Vittorio Cardona.. —dijo Gabriell interrumpiendo a Enmanuell y acercándose más a Vittorio, lo agarró del cuello y lo golpeó tan fuerte y repetidas veces.

Enmanuell no entendía nada, Pero creyó era por el secuestro de los pequeños y prefirió no interferir
—Tenia razón Isabella..¿Tú recuerda a Isabella Santiago Murillo? ¿La recuerdas? Maldit0 cobarde.

Vittorio la recordaba muy bien, y se carcajeo.
—Claro que recuerdo a esa ofrecida, quería engancharme con su bastar.....
No terminó la frase por el gran golpe que le dió Gabriell haciendo que uno de sus dientes cayera al suelo mientras salía sangre a borbotones de su boca.
—Nunca mas vuelvas a ensuciar su memoria con tus sucias palabras y mas con tus  pensamientos. Desaparezca lo de aquí, encierren  lo  en la prisión más oscura y que nunca vea el sol. Es lo que se merece. Por ser lo que era.
Gabriell salió de ahí dejando atrás ese mal recuerdo, subió al auto y se fue directo al hospital.
Enmanuell salió de ahí tras de Gabriell mientras Felicia gritaba su nombre y pidiendo que la saque  de ahí.
Enmanuell se giró y la miró fríamente a los ojos.
—No volveré a verte jamás en mi vida Felicia. —habló apretando los dientes.
—Te olvidarás de mi...está bien...Pero jamás sabrás dónde está tu hijo, el hijo de Sasha y tuyo. Que ahora debe tener unos nueve años. —Enmanuell quedó de piedra al escuchar lo que Felicia decía.
—Eso no es posible.
—Si...si es posible, el dia que la encontraste en la cama con mi amigo, estaba bajo los efectos de una dr0ga que la hacia perder la realidad, y por rso dijo todo lo que su amante en turno le susurró al oído. ¿ Y sabes que? Yo estaba ahí el día que pasó, si hubieras visto tu cara, era todo un poema de tragedia,   lástima Enmanuell...jamás sabrás de ese hijo, una porque Sasha está muerta..y otra,  porque solo yo se donde está ese mocoso.
Enmanuell la miró fijamente y se regresó a acercándose a ella muy despacio.
—No caeré en tu juego perra. —dijo apretando su  cuello, sin que los hombres ahí presente hagan algo por detenerlo.
Felicia estaba casi sin oxígeno, por el apretón de cuello que le dió Enmanuell, la empujó al suelo y salió de ahí en un mar de confusiones.
Subió al auto y fue directo al hospital donde estaba Arielle y Cristal esperando por el.
Gabriell fue el primero en llegar y fue directo a la habitación, entró y vio a los pequeños listo para ser dados de alta.
—¿Sucede algo mi vida.? —preguntó Arielle al verlo algo agitado.
— ¿Dónde está Enmanuell? —preguntó Arielle Maylin.
—Ya está viniendo, estaba comprando una sorpresa a los niños. —respondió y las dos Arielle's se fieron cuenta de que algo sucedía.
Enmanuell llegó y los pequeños corrieron a ver la sorpresa que no llegó.
—¿Qué nos compraron. Tío Gabriell dijo que nos compraste algo . —dijo la vibrante Cristal.
Enmanuell entendió al momento de ver a Gabriell y respondió.
—Es muy grande y no cabe aquí así que vamos.
Todos salieron del hospital y mientras caminaban por los pasillos Enmanuell pensaba en que era eso tan grande que podían tener y no entrar al hospital, subieron al auto y fueron directo al hipódromo, Dante y Orquídea Cristal eran fascinado con los caballos de carreras.
—Muy bien mis niños, es hora de irnos a casa, ahí también hay una sorpresa que espera por todos. —dijo Arielle Annastasie.
—Un momento mamá, quería ver los caballos un poquito más..por favor. —pidió Dante y se adelantó al momento de que Arielle aceptó.
Dante y Cristal corrieron alejándose de los adultos cuando se encontraron frente a uno de los  caballos.
Dante lo miraba embelesado, cuando escuchó.
—Ese caballo es mío. —habló una pequeña niña de cabellos color caramelo.
Dante se giró y la miró.. sonrió y se acercó a ella.
—Eres una niña muy linda. —dijo tomando sus cabellos.
—Tu también eres muy lindo.
—¿Quieres ser mi novia?
—Estamos muy chicos para eso. —respondió la pequeña niña.
—Cuando sea grande me casaré contigo. Lo prometo.
—¿Serás mi novio?
—Si..¿Y tú..serás mi novia?
—Si. Respondió la pequeña traviesa.
Dante le dió y beso en la mejilla y ella respondió dejando un inocente besito en los labios de Dante.
Dante sorprendido limpió sus labios y ambos niños salieron corriendo, mientras eran vigilados por la curiosa Cristal.