CAPITULO 57. UN GRITO QUE DUELE

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Arielle L'Blank.
Arielle y Jhon, están festejando el haber terminado la obra del palacete, estaban en unión de todo el equipo que integraban la firma de arquitectos.
—Un brindis por nuestra arquitecta estrella. Es nuestra mina de oro, sus trabajos cuestan mucho por ser excelentes .—dijo uno de los compañeros de trabajo,
—¡Salud! Dijeron todos al unisono, mientras Jhon abrazaba y dejaba un beso en la mejilla de Arielle.
—Muchas gracias, nuestro triunfo es en conjunto, todos aportamos con nuestras ideas y damos todos nuestros esfuerzos en realizar nuestro trabajo para que este sea el resultado, ¡Salud! Por un triunfo más. —habló Arielle brindando por sus logros.
—Falta un mes para la semana de la moda, y entregamos el trabajo a tiempo, ahora, debemos ir a Italia, tenemos que diseñar nuestra futura boda ahí. —dijo Jhon hincado de rodillas y mostrando un anillo. Arielle se quedó estática por la sorpresa, no esperó esa petición de matrimonio, todos aplaudieron y esperaron su reacción.
—Jhon...yo..no me lo esperaba..—expresó teniendo sentimientos encontrados, tenía tres años de novios Pero jamás pensó en cruzar la linea de ese hecho.
—¿Aceptas ser mi esposa Arielle L'Blank? —preguntó Jhon seguro de sus sentimientos y deseando ser aceptado.
Arielle extendió su mano y Jhon colocó el anillo en su dedo.
—Acepto Jhon.. acepto ser tu esposa. —respondió, Jhon se puso de pie, la tomó por la cintura y dio vueltas con ella.
—Te amo mi princesa hermosa. —habló sobre sus labios y dejando besos en ellos. Arielle sonrió, sintió un vuelco en el corazón y no pudo responder un "yo también te amo"
La velada llegó a su fin y cada uno volvió a casa, todo el trayecto Arielle estaba en completo silencio.
—¿Pasa algo bonita? —preguntó Jhon al verla tan distante.
—Jhon, nos casaremos en Italia Pero viviremos aquí, es aquí donde está establecido nuestro trabajo.
—Viviremos donde tú quieras, Pero deseo que nuestra boda sea lo mas pronto posible, no habia querido decir nada aún pero a ti no te lo puedo ocultar.
—¿De que se trata?
—De viajar a Dubai, un nuevo proyecto.
—¿Dubai?
—Si, y sabes que la cultura Ahí es diferente a la nuestra, así que si vamos ahí sera como esposos.
—Está bien, será algo sencillo para no tardar mucho y poder viajar.
—Así es, no estaremos en la inauguración de semana de la moda.
—No, Pero pediré mi vestido a la famosa diseñadora de Orquídea Cristal.
—Esta bien amor, será como desees, si es de esa casa de modas de ahí será. Llegaron a la mansión, Arielle bajó del auto, entró y subió a las habitaciones de los pequeños ya durmiendo.
Entró a la habitación de Gianni Gabriell y dormía plácidamente.
—Mi Gabriell... gabriell. —pronunció en susurros, a su mente llegaron recuerdos de cuando planeaban tener una numerosa familia, y ahora ella estaba en planes de casarse. Suspiró profundo cubrió a Gabriell con una manta y fue a la habitación de Marco Aurelius, lo cubrió dejó un beso en la frente, y por ultimo fue a la habitación de Carmine Julianne.
—Aún estás despierta mi muñequita. ¿Porqué no estas durmiendo? ¿Te pasa algo? —preguntó Arielle sentándose en su cama.
—Si dormí mami, lo que pasa es que tuve un sueño.
—¿Y que soñó mi muñeca? ¿Puedo saber?
—Soñé con un hombre muy guapo, venía a buscarme y me decía que yo era su princesa
—Mmm mi niña soñando con su príncipe azul.
—No mamita, no era mi novio.
—¡Novio! No sabía que tenías novio. —Arielle respondió sorprendida ante las palabras de su pequeña. Y riendo.
—Soñe con Papi mamá. —dijo y Arielle quedó en silencio.
—¿Soñaste con Papi? Pero como sabes que era papá.
—Perdón mamita, pero buscaba mi cuento de sirenas y entre tus libros encontré esta foto y creo es de papi.
Arielle miró la foto de Gabriell y su corazón se estrujó tanto, cerró los ojos ahogando las lágrimas que amenazaban con salir.
—Mami, tío Jhon es muy bueno con nosotros, nos quiere y nos cuida y hace de nuestro papá, pero no es papá, yo quiero a mi papá, ¿por qué papi no nos quiere?. —pronunció Carmine Julianne, y Arielle no tenía respuesta que dar. ¿Cómo decirle a su hija que su padre estaba casado con otra mujer? No lo entendería.
Arielle abrazó a su hija y dejó salir las lágrimas.
—Perdón hija mía..perdón por no hablarte nunca de tu padre, Pero el no sabe que tiene tres maravillosos niños
—No lo sabe, entonces por eso no ha venido a vernos. Tenemos que decirle mamá. Tienes que decirle que tiene una princesa que conocer y lo espera.
Arielle sentía romper su corazón en mil pedazos, sus sollozos se escucharon y Carmine la vio llorar. La miró de frente y acunó su rostro entre sus manitas regordetes.
—No llores mami, no volveré a pedirte algo que te hace llorar.
—No mi amor, no lloro por tu pedido.
—¿Ya no amas a papi? Por eso estás llorando.
Arielle sonrió y abrazó fuerte a Carmine, dejó un beso en sus mejillas y se acostó a su lado, y sus pensamientos eran un enjambre de confusión, cerró los ojos aceptando su destino recordando las palabras de su madre.
" Hija. ¿Estás segura de que es lo que deseas? ...Digo, tu compromiso con Jhon. ¿Lo amas?
—Si madre, Jhon es el hombre perfecto para mí...los niños lo adoran.
—¿Y tú? ¿Tu adoras a ese hombre?
—Aprenderé madre... aprenderé.
—Hija, no quiero que sufras, yo cometí el mismo error y terminé sufriendo, y peor aún, hice sufrir a Sergio después." —recordó.

"No será un error, no será un error " —pensó tratando de convencerse así misma.
Carmine sintió que su madre quedó dormida y se abrazó a ella.
Los días pasaron y Jhon junto a Arielle y los niños estaban abordando el jets privado para viajar a Italia.
El vuelo fue tranquilo sin novedades, cada uno sumergido en darle los últimos detalles al trabajo que dejarían en manos de los compañeros para cuando viajaran a Dubai.
Las horas pasaron y estaban aterrizando en el aeropuerto en Roma, los autos que esperaban los trasladaron a la mansión L'Blank
dónde los esperaban todos incluídos Rachel y Doménico.
Arielle entró al jardín saludando a todos.
—Hija mía, que bueno que llegaron bien, todo esta listo para la cena de los niños. —pronunció Julianne.
—Hola Arielle! Muchos años sin vernos. —dijo Rachel mirando a los pequeños correr a los brazos de Jordan, y Julianne.  Y preguntó sintiendo curiosidad al ver los trillizos de cabellos rubios.
—¿¡Son hijos de Gabriell!? —habló, o preguntó.
—Son mis hijos Rachel y nada más. —respondió mirándola fijamente.
Rachel tragó el nudo en su garganta, tenía que decirle Pero sentía un distanciamiento de parte de Arielle.
—Arielle, nunca me perdonarás el haber callado que conocía a Arielle Brigth, que me hice  su amiga porque Enmanuell invitó aquella vez a Doménico a la hacienda. No sabía si hablar o callar,  estaba confusa al igual que Luz y Rebeca.
Arielle suspiró profundo y respondió.
—Ya no importa Rachel, ese es el pasado y ahí se queda.
—¿Estás segura? Segura de que no deseas saber. Por callar se formaron muchos malos entendidos y terminaron cada quien por su cuenta, y mira...aunque me digas que tus hijos son tuyos, Gabriell se perdió verlos crecer en tu vientre, ser consentida en tu embarazo.
—¡Basta Rachel! Seguramente no le hizo falta, ni pensó en esa posibilidad por estar consintiendo a su verdadero amor.
—¡Eres tú, Arielle! Su verdadero amor eres tú. Y no entiendo cómo es que llegas aquí con Jhon, si te marchaste con tu esposo Enmanuell.
Arielle se giró y la miró sorprendido por lo que dijo.
—¿Qué estás diciendo Rachel?
—¿Acaso no fue eso lo que les dijiste a Sharif, Luz y Rebeca.
—¿Acaso ellas no te dijeron que Gabriell y Arielle Brigth pasaron una tarde entera en una cabaña? Por que eran sus amigas, muchas más leales a ella que a mí.
Rachel no entendía nada de lo que Arielle decía, porque simplemente, ese detalle lo sabían Arielle L'Blank y Enmanuell Giordano y nadie más.
—¿Que estás diciendo Arielle, eso no pasó jamás. ¿Quien te metió esas absurdas ideas en la cabeza?
Arielle la miró achicando los ojos.
—Nadie me lo dijo Rachel, Enmanuell y yo lo vimos. —respondió dando la espalda para salir de la presencia de Rachel. Esta la agarró por el brazo y la detuvo girando la,
—Sabías que Gabriell desapareció creyendo que te habías marchado con Enmanuell...tu esposo, eso le dijeron luz y Rebeca, que lo habías dicho, te fue a buscar a ls hacienda de Enmanuell y le dijeron que se había marchado sin saber su dirección.
Arielle quedó en shock al escuchar lo sucedido con Gabriell. Tragó el nudo en su garganta para poder articular palabras.
—¿Donde está Arielle Brigth? No lo sabes. ¿cierto? No lo sabes por qué se fue con él.
—No..no Arielle, no, estás equivocada, las cosas no son así, Gabriell fue a buscar a Enmanuell, y no estaba, el dedujo que se fue contigo,  Sharif lo siguió,  y se fue a un bar, perdió la razón, Sharif lo llevó a su casa y cuando fue por nosotras a casa de Gabriell y  regresamos ya no estaba, desapareció sin dejar rastros. s
Arielle sintió estrujar su corazón, sentía una presión tan fuerte que ahogaba un grito desgarrador en su garganta.

CAMINOS CRUZADOSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora