CAPITULO 56. EN BUSCA DE ARIELLE

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—Maldic1ón, todo esto es una maldit4 confusion, —gritó Gabriell mientras sus nudillo sangraban.
Se acercó a Enmanuell y lo agarró por el cuello haciendo que visible la mancha de sangre que se empezaba a ver más grande en su ropa.
—¡Enmanuell! —dijo Arielle apresurada a ayudarlo al ver que se tambaleó un poco.
—Necio..no debiste salir del hospital —renegó Gabriell llevándolo a una habitación mientras Arielle marcaba en número de emergencias.
Corrió tras de ellos y trató de desinfectar la herida mientras llegaban los paramédicos.
—Necesitaba saber si habías dejado de amarme, y me encuentro con que tenemos una hija, nuestra princesa.. perdóname mi vida, perdóname por todo lo que sufriste involuntariamente, creí morir al creer que habías vuelto con Gabriell.
—Tranquilo, no te agites, ya habrá tiempo para aclarar las cosas, ahora descansa mientras llegan. —dijo Arielle.
—¿Donde está Arielle? —preguntó Gabriell.
—Gabo...
—¡Necesito saber Ari! Hay mucha confusión en todo esto. —gritó caminando con desespero.
—La última ves que nos vimos, nos despedimos en el helipuerto, dijo que se iría a Nueva York y después no supe más de ella.
Gabriell salió sin decir nada más, fue a la oficina y marcó el número de teléfono del detective, envió todo los detalles y fotografías de Arielle para que sea encontrada lo más pronto.
—Necesito saber de esta persona lo  más  pronto posible. Para mañana es tarde, está en Nueva York.
—Ya me pongo en eso señor Alighieri, le envío detalles de la investigación.
Gabriell cortó la llamada, y caminó al minibar, sirvió un vaso de whisky y lo bebió de un solo sorbo.
—¡Maldic1ón! ¿Cómo fue a suceder algo así? —se dijo estrellando el vaso en la pared. De su mente no salian las palabras de Luz y Rebeca.

"¡Se fue! Se fue..se fue...se fue Gabriell se fue.
—Si se fueron, tratamos de detenerla pero no escuchó razones.
—¿Se fueron? ....¿Se fueron quienes?
—Se..se fue con Enmanuell Giordano, su esposo, fue lo último que nos dijo y salió de aquí con el..de ahí no se a dónde mismo se fueron.
—Eso no puede ser Rebeca, ¿Cómo que su esposo? ¿¡Cómo que su esposo!? Maldit4 sea.
—No lo sé Gabriell, solo eso dijo, tratamos de convencerla pero no escuchó, dijo que habías encontrado a tu amor y que no sería un obstáculo entre ustedes. Gabriell, ella te vio en esa cabaña, dijo que pasaste horas ahí dentro con Maylin. ¿Que querías que ella piense? " —recordó cada palabra.

—Toda una maldit4 confusion.....te perdi por una confusion.
Gabriell sentía enojo, apretó sus dientes tan fuerte que se marcaron, y sus puños que parecía hacer reventar sus venas, deseaba salir corriendo, Pero no podía llegar frente a ella con Dante, sería otra mala interpretación para Arielle.
—Un día más, después de que te encuentre mi caprichosa, un día más.
Dijo y salió con Arielle y los paramédicos llevando a Enmanuell de regreso al hospital.

Enmanuell estaba nuevamente ingresado, Arielle no quería apartarse de su lado, después de ciertas aclaraciones a media entendía que nada de lo que escuchó era lo que ella pensó. Vio a Gabriell perdido en sus pensamientos y se acercó a él.
—Gabo...ve por ella, no pierdas más tiempo.
—Ya la estoy buscando, solo espero me escuche y no lo mal entienda nuevamente cuando le hable de mi hijo.
—Arielle te ama Gabo, y te escuchará antes de juzgarte, yo estaré contigo y también Enmanuell. Juntos aclararemos todo este mal entendido que nos separó.
Gabriell suspiró profundo y abrazó a Arielle, nunca imaginó que su Arielle se había alejado para dejarlo ser feliz con la que ella creyó era su verdadero amor.
El Galeno llamó a Arielle y ella se apresuró a ir.
—Señora Brigth, el paciente necesita quedarse veinticuatro horas bajo vigilancia médica.
—Está bien doctor. ¿Puedo pasar a verlo? —preguntó Arielle mientras el médico le decía el paso.
Enmanuell cerró los ojos, se sentía más liberado de la presión en su alma y su corazón, así se sentía cada vez que recordaba a Arielle.
—Tendrás que quedarte un día  entero aquí, yo voy a mi taller tengo que inspeccionar un pedido que se enviarán, y ver cómo va lo del nuevo evento de la semana de la moda. —informó Arielle, Enmanuell abrió los ojos y sonrió.
—Vé mi vida, no quiero distraerte de tus obligaciones...Arielle...nunca, ni un solo instante de todos estos años, dejé de amarte, no niego que en mis noches bohemias te odiaba por lo que creí, Pero era más grande el amor que sentía por ti. Te amo mi monjita...nunca dejé de amarte. —pronunció Enmanuell estirando su mano, y Arielle la tomó.
—Enmanuell, estás comprometido con Felicia, si Estoy aquí, es por que no puedo dejar solo en estos momentos al padre de mi hija. —dijo Arielle palabras que no salian de su corazón, porque muy dentro de ella se encerraba un grito desgarrador de la felicidad que sentía al escuchar esas palabras. Enmanuell cerró los ojos al escuchar esas palabras y trató de detenerla.
—Eso no es importante mi vida, ella no es .
—Ella no es..Pero estuvo contigo todos estos años.y eso cuenta Enmanuell. Cuenta, y mucho. —respondió. Caminó a la puerta y al momento de abrirla se encontró frente a frente con Felicia, Arielle se giró y miró a Enmanuell y una débil sonrisa se dibujó en ella.
—No es importante pero está. —dijo y salió de la habitación.
Enmanuell pasó sus manos por su rostro, se sentía frustrado y la impotencia lo dominaba, no podía salir corriendo y alcanzarla.
—¿Que haces aquí Felicia? —fue lo que respondió al saludo de ella.
—Manu. ¿Que pregunta es esa? Soy tu prometida, tu mujer. ¿Acaso ese incidente te borró la memoria? —habló con voz seductora.
Enmanuell quitó su mano de la suya y la apartó.
—Lo siento Felicia, han pasado cosas ...más bien se han aclarado muchos malos entendidos con Arielle.
—¿Arielle? Ella tiene familia Enmanuell, ¿Cuáles malos entendidos? ¿Del por qué se fugó con su ex prometido. Eso?
—¡Basta Felicia! No te voy a permitir que dudes de ella. Las cosas no fueron como las creímos Arielle y yo.
—Tiene hijos con él Enmanuell. ¿Acaso no lo sabes? Tu lo viste.
Dijo sin pensar y Enmanuell la miró achicando los ojos.
—¿Cómo sabes que ellos tienen una familia y con hijos? ¿Acaso fuiste tu la que me envió esas fotos? —preguntó Enmanuell de forma acusadoras.
—¡Contesta! —gritó y Felicia dió un brinco de susto.
—No...no fui yo.
—Aqui... nadie más que tú conoce mi pasado, Así que debiste ser tú. ¿Felicia, cuántas cosas más sabes y me ocultas para tu conveniencia?
—Yo solo quería que dejaras de pensar en ella, que me trates diferente, estuve contigo todo el tiempo que te perdias  por culpa de Sasha, después por culpa de Arielle.
—Siempre fui claro contigo, nunca te prometí más de lo que podia ofrecer y lo aceptaste.
—Yo te amo Enmanuell.
—Me amas... pero tú amor no es tan fuerte como para no sentirte exclusiva aunque sea para el sexo, porque no creas que no lo sé...tu y el tipo del bar tuvieron encuentros.
—¿Que dices Enmanuell? Solo fue una vez...y fue tu culpa, siempre me llamaste Arielle mientras me hacías el amor..lo soporté en silencio, Pero ese día deseaba ser yo, que dijeran mi nombre mientras me cojen.
Enmanuell cerró los ojos sintiendo un poco de culpa.
—Sal de aquí Felicia, y perdóname, pero no podré casarme contigo, no ahora que se la verdad.
Felicia se lanzó sobre Enmanuell casi suplicando.
—No Enmanuell, no me puedes hacer esto..yo te amo.
—Perdóname por favor Felicia, Pero yo jamás podré amarte, fue un error pedirte que seas mi esposa sin sentir amor por tí.
—Enmanuell...no..
—Sal de aquí Felicia, ten un poco de respeto por ti misma y acepta.
Felicia se puso de pie y lo miró fijamente, limpió sus lágrimas y sin pronunciar palabras salió de la habitación.
—Me las vas a pagar Enmanuell,  tu también maldit4 Arielle, igual que Sasha terminarás. Si ella no pudo quedarse con Enmanuell, tú.. tampoco lo harás estúpid4. —pensó mientras caminaba por los pasillos y  salía del hospital.

Arielle salió del hospital y fue a la casa de modas, Gabriell se había adelantado para dar los últimos controles de empaque como siempre lo hacía ayudando a Arielle.
Arielle todo el trayecto no dejó de pensar en todo lo acontecido en las últimas horas,  llegó, y recordo las palabras de Enmanuell diciendo.

"Arielle..nunca, ni un solo instante de todos estos años, dejé de amarte, no niego que en mis noches bohemias te odiaba por lo que creí, Pero era más grande el amor que sentía por ti. Te amo mi monjita...nunca dejé de amarte. —sonreía ente el recuerdo de esas palabras, y su sonrisa se borraba cuando Felicia también llegaba a ellos.
Arielle llegó a su trabajo y pasó largo al taller, miró y revisó el trabajo impecable que hacían sus obreras, y pasó al área de empaquetamiento.
—¿Como va todo? —preguntó llamando la atención de Gabriell.
—Todo listo para la semana de la moda, y aprovecharé para buscar a Arielle. Voy a peinar Nueva York si es necesario, Pero la encontraré.
Arielle sonrió al ver a Gabriell dispuesto a recuperar a Arielle, le dió un abrazo y fue correspondida.
—La vas a encontrar Gabo, y todo se va a aclarar entre ustedes.
—Así será mi Ari, y tú serás felíz junto a Enmanuell y Cristal.
—Lo único que sé, es que tendré que compartir a mi hija con Enmanuell y Felicia. —dijo con voz apagada.
—Señora Arielle, el vestido de novia que se enviará a Italia, esta listo para hacerlo, usted me dirá cuando, porque aún faltan dos semanas para la boda de la clienta.
—Envíalo ya, con la confirmación de arreglos y ajustes, y envía a Karla para que los realice de ser necesario.
Gabriell salió del departamento de empaque y fue a su oficina, mientras Arielle firmó la orden para el envío.
Dos días pasaron en los que Arielle solo se comunico con el Galeno para saber de Enmanuell. Su arduo trabajo la mantenía ocupada, solo faltaban tres días para viajar a Nueva York. Gabriell aún no recibía buenas noticias de Arielle L'Blank.
—¿Gabo, ya está todo listo para la estadía en Nueva York? Podemos irnos antes,..salir esta misma noche. —propuso Arielle y Gabriell aceptó.
—Si.. por que está espera me va a volver loco.
—Entonces voy a casa y empacaré lo necesario para los niños.
Arielle salió de la casa de modas y fue a la mansión, mientras Gabriell fue al hospital. Había estado al pendiente de Enmanuell sin decir nada a Arielle.
—Llegó al consultorio del médico y pidió pasar a la habitación.
Entró y lo vio listo para salir nuevamente con el alta voluntaria.
—¿Saldrás nuevamente sin poder esperar estar mejor? —preguntó Gabriell.
—No aguanto estar aquí sin saber nada de Arielle, no responde mis llamadas.
—Viajaremos a Nueva York por eso de la semana de la moda y aprovecho para buscar a Arielle.
—Pues voy con ustedes, esto tenemos que aclarar lo estando los cuatro frente a frente.
—Pues entonces prepara tu viaje y nos vemos allá. —dijo Gabriell saliendo de la habitación para volver a la mansión. Y de ahí al aeropuerto para ir en busca de la verdad que nunca se dijeron.
Una hora después estaban abordando el jets privado y despegando a Nueva York. Y media hora después lo hizo Enmanuell.

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