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AL ESTAR ENCIMA DE HAWK, Marie aprovechó todos los segundos de desconcierto del chico para propinarle una buena cantidad de puñetazos

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AL ESTAR ENCIMA DE HAWK, Marie aprovechó todos los segundos de desconcierto del chico para propinarle una buena cantidad de puñetazos. No obstante el chico no tardó en recuperarse de la conmoción del momento y rodó por el suelo para ser él quien estuviera encima de Marianne. Los ojos de ella eran como imanes para los suyos: No podía mirar a otro lado que no fuera a esos orbes castaños tan brillantes.

La peli negra tragó saliva al sentir las manos de Hawk rodear sus muñecas para dejarla inmóvil en el suelo. Su pecho subía y bajaba encontrándose con el del chico, mientras que sentía vergüenza por tener que admitir que se estaba poniendo nerviosa bajo la mirada y el peso del cuerpo del de cresta.

—Te odio tanto que me cuesta respirar...—dijo ella con problemas para hacer salir a flote su voz.

Hawk sonrió sarcásticamente antes de inclinarse hacia ella para que lo escuchara mejor entre todo el ruido que había.

—Puede que no puedas respirar por otro motivo—murmuró él.

Marianne notó como sus narices estaban a punto de rozarse y sus ojos bajaron inconscientemente a los labios del chico.

—No. Ese es el único motivo—dijo antes de darle una patada en la entrepierna y quitándose a Hawk de encima por fin.

Se levantaron del suelo con increíble rapidez y Marie dio la primera patada. Hawk la esquivó y, con una sonrisa, empezó a defenderse de los ataques de Marianne, que se ponía cada vez más nerviosa y enfadada.

—¡Vamos! ¿Vas a partirme un brazo a mi también?—exigió ella ciega de rabia. Los recuerdos de los últimos meses se le vinieron encima y no hizo más que temblar y dar patadas torpes y puñetazos descoordinados—. ¡Pégame si vas a quedarte más a gusto!

Esas palabras resonaron en el interior de Eli, haciendo que Marie encajara el primer puñetazo en su mandíbula y pegara un grito.

—¡DEMETRI!—la latina echó a correr detrás del chico, que estaba luchando como bien podía contra dos cobras.

Fue en ese instante cuando Hawk miró a su alrededor mirando el caos de la casa de Sam. Comprendió, con una claridad abrumadora, que había llegado demasiado lejos. El miedo en los pensamientos de Marie lo hizo darse cuenta de que su comportamiento había traspasado un límite que jamás debió cruzar. La realidad de cómo la había hecho sentir lo golpeó como una avalancha, llenándolo de arrepentimiento y una angustia profunda.

Y no solo se había portado mal con Marie (de hecho, ella era la única con la que siempre había querido arreglar las cosas y no pelear por miedo a lastimarla): Había dado la espalda a muchos amigos suyos. Había mentido, robado y peleado como un crío para encajar en Cobra Kai y tener la aprobación de Kresse y ser su favorito. Por Dios, le había roto el brazo a su mejor amigo...

Todas sus acciones le golpearon con fuerza de golpe, mientras que a unos metros la chica de la que llevaba años enamorado se zurraba a puñetazo limpio contra un gigante el doble de grande y fuerte que ella. Por mucho que la chica se esforzara, no pudo hacer nada contra el golpe en el esternón que recibió de su adversario, y Hawk sintió la sangre caliente al ver como a ella y a Demetri los sujetaban del brazo sus dos compañeros mientras se reían.

𝗥𝗘𝗔𝗗𝗬 𝗙𝗢𝗥 𝗜𝗧──𝐄𝐥𝐢 𝐌𝐨𝐬𝐤𝐨𝐰𝐢𝐭𝐳 ✧.*Donde viven las historias. Descúbrelo ahora