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MARIE LLAMÓ A LA PUERTA EN REPETIDAS OCASIONES ANTES DE QUE JOHNNY LE ABRIERA

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MARIE LLAMÓ A LA PUERTA EN REPETIDAS OCASIONES ANTES DE QUE JOHNNY LE ABRIERA. Lo miró con expresión intranquila mientras se retorcía las manos antes de pedirle por favor si podía pasar.

—Estás en tu casa, mocosa.

La joven entró y vio que Miguel estaba allí. Estaba tratando de alcanzar una revista porno del techo que seguro que Johnny había colgado como incentivo.

—¿Podemos volver a ser los de antes? No quiero estar peleada contigo—murmuró ella. Los ojos oscuros de Miguel la escrutaron—. Ya sé que tú eres el que se cobró la peor parte del accidente... Pero me dolió que insinuaras que yo no tenía problemas solo por esa razón.

—Siento mucho lo que dije. Ese día estaba enfadado con todo y lo pagué contigo—se disculpó el chico.

—Y yo siento no haber ido estos días a verte al hospital.

—¿Colegas?—Miguel tendió la mano en dirección a su amiga.

Ella asintió aceptando su mano.

—Colegas.

Ambos sonrieron y Marie se arrodilló para poder darle un abrazo. Se sintió un poco incómodo, pero dado que a ella nunca le daban ninguno no esperaba sentirse mucho mejor.

—Dejad de lloriquear y pongámonos manos a la obra, par de nenazas—les espetó Johnny en modo de broma.

—El senséi siempre tan cariñoso.

—Tú a callar, mocosa—después de un par de intentos más, los tres decidieron que el entrenamiento de rehabilitación de piernas para Miguel había acabado y terminaron hablando de la antigua novia de Johnny. Al parecer, le había dado solicitud de amistad en Facebook.

Marie y Miguel apoyaron al senséi a hablar con ella, pero primero decidieron decorar su perfil imitando alguna fotos de la mujer. Marie se encargó del vestuario de Johnny y luego los tres fueron al centro comercial a sacarse fotos sobre unas alas pintadas en una pared, a fingir que comían comida ecológica de un puesto cercano y a sacar más fotos de Lawrence leyendo libros.

—Desconocía que supiera leer, senséi—se burló Marie de buen humor, a lo que Johnny le sacó el dedo de en medio.

—Tú a callar. Y Miguel, saca más fotos.

—¿Entonces no quiere que le diga que tiene el libro al revés?

Johnny se dio una bofetada en la mejilla y colocó el libro bien ignorando las carcajadas de los chicos. Fue una tarde amena y tranquila, hasta que se sentaron a sacar unas fotos del senséi comiendo sushi y el hombre se fue al baño a escupir los restos.

Entonces, Marie distinguió a una rubia de raíces oscuras y se tensó de pies a cabeza. Como Miguel estaba de espaldas, no pudo ver llegar a Tory.

—¿Qué haces aquí?—graznó Marie aferrándose a la mesa.

𝗥𝗘𝗔𝗗𝗬 𝗙𝗢𝗥 𝗜𝗧──𝐄𝐥𝐢 𝐌𝐨𝐬𝐤𝐨𝐰𝐢𝐭𝐳 ✧.*Donde viven las historias. Descúbrelo ahora