¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
—¿QUÉ HACES AQUÍ?
—Yo también me alegro de verte, Robby.
El chico se sentó en la mesa de malhumor sin decir nada más al respecto. Marie lo miraba con auténtica neutralidad, pero sin obviar las heridas que tenía Kenne en la cara.
—¿Te has peleado aquí dentro?
—¿A qué has venido, Marie?—exigió el ojiazul con resentimiento en la mirada—. No quiero ver a nadie. Y menos a la chica que sabía que mi novia me acababa de poner los cuernos.
—Mira, no tenía opciones. Sam me lo acababa de contar, y sé que estuvo mal lo que hizo... Oye, siento lo de Sam. Y siento que el señor Larusso te vendiera a la poli. Y también siento que Johnny no haya venido a verte aún—dijo ella—. Pero no he venido a que me insultes y me hagas sentir mal. Estoy aquí porque quiero ver cómo te va.
—Eres la única que ha venido a visitarme—comentó el chico con tono avergonzado, a lo que Marie le dio un apretó en la mano—. ¿Por qué?
—Porque creo que lo que pasó en el instituto nos ha cambiado a los dos—dijo la joven—. Nos ha cambiado más que a los demás. Y no quiero que pienses que estás solo. Sam te escribe todos los días, Demetri te echa de menos, y yo también.
—Siento lo que le pasó a Miguel. No fue adrede...
—No te culpo—negó ella—. No fuiste el único que actuó desproporcionadamente.
Ambos adolescentes se miraron.
—¿Qué tal están las cosas aquí dentro?
Y así se pasaron hablando un buen rato, hasta que un guardia le dijo a Marie que la visita había terminado. Le prometió a Robby volver otro día, ya que no quería que sintiera que estaba solo.
—Gracias, Marianne.
—Los amigos están para apoyarse, Robby Kenne.
-ˋˏ ༻🥋༺ ˎˊ-
Marie aporreó la puerta de casa del señor Lawrence hasta que este le abrió.
—Ahórrese sus mierdas y cierre el pico: Sé que le pedí que Miguel y yo fuéramos su prioridad en el hospital, pero creo que Robby merece un poco de atención de su padre también. Ni se le ocurra decir que hace todo lo que puede, porque hoy en lugar de venir conmigo a verlo se ha quedado con Miguel todo el puto día. Y me parece bien. Sé que Miguel se merece todo lo bueno que le pase y tener una figura paterna es lo suyo... Pero no olvide quien es su verdadera sangre—rezongó la chica con enfado—. Robby lo necesita.
