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SU PADRE LLEVABA DESAPARECIDO UNA SEMANA ENTERA, y por primera vez en años, Marie rezó para que volviera en lugar de para que pasara más noches fuera

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SU PADRE LLEVABA DESAPARECIDO UNA SEMANA ENTERA, y por primera vez en años, Marie rezó para que volviera en lugar de para que pasara más noches fuera. La yonki y camello de su padre, Sarah, le dijo que este le había pedido algo de mercancía más suave que la que acostumbraba a tomar y le había dado permiso de usar su casa para consumir ella como método de pago.

Eso la relajó a ella un poco. Por una vez, Marie escondió bien el dinero...

—No me dijo que tuviera una hija—fue lo último que le dijo Sarah cuando se la llevó la ambulancia.

Marie sonrió digna.

—Y no la tiene—escupió con maldad.

Desde entonces Johnny estaba tan pegado a ella como una lapa. Marie apreciaba el esfuerzo y la comprensión de su senséi, pero no quería hacerse ilusiones y llevarse un chasco cuando el hombre la diese de lado y se pusiese a hacer otras cosas más importantes que cuidarla. En Lawrence había encontrado una figura paternal un poco disfuncional pero no tan despiadada como lo era la de su verdadero padre.

No solo había desaparecido Marcus Lake: El senséi Kresse también había sido borrado del mapa. Marie le preguntó varias veces a Johnny pero este no se abría lo más mínimo. Y ella podía entenderlo. A cualquier mención de su padre, Marie se cerraba en banda, y Johnny tenía la misma relación con Kresse por mucho que le jodiera.

—Disculpa...—Moon llamó la atención de la latina y esta se giró—. Pedí una hamburguesa vegana.

Marie miró el pedido de la chica y sacudió la cabeza pacientemente.

—Claro. Perdona.

Marie recogió la hamburguesa y la colocó en la bandeja.

Odiaba el turno de noche, pero su jefe en el restaurante se lo había cambiado por el de la mañana aquel día de forma puntual. Marianne no pudo quejarse: Simplemente lo aceptó porque necesitaba el dinero. Sam le había mandando un mensaje diciéndole que iba a salir con Robby a la pista de patinaje esa noche y que si no salía muy tarde podría ir con ellos, pero Marie rechazó la oferta. Meterse entre medias de dos adolescentes hormonados no era su mejor plan para un viernes.

Al volver con la hamburguesa de Moon, Marie casi la tira al suelo al ver a Hawk sentado con ella en uno de los sofás. Sintió la cara impregnada de vergüenza y se mordió la lengua al tenderle la comida a Moon.

—Aquí la tienes.

—Gracias, Marie—la chica se despidió con la poca dignidad que le quedaba pero no llegó muy lejos—. Ey, espera. ¿Hawk, no quieres tomar algo?

𝗥𝗘𝗔𝗗𝗬 𝗙𝗢𝗥 𝗜𝗧──𝐄𝐥𝐢 𝐌𝐨𝐬𝐤𝐨𝐰𝐢𝐭𝐳 ✧.*Donde viven las historias. Descúbrelo ahora