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JUSTO DESPUÉS DE LA PEQUEÑA CLASE CON DANIEL, Marie fue al parque donde Johnny la había citado sin decirle el motivo. Cuando vio a todos vestidos con una camiseta roja y un águila impresa en el pecho frunció el ceño, ya que no entendía de qué iba todo eso.
—Johnny—se acercó a ellos—. ¿Qué cojones pasa aquí?
Entonces Marie vio a Aliento Polla y Bert y algunos chicos más de Cobra Kai y se lanzó encima del primero para noquearle.
—¡Auh, auh, auh!
—Marie, deja de pegar a Aliento Polla.
Marianne dejó el brazo en alto y se giró a ver a Johnny agitando su cabello oscuro.
—Son de Cobra Kai.
—No, ya no—intervino Miguel.
—Kresse nos ha echado—contestó Bert.
—No me digas. ¿No erais lo bastante fuertes, no?
Marie se levantó de encima de Mitch y se limpió las rodillas.
—Bueno. ¿Alguien me va a decir que es esto?
—Este es tu nuevo equipo. Y este, nuestro nuevo dojo—dijo señalando el parque a su alrededor.
Marie entrecerró los ojos con completo alucine. Desde luego Johnny a veces parecía idiota.
—¿Tanto te aprieta la cinta sobre la cabeza? Porque no te está dejando pasar la sangre al cerebro—soltó ella brusca—. Un nuevo dojo es lo último que nos hace falta. Y en cualquier caso... ¿Entrenar en el parque? ¿Sin material? ¿Con esta panda? ¿Me tomas el pelo o qué? Es la cosa más cutre que he visto en mi vida.
Justo en ese momento Hawk apareció tras unos arbustos. A Marie se le saltó un latido del corazón al verlo.
—Atención, parece que tendremos más alumnos. Dejad espacio—dijo Johnny, pero entonces aparecieron Tory, Kresse y todos los cobras y la situación se puso peli aguda. A la joven le sorprendió ver a Kyler en Cobra Kai, en especial codeándose con Eli, que parecía no recordar que tenía al lado a su mayor acosador.
Marianne retrocedió dos pasos algo asustada.
—Ya sé lo dije. Cobra Kai a muerte—farfulló el de cresta.
—Quería hacerte otra oferta para que volváis a Cobra Kai.
—Estás loco si crees que volveré—contestó Johnny muy serio—. Los alimentas con basura. Y provocan mierda. Es un desastre. Y tú eres el culpable.
—En eso no estoy de acuerdo. Me preocupo por mis alumnos. Son fuertes y luchadores natos. No cometerían el error de mostrar piedad y acabar en coma.