Capitulo 2

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NARRADOR: Kathy West.

― ¡Kathy! Espera. No trates de huir. ― dijo Derek detrás de mí. 

Huir aveces podía ser tan difícil y más si estaba huyendo de Derek, al alcanzarme me detuvo del brazo.

― Bueno, pero ¿Qué quieres? voy tarde a la clase ― dije mirándolo muy seria.

Se acomodo la maleta en su hombro mientras me mira fijamente a los ojos como si yo fuera a escapar en un segundo, pero luego sólo suelta el brazo brazo, antes de que pudiera pronunciar alguna palabra de su petición me adelante, ya sabía lo que me iba a decir.  ― Derek, la respuesta es no, ni lo pienses ― y sin más volví a caminar hacia el salón.

― Vamos Kathy, sólo dame una gota. Te lo juro sólo será una gota. No puedes dejarme con esta maldita ansiedad.

― No te creo, además si tienes mucha ansiedad haz ejercicio, come, estudia, haz cualquier cosa que no me involucre.

― ¡Kathy no me dejes así! ¡Kathy!... ― dijo caminando detrás de mí. Tenía que llegar ya si no creía escuchar los comentarios irritantes del profesor Thompson.

Faltando casi la mitad de un pasillo Derek me alcanzo y me rodea sus brazos sobre mis caderas, antes que pudiera decir algo o siquiera mirarlo él ya me había alzado sobre su hombro ― ¡Suéltame DEREK! ¡Que me sueltes! ― grite pataleo y dando puños en su espalda, ninguna de esa cosas funciono. Derek sin darle mucha importancia a mi lucha da la vuelta y me comienza a caminar a dirección al baño.

― Derek si no me bajas te juro que voy a gritar como una loca y no podrás comer.

― Olvídalo no te voy a bajar y menos ahora que sé que podrías salir corrido. ― una cosa si es segura y es que Derek con hambre se vuelve inteligente, cuanto me gustaría que presentará los exámenes con hambre.

― Derek bájame a la una, ― dije con tono de amenaza ― bájame a las dos, ― le di otro golpe más fuerte entre los omóplatos ― bájame a las... ― antes que pudiera decir tres ya habíamos entrado al baño. Rayos.

Derek me dejo en el suelo hasta que estábamos dentro de un cubículo, esto ya no tenía algo de extraño para mi, esto ya se estaba comenzando hacer una rutina. Al lograr pararme derecha me cruzo de brazos y levanto una de mis cejas, él solo deja caer su maleta al piso ― Sabes que no me gusta a la fuerza ― trata de justificarse ― ¿puedo? ― dijo señalando mi cuello.

―No. No puedes.― dije aun con los brazos cruzados.

― Vamos, por favor... si quieres no vuelvo a comer hoy, pero por favor   ― la misma excusa de siempre.

― Quieres decir que no me vas a pedir más en todo el día.

No es que no me agradara que me mordiera, lo que no me agradaba es que él eligiera los momentos, además de siempre estar rompiendo las horas de alimentación.

― Sí ― dijo enseguida.

― Está bien ― ya no había más caso, ya iba tarde a clases y era más que evidente que Derek no me dejaría salir de este cubículo hasta que lo dejara beber de mí.

Él sin hacerse esperar tiro de mí hacia él, con movimiento ansiosos me quito el cabello que cubría mi cuello y desabotono  mi camisa  con poca sutilidad, tiro de ella para dejar al descubierto mi cuello y parte del hombro y sin previo aviso me muerde. Durante su mordida siento su ansia recorrer por mi piel y como succiona con desespero, de forma involuntaria muevo la cabeza para atrás para darle la señal de que se esta pasando, la gota de la que el había hablado de estaba convirtiendo en toda la sangre dentro de mi sistema, aunque ya le había dando la señal él sigue alimentándose.

Alimentadora [#1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora