Capitulo 122

5.6K 538 33
                                    

NARRADOR: Yesid Evans

No pude dormir. Tenía miedo hasta en los huesos y no podía dejar de temblar, y me trataba de engañar a mi mismo diciendo que era el frío del lugar. El catre de la habitación estaba realmente incómodo y no solo eso no tenía nada que lo acompañara, ni una almohada ni una cobija. Camine por el pequeño espacio hasta que me maree, me sentía león enjaulado, solo que en vez de león era un gatico asustadizo incapaz de rugir.

Ya hasta me sentía claustofobico por la habitación.

Perdí la noción del tiempo ya que ni siquiera me había dado cuenta cuanto tiempo que paso, un sonido ensordecedor comenzó a golpear en cada puerta y eso retumbaba en mis oídos llenándome aún más con miedo y cierta cobardía.

"Yesid debes ser fuerte, por Kathy" me dije dándome valor.

Me acerque a la puerta esperando a que algo pasara, al poco tiempo votaron hacia a dentro de la habitación una bolsa de sangre a través de una puertecita. Yo me agache y la tome mientras me sentaba junto a la puerta, era inútil ponerme aguantar hambre o hacer escandolos que solo me buscarían problemas.

Fue tomándola despacio y de a sorbos hasta que desocupe toda la bolsa, estaba ansioso por mi supuesta "iniciación" tenía muchos nervioso acumulados que cada vez crecían más. Después de eso deje la bolsa desocupada encima del cofre que había en una esquina de la habitación y me quede sentado esperando.

De repente abrieron la puerta dejando entrar los primeros rayos de luz artificial, pero en si luz.

- ¡Sal! - me gritó Cedric señalando que me saliera de inmediato de la habitación.

Sin poner resistencia salí con la cabeza baja.

- Párate en frente de tu cel... habitación - después de eso entro.

Poco a poco fueron saliendo chicos y chicas de los demás habitaciones, no los mire estaba concentrado de que era lo que buscaba Cedric porque camino por toda la habitación, abriendo el cofre y hurgando todo lo que podía.

- ¿Eres nuevo recluta? - dijo una voz masculina.

- Si - dije desconfiado al verlo.

El chico estaba a mi izquierda, es alto unos dos o tres centímetros más que yo, músculos que sobresalían de la pequeña camisa, pelo cobrizo y ojos cafés oscuros.

- Yo también pase por ello - dijo mientras se le formaba una sonrisa.

"¿En serio? No me digas"

- ¿Cuándo llegaste? - dijo al ver que no continúe la conversación.

- Anoche - dije esta vez sin voltearlo a ver.

- ¿Ya hiciste la iniciación?

- No - cada vez que pronunciaban esa palabra me ponían más nervioso.

El soltó un suspiro e hizo un gesto que me dio más cobardía.

- Soy Jake - dijo después de un tiempo.

Él esperaba que yo dijera mi nombre, pero yo estaba más concentrado en Cedric que no salía de la habitación.

- Y tu eres... - dijo insistiendo.

"¿Por qué tanto interes?"

- Yo soy... - empecé a decir.

- ¿Yesid? - interrumpió una voz femenina de pronto y la podía reconocer.

Mi miraba viajo rápido a donde provenía la voz y pude verificar lo que sospechaba. Era la misma chica de la fiesta. Me quede boquiabierto, no sabía que decir y más porque no sabía como se llamaba, Andy no me quiso decir dándome la excusa "A ti que te importa ya la convertiste" Ella se paro a mi lado derecho con los brazos hacia atrás, pero me seguía mirando como diciéndome "Te odio" con sus ojos.

- ¿Qué haces aquí? No te basto con arruinarme la vida sino también te vienes a burlar de mi - dijo la chica desviando su mirada hacia adelante.

En ese momento Cedric salió de mi habitación y dijo mirándome - Despejado. No hagas nada estúpido como en los entrenamientos de supervivencia - en ese momento recordé varias idioteces que hice para escapar de él y su maldición después que él me mordiera, creo que por eso no estoy intentando nada en estos momento - Después del baño harás tu iniciación - luego de eso se metió a la habitación de según parecía era de la chica.

- ¿Lo conoces? - dijo Jake mirando a la chica.

- Él fue el idiota que me transformo estando ebria. - dijo en un tono enojada.

Es más que evidente que me odia.

- ¿No me dijiste que eras un nuevo recluta? - dijo mirándome.

- Claro que no es nuevo, él trabaja para ellos tres y por eso termine aquí.

- ¿Eso es verdad? - preguntó.

- No deberías hablarle a esta basura. Es un arruina vidas. - dijo con cierta repugnancia que me hacia sentirme aún más miserable.

- Pero el chico parece que no rompe ni un plato - dijo Jake asombrado.

- Pues es el que rompe a escondidas la vajilla entera. No ves es un ser que aparentar ser débil, torpe, delicado y en realidad es imbécil de...

- ¡Bueno ya! - dije en voz alta, pero no grite - Sé que te arruine la vida y que tienes derecho a odiarme, pero me digas que soy parte de ellos porque no lo soy estoy aquí por buenas razones y te mordí también por buenas razones.

- ¿Qué? Ahora yo te salí a deber - dijo con una risa de "Eres un descarado" - No hay razón alguna para que me arruinaras la vida.

- Si la hay - dije en voz baja sintiendo otra vez esa sensación de culpabilidad que había desaparecido días atrás.

- ¿Ah si? Dime una. Solo una lo bastante buena para que yo te crea.

Me quede callado, no le iba a decir nada. Era mis intimidades y ella me creía lo peor, cualquier cosa que le diga va a sonar como excusa.

- Eres un mentiroso - dijo finalmente al ver que no iba a decir nada.

- Yesid - me llamó Cedric cuando salió de la habitación de la chica - después del baño te voy a estar esperando en el pasillo Dea te quiere ver, ella te quiere hacer los honores para empieces la iniciación.

Yo asentí.

- TODOS A LAS DUCHAS - gritó Cedric.

- Espero que te mueras pronto - me deseo la chica caminando hacia donde todos iban.

- Me parecías un chico guay, pero ahora no sé que pensar en ti - dijo Jake con tono de decepción.


Alimentadora [#1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora