NARRADOR: Andy Mawson
Es agradable trabajar con Daniela, ella es de alguna manera muy divertida pero al mismo tiempo inteligente, aunque en clase no produjimos mayor cosa se podría decir que hicimos más que la última vez, desde mi punto de vista hicimos la mitad de la mitad.
Cuando salimos almorzar yo solo compre agua y luego me dirigí a los vestidores vigilando hacia todos los lados para que nadie me siguiera, cuando voy a cerrar la puerta me doy cuenta que no tiene traba por lo que me hace pensar dos veces hacer lo que tengo planeado hacer. Decido finalmente que lo voy hacer lo más rápido que me sea posible estando pendiente que nadie entre y si alguien llega a entrar simplemente me oculto o ¿actuó natural?
Camino hasta un banco que tiene una vista directa a la puerta y descargo la maleta dejándola encima del banco, luego la abro y saco un bisturí no tan grande. Echo un vistazo más hacia la puerta y luego de vacilar por un buen rato me quito la camisa.
Doy un respiro profundo y tomo asiento. Pongo un brazo sobre mi rodilla y con el otra mano sostengo el bisturí, saco la hoja fina y la pongo seca de mi brazo. "¿Qué debo hacer?" pienso, suelto momentáneamente el bisturí y me lo pienso dos veces, estoy muy inseguro y sin mentir nervioso.
Vuelvo a tomar mando del bisturí y hago un corte despacio y muy pequeño, por lo menos cuatro centímetros, hice una mueca de dolor ante el ardor que sentí, veo la sangre fluir al principio pero a los diez segundos ya la mitad del corte estaba cerrado.
Luego que se cerro totalmente mire atónito como mi piel quedo intacta.
Los siguientes diez minutos me realice varios cortes pero todos en su totalidad se sanaron.
- Es imposible - cuando la escuche mi ritmo cardíaco se disparo hasta las nubes y me puse de pie, ocultando el bisturí detrás mío.
- No es lo que parece - fue lo único que pude decir.
- ¿Por qué te cortas? - dijo tratándose de acercar.
- Yo no me corto - dije rápido.
- Entonces ¿para que es el bisturí?
- ¿Cuál bisturí? - dije poniéndolo en mi bolsillo y luego mostrando ambas manos.
- El que acabas de ocultar, por supuesto - me dijo con los ojos entrecerrados.
- No tengo ninguno - dije moviendo ambas manos.
Ella se acerco a mi y yo di varios pasos hacia atrás pensando en una salida pero con el nerviosismo no me dejaba pensar claro.
- Entonces ¿Por qué estas en camisa?
En ese momento baje la mirada hacia mi torso y luego volví mi mirada hacia ella.
- ¿Te gusta lo que ves? - dije con un tono divertido.
- Tal vez, puede ser. - dijo ella con una pequeña y tímida sonrisa.
- Pues es mejor que graves el recuerdo tal vez esta situación nunca se presente otra vez en la vida. - dije mientras echaba un vistazo hacia atrás para no chocar.
Ella soltó una risa.
- ¿Por qué estas aquí? - pregunté.
- Estoy buscando a Yesid y pensé que como él esta en el equipo de fútbol tal vez estaría aquí.- dijo mirando alrededor del vestidor.
- ¡Que mala suerte, eh!... Estoy yo solo aquí y como me gusta la soledad me digo de una manera muy respetuosa ADIÓS - debo admitir que estoy aterrado.
- Que sutil, pero creo que me voy a quedar a esperarlo.
- Tenemos ahora clase.- dije tratando de que ella se fue.
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Alimentadora [#1]
VampireTodos conocemos a los vampiros de diversas maneras. Toman sangre, no pueden tomar el sol, le temen al ajo y al agua bendita, pero que harías si te digo que no solo existen una clase de vampiros, sino en cambio hay tres categorías: alimentadores, vam...