17.

479 34 17
                                    

La familia Targaryen se había reunido para una cena en el Gran Comedor de la Fortaleza Roja. Viserys, enfermo y debilitado, había hecho un gran esfuerzo por estar presente. Quería que esta reunión fuera un momento de unión para la familia. Sin embargo, las tensiones entre los miembros de la familia estaban latentes y a punto de estallar.

La mesa estaba lujosamente dispuesta. Viserys, en la cabecera, se veía frágil, Val sintió un dolor en el pecho al ver a su abuelo asi, estaba mucho peor que cuando ella lo había visto al inicio de la semana.

Val estaba sentada entre Luke y Joffrey, justo frente a ella se había sentado Aemond, a su lado estaban Aegon y Helaena.

Cuando todos estuvieron presentes, Viserys levantó su copa con una mano temblorosa.

—Hoy estamos aquí para celebrar la unión de nuestra familia. Dejemos de lado nuestras diferencias y celebremos lo que nos une. —dijo con su típico tono conciliador.

—Por la salud del rey y la unidad de nuestra familia. —replicó su madre con una sonrisa forzada.

—Por la familia. —dijo Daemon levantando la copa.

Los demás miembros de la familia levantaron sus copas en un brindis tenso.

La cena comienzó, los miembros de la familia conversaban entre ellos en murmullo. Val observaba con cautela, consciente de las tensiones que flotaban en el aire. Aemond no dejaba de mirarla, cosa que la ponía un poco nerviosa, ya que Jace, no dejaba de mirar a Aemond con los puños apretados.

—¿Cómo va tu entrenamiento con la espada, sobrino? Escuché que necesitas mejorar tu postura. —comentó Aegon mientras se servía vino.

—Me las arreglo bien. Gracias por tu preocupación. —respondió en tono seco.

En un momento, uno de los sirvientes trajo un cerdo asado y lo colocó frente a Luke. Val miró mal a su hermano, pero no fue suficiente ya que el niño ya estaba riendo por lo bajo mientras miraba a Aemond.

Val negó de forma imperceptible pero el rubio ya no la estaba mirando, tenía la vista fija en Luke.

De repente se puso de pie golpeando la mesa. Val sintió como se le heló la sangre cuando todos los presentes hicieron silencio.

—Un brindis…—dijo levantando una copa. — por mis sobrinos. Fuertes muchachos, cada uno de ellos.

Val cerró los ojos por un instante, el comentario malicioso, que solo hacía referencia a Harwin Strong hizo que su corazón latiera muy fuerte.

—Aemond. —advirtió Alicent.

—Y un brindis por mis tíos. —dijo Val en un tono demasiado agudo.

La voz de Valaena resonó en el Gran Comedor, y por un momento, todos los ojos se dirigieron hacia ella. Sintió la mirada de su madre, una advertencia silenciosa de mantener la calma. Pero Valaena no podía ignorar el malicioso comentario de Aemond, especialmente cuando sabía lo mucho que hería a Luke y Joffrey.

—Por mis tíos, Aemond y Aegon —continuó Valaena, tratando de mantener la voz firme—. Que siempre encuentren la manera de... destacar.

El comentario hizo que la tensión en la habitación creciera aún más. Aegon esbozó una sonrisa torcida, mientras Aemond mantenía su mirada fija en Valaena, con sus ojos ardiendo de desafío. Sabía que ella estaba jugando el mismo juego peligroso que él había comenzado.

—Gracias, sobrina —respondió Aegon con una voz teñida de sarcasmo—. Pero creo que somos lo suficientemente capaces de destacar por nosotros mismos.

Daemon dejó escapar una risa sarcástica, pero su expresión era más alerta que divertida. Él, más que nadie, conocía la volátil mezcla de emociones en esa mesa. La mirada de la joven se movió rápidamente entre los miembros de la familia.

La Sangre del Dragon ~ Valaena Velaryon ~ Aemond Targaryen Donde viven las historias. Descúbrelo ahora