CAPÍTULO 33 - POR: Isabella Johnson

8 1 0
                                    

—Quien ha estado conmigo en cada momento es Patrick —le respondo mirándolo a él—. Si no te importa podrían llevar tu apellido —le pido, consciente de que ya habíamos hablado sobre esto, y acordado que serían Black.

—Para mí será un honor, pero, ¿estás segura?, ¿no piensas hablar con Black?

—En su momento voy a hacerlo, pero ahora lo que menos quiero, ¡es verlo! —Le respondo enojada—. Angie tiene que ser registrada y se va a llamar Angie Dormán Johnson —les informo.

—Me voy entonces, vengo después —responde Erick—. ¿Estarás bien? —me pregunta tomando mi mano, lo veo con ojos llorosos y me dan ganas de gritarle que no, ¡que como voy a estarlo si es a mi bebé a quien van a enterrar!, como si leyera mi mente me abraza—. ¡Perdona!, ¡qué pregunta tan estúpida!, tienes que ser fuerte, Valentina y Mateo te necesitan, y sabes que cuentas con el apoyo de todos nosotros que también te amamos, y necesitamos —declara.

—Lo sé, seré fuerte por ellos —le respondo abrazándolo—. Y por ustedes.

—Esa es mi hermana, ¡te amo! —me dice moqueando—. Vuelvo en un rato, cuídala —le pide a Patrick.

Luego de eso hago oídos sordos y me concentro en alimentar a Valentina, veo a Mateo quien ríe dormido. «Seguro que Angie se está despidiendo de él y le está haciendo alguna broma» pienso riendo también.

La puerta de la habitación se abre y entra una abatida Rose. Me mira cómo calculando mi reacción, le sonrío, y en voz de bebé le digo.

—Hola tía Rose, ¡teníamos prisa por conocerte!

—¡Oh Bella!, intenté venir tan rápido como pude, pero fue difícil conseguir vuelo, y en vehículo hubiera tardado más por el bloqueo de carreteras, —dice acercándose a nosotros y abrazándome.

Le entrego a Mateo para que lo conozca.

—Mira qué ternura de niño lindo —le dice besándolo—. Usted caballero hermoso, ¡nos quiso sorprender!, y tiene que saber que la habitación en dónde va a dormir está totalmente pintada y decorada en color rosa, —Mateo arruga la boquita y ella ríe—. ¿No te gusta el color rosa? —Le pregunta—. Bueno, en ese caso tendremos que ir de compras con mamá para hacer algunos cambios —le promete.

Por lo rojo de sus ojos, debe de haber estado llorando, y asumo que ya sabe lo de Angie.

—¿Te dijeron que tenemos un angelito en el cielo? —le pregunto con un nudo en la garganta.

—¡Bella!, no te había dicho nada porque creí que aún no lo sabías —me dice con ojos brillosos—. Será nuestra angelita en el cielo —dice con lágrimas bajando por sus mejillas.

—Pude cargarla y decirle cuanto la amo, aunque ya no me escuchara —le cuento con tristeza—. ¡Parecía una muñequita dormida! —agrego llorando.

—Te escucha desde el cielo y tienes que ser fuerte, porque estas dos preciosuras te necesitan —dice apretando mi brazo, yo le hago un gesto con la cabeza de que estoy de acuerdo.

Por la madrugada me entero de que ya tienen a la niña instalada en la funeraria, Patrick salió con Erick para concluir los trámites, como es el papá legal de la niña, tiene todo el derecho de firmar la documentación necesaria.

Por grupos se van turnando para acompañar a Angie, y acompañarme a mí, yo quiero ir, pero no me dejan los médicos, dicen que no es conveniente por mi herida. Así que con dolor en el alma les hago caso y me quedo aquí, al lado de mis ternuritas, por la mañana me entero de que han preparado el entierro para hoy mismo.

Cuando estamos solo Patrick, Rose, los bebés y yo, ella me pregunta.

—¿Quieres que me quede contigo mientras van al entierro?, así no te quedas sola —me ofrece—. O puede quedarse alguien más si gustas.

El DESTINO Y SUS JUEGOS - JUGADA INESPERADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora