CAPÍTULO 10 - POR: Alexander Black

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La voz no era la de mi hermosa Isabella, era la de Eliana, y una vez más me tocó que aterrizar en que la mujer, a mi lado, no era el amor de mi vida.

Y para ser honesto, estaba tan caliente que a pesar del sentimiento de ausencia y desolación, por no estar con la mujer que quería, no pude dejar de follar, Eliana tenía razón, estaba tan duro, que podría haber sostenido una carpa para circo sin ningún inconveniente.

Y en lo único que podía pensar, era en adentrarme en un suave y caliente cuerpo femenino, y el de mi ahora esposa, estaba más que caliente, y tengo que admitir, ¡que es muy suave!, me adentré sin mayores preámbulos y a ella no pareció incomodarle.

Estaba tan enfebrecido, que agradecí que Eliana no sea cohibida, y se deje hacer cuanto quiera, sin embargo, tuve que ser cuidadoso debido a su abultado vientre, y por la misma razón, nos toca buscar posiciones que le resulten más cómodas a ella.

Había escuchado que estar con una mujer embarazada, es una experiencia que vale la pena vivir, ¡y es cierto!, resulta muy placentero sexualmente, pero mi mente no para de decirme, que sería mejor, si esa mujer fuera Isabella.

Eliana tiene un vientre bastante grande, para los casi siete meses de embarazo que tiene, la doctora dice que es normal, y que mientras no le cause molestias, puede continuar haciendo las cosas que acostumbra a hacer, incluso tener sexo.

En lo único que le he pedido prudencia, es en que deje de conducir, no quería hacerme caso, pero terminó por hacerlo, cuando se golpeó el estómago, en una ocasión que tuvo que frenar de golpe, a causa de la carretera lisa, ¡gracias a Dios no fue un golpe fuerte!, y no les pasó nada a ninguna de las dos.

Desde entonces, Franklin la lleva y trae de donde quiere.

Sé que ha trabajado incansablemente en tener lista la línea de ropa para niñas, su idea es hacer conjuntos que combinen entre madre e hija, he visto cómo se emociona con cada juego que termina.

Y sí, están muy bonitos, incluso Vanesa se ha mostrado muy contenta con ellos, dice que aunque estén pensadas para madre e hija, ella va a comprar unas para lucirlas con su sobrina.

La próxima semana tendré que viajar a Brasil, no estaba muy de acuerdo en realizar el viaje, por no dejar sola a Eliana, pero no hubo alternativa y tengo que hacerlo, Damon va a quedarse en la ciudad, y me ha prometido que va a estar al pendiente de que ella esté bien.

Hablando de Damon, Marian, la esposa de él, no está muy conforme con Eliana, e incluso han dejado de frecuentarse como amigas, en su momento habló conmigo y me dijo que no compartía lo que pensábamos hacer con Eliana, que ella sabía el amor que Isabella y yo sentíamos, el uno por el otro.

Y que Eliana tenía que comprender, y no presionarme ni chantajearme con el bebé, le respondí que no había mucho que hacer, y que no estaba siendo chantajeado, que Isabella y yo habíamos tomado la decisión de separarnos, y que dadas las circunstancias, cuidar a mi hijo era lo menos que podía hacer.

Me abstuve de mandarla a la mierda, debido a mi hermano, en realidad no tengo por qué estar dándole explicaciones a nadie, y mucho menos a ella, pero entiendo su preocupación, fueron muy buenas amigas con Isabella, aunque con Eliana tenían años de conocerse.

Con Benjamín, otro de mis amigos, que son team Isabella, hablamos en persona la última vez, cuando recién había regresado de su luna de miel con Berenice, se dio cuenta de lo acontecido con mi princesa, por medio de las redes sociales, en su momento me mostró su solidaridad y dijo que podía contar con él.

A los pocos días se vino a despedir de mí, porque ya tenían todo listo para irse a vivir a Honolulú, pues a Berenice le hacía mucha ilusión poder vivir allí, y él había terminado aceptando asumir la dirección del hotel que tienen allá.

Hablando de todo un poco, me comentó que Isabella se había integrado muy bien al equipo de trabajo de su hermano, y que le alegraba porque él también la aprecia mucho, y se imaginaba como la debía de estar pasando con lo ocurrido, pero que confiaba que con el apoyo de Rose, y las nuevas amistades que estaba haciendo allá, pronto se repondría y saldría adelante.

No me agradó el comentario sobre las nuevas amistades de mi princesa, sobre todo si entre ellas está Dormán, y así se lo hice saber, diciéndole que más le valía a su hermano, no mezclarse sentimentalmente con su personal. Benjamín entendió de inmediato, y me respondió que no tenía historial de hacerlo en la forma en que yo estaba sugiriendo.

Y luego de sonreír y pensarlo un momento, me aclaró que no vería mal, que ocurriera diferente con ella, que al final de cuentas, eran dos corazones rotos, que podían buscar sanarse mutuamente. Cabreado le grité que Isabella es solo mía.

Y el muy imbécil me recordó que en pocos días yo estaría casado con la madre de mi hijo, y que Isabella era libre para elegir lo que quisiera hacer con su vida; después de decir esto, se dio cuenta de que me había cabreado en verdad y trató de bajarle hierro al asunto, comentando que dudaba que su hermano estuviera listo para abrirse a otra relación en estos momentos.

A pesar de haberme cabreado tanto por sus comentarios, fui consciente de la verdad del asunto, Isabella es una mujer libre y podría casarse con quien ella quisiera y en cuanto quisiera. Sin embargo, si eso ocurriera pronto, me consumiría la rabia de saber que aceptó casarse tan rápido con otro, cuando yo le insistí tantas veces que lo hiciera conmigo, y siempre tuvo una excusa para aplazarlo

Tampoco quisiera que se case con alguien conocido, y aunque no soy amigo de Patrick, sino de Benjamín, no quiero que él tenga lo que por derecho me pertenece. Cuando me enteré de la ruptura de la relación de Patrick, todo lo que supe es que la mujer con quien estaba lo había engañado; no indagué más en el tema, porque no se me da chismear sobre la vida de los demás.

Solo espero que en realidad Dormán esté cerrado a las puertas del amor, y que no se le vaya a ocurrir abrirlas con mi Isabella; toda esta conversación con Benjamín, fue antes de que salieran las publicaciones que insinuaban la relación entre Dormán e Isabella.

Y después de eso no he sabido ni de mi amigo, y gracias a Dios, tampoco se ha escuchado nada más de la supuesta relación del amor de mi vida.

Hace poco me encontré con Jess, en el supermercado, Charlie se mostró muy contento conmigo en cuanto me vio, me tendió los bracitos y me hizo que lo cargara, definitivamente Jess andaba sola con él, de lo contrario no habría permitido que lo hiciera.

Nos concentramos en hablar solo de Charlie, de lo grande que está y de lo bien que pronuncia algunas palabras, no me pasó desapercibida la incomodidad de ella, representada en nerviosismo, a lo mejor temía que le tocara el tema de Isabella, y obviamente no iba a hacerlo, aunque me carcomía la ansiedad por preguntarle.

Me he cabreado en varias ocasiones, en las que personas imprudentes hacen comentarios frente a Eliana, sobre mi antigua relación, ¿no pueden comprender que la dañan y que está embarazada y que todo lo que ella siente, lo siente la bebé?

En mi familia, a Vanesa es a quien más le ha costado asimilar todo esto, en un inicio me acusó de ser demasiado considerado con Eliana, que ella sabía en lo que se metía al aceptar casarse con un hombre, que hasta hace unos meses estaba comprometido con otra mujer, ¡a la que amaba en verdad!

La pobre dejó de hostigar, cuando un día fastidiado de sus sermones, le respondí que si Isabella me hubiese aceptado con un hijo de otra, estaría casado con ella, y no con otra mujer; ¡y es la verdad!, no todos la entienden, porque no a todos se la puedo decir, por temor a que llegue a los oídos de Eliana y herirla.

No soy de los que hacen a medias las cosas, me casé con ella para que nuestra hija nazca en un hogar estable, y pienso luchar para que ocurra, esa nena me tiene desde ya comiendo en sus manos.

Y aunque el sexo con Eliana es satisfactorio, disfruto más cuando platico con mi hija, y ella me responde con saltitos adentro de la pansa de su mamá, a Eliana le da risa, porque dice que la nena se muere de amor por mí, que en cuanto me escucha hablar, comienza la fiesta en su pansa.

Y eso me hace feliz, definitivamente, y conozco lo infinito que es el amor de un padre por sus hijos.

El DESTINO Y SUS JUEGOS - JUGADA INESPERADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora