CAPÍTULO 39 - POR: Patrick Dormán

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Los días han pasado en un abrir y cerrar de ojos, y los niños cada vez están más hermosos, incluso Isabella se ve cada vez más repuesta, la ha entusiasmado mucho volver a trabajar con su profesor, le tiene mucha estima y confianza, tanto así que le abrimos las puertas de nuestro hogar y permitió que conociera a los niños.

Leonel es muy discreto, y no ha buscado indagar si los niños son míos o de Black, siendo que Isabella es mi esposa, ha dado por sentado que son mis hijos y según sé, no ha comentado nada con su equipo de trabajo.

De JB, solo él se ha estado reuniendo en el apartamento con Isabella, de nuestro proyecto de renovación han venido Lina y Fede, que se mostraron felices de conocer a Valentina y a Mateo, no les contamos sobre Angie, porque no quiero que entristezcan a Isabela, después cuando ella esté más calmada, les diremos.

Y cuando Bella ha tenido necesidad de reunirse con el equipo completo de JB, lo han hecho en una de las salas del hotel, y los niños y Margaret se quedaban en mi oficina, la cuestión era no dejarlos en casa. Bella dice que era por no dejarlos sin su pecho, pero en realidad es porque no quiere separarse de ellos.

Con tan solo quince días de haber dado a luz, ya quería ponerse a trabajar, no queriendo cargarle todo el proyecto del sur a Leo, pero gracias a Dios entendió y al menos esperó a que pasara un mes. La entiendo, el proyecto es importante, pero primero es su salud y el bienestar de los niños.

Le dejé mi despacho en el apartamento, para que ahí se estuviera reuniendo con Leonel, lo hacían un par de días a la semana y más que todo para revisar detalles, Leo como padre de familia que es, está consciente de que Bella no se tenía que esforzar de más, pero hay decisiones que no puede tomar solo él.

Estuvimos un poco más de dos meses y medio en Seattle, y juraría que vi alivio reflejado en el rostro de Isabella, cuando por fin estuvimos instalados en el apartamento de Vancouver, seguramente a la pobre le martirizaba que Black se enterara de un momento a otro la existencia de los niños.

Continúa sin quererle decir, pero es algo que tiene que hacer tarde o temprano, y ella es consciente de eso, pero sigue diciendo que aún no es tiempo. ¡Ella sabrá cuando le dice!

Antes de regresar a Vancouver, ya habíamos contratado a Mary y a Dina para que cuiden a los niños, prácticamente les toca andar de arriba para abajo con Isabella, porque no los quiere dejar, dice que lo hará hasta que ya no les dé pecho, que será en cuestión de unos meses, porque solo un año los piensa amamantar.

Pero estoy casi seguro, que ni entonces querrá dejarlos en casa, ¡y por mí, está bien!, así estamos al pendiente de ellos, y no tenemos que estar preocupándonos por cómo les estará yendo, incluso acondicionamos una oficina más grande para Isabella, con el equipo necesario para que los niños y sus niñeras estén cómodos.

Ahí no recibe a nadie a menos que sea de mucha confianza, y si tiene alguna reunión, la realiza en una de las salas destinadas para eso; y cuando le toca salir del hotel a causa de una, y no puede llevar a los niños, va y viene en tiempo récord, ¡justo al mandado! y regresa.

Pero toda esa actividad es buena para ella, la mantiene ocupada y evita que se deprima por las cosas que han ocurrido, sin lugar a dudas, su actitud ha cambiado mucho desde que volvimos de Seattle, ya no suele llorar, aunque en ocasiones se nota melancolía en su mirada cuando está observando los niños, disfruta de ellos y los mima hasta mas no poder.

Incluso volvió a sus rutinas de ejercicio y spa, y cualquiera que la vea cargando o jugando con los niños y no la haya visto embarazada, pensaría que son ajenos, ni se les cruzaría por la mente, que hace tan solo ocho meses tuvo un parto de trillizos.

Es una mujer muy hermosa, y he tenido la oportunidad de verla antes, durante y después del embarazo, y en cada etapa me ha fascinado, ha quedado un poco más llenita, y su ropa antigua le queda a la perfección, aunque ella dice que le queda socada, pero no es cierto, ¡se ve perfecta!

El DESTINO Y SUS JUEGOS - JUGADA INESPERADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora