Por fin la encontré
Jorge
Subimos al barco y este arribó, me senté alado de Silvia.
Después de un rato llegamos a en medio del lago, el capitán dio la orden que ya podíamos hacer actividades en el agua, amo nadar así que no perdería la oportunidad.
—Luis, Rafael ¿vamos a nadar?—?—. Le pregunté a los amigos de Silvia.
Empecé a quitarme la camisa para aventarme al lago.—Claro—. Dijo Rafael también quitándose la camisa.
Los tres nos dirigimos a la orilla del barco, nos aventaríamos desde ahí.
Silvia fue atrás de nosotros, genial también se va lanzar con nosotros.Pero pensé mal, ella nos estaba grabando a los tres.
Nos lanzamos al lago los tres juntos.
Parecíamos tres niños como si no tuvimos infancia, bueno en mi caso no tuve, gracias a que me fui a estudiar a Europa.Solo recordar todo lo que me quitó mi padre me quema la sangre, porque no me defendí de él, pero era imposible yo era un niño que estaba a su cuidado y él quería lo mejor para mi.
Nade hacía el fondo del lago, quería ver si encontraba una piedra bonita para Silvia.
No buscaba ni joyas ni oro, pero en estas aguas siempre se tenía la creencia que podían encontrarse cuarzos y yo iba a desmentir eso.Salí a la superficie a tomar aire y descansar.
Ya me había retirado algo del barco y entrado a un camino que llevaba a una cueva.Me sumergí más sin tantear el fondo, grave error porque al sumergirme me pegué con una piedra en la costilla casi sofocándome.
El aire con el golpe salió, tuve que nadar como pude y llegué al interior de la cueva.
Como pude llegué hasta la orilla de esta, baje la mirada y vi el golpe que me di, donde me pegue estaba una rozadura muy fuerte."Dios como me puede pasar esto a mi" grite y se escucho eco dentro de la cueva.
Fuerzas para nadar no me quedan, me duele mucho al moverme.
Con mucho cuidado me acomodé recargado, solo espero que me encuentren rápido.El dolor empezaba a aumentar, llevaba tan solo 20 min en la cueva y la verdad ya está frío me estaba dando.
Me estaba costando respirar, entre más respiraba más me dolía, sincronicé mis respiraciones para no lastimarme.Escuché un motor acercarse, creo que se percataron demasiado pronto de que yo no estaba.
En la entrada de la cueva observé una moto acuática, no podía distinguir muy bien quien era.
Forcé un poco la vista y pude ver a mi salvadora, Silvia vino a rescatarme.
—Jorge, Jorge que bueno que te encontré, ¿Donde chingados te metes cabron?—. Dijo asustada y en tono enojada.
—Nadé hasta acá, pero al estar sumergido demasiado me pegue en una piedra en las costillas, me duele demasiado—. Un pequeño quejido salió de mi.
—No nos vuelvas asustar así, te juro que si te pasa algo yo...—. Ella que. —Deja veo quita la mano por favor—. Ordenó y quite la mano.
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De mi
أدب المراهقينUn empresario con riesgo a quedar en la quiebra, compromete a su hija con un empresario multimillonario, no se soportan para nada pero cuando se dan cuenta lo que en verdad cada uno siente, ahí algo que los separa.