Capitulo 36

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Lo eres todo para mi

Silvia

Espere a Jorge para ver donde íbamos o si abría algún río cercas para que los caballos tomaran agua.

—Wow Silvia nunca había visto montar a nadie tan ligero como lo haces—. Me alago Jorge.

—Amo montar—. Le dije.

—Ya me di cuenta, al parecer Gitana y tú se entendieron bastante bien—. Me va a doler cuando me separe de Jorge estar sin gitana si me acostumbro.

—¿Hay algún río por aquí para que tomen agua los caballos?—. Pregunté.

—Si sígueme—. Asentí.

Llegamos a un rio no muy grande, me baje de mi yegua de un brinco y la amarre cercas del arroyo.
Lo mismo hizo Jorge, me senté en una piedra cerca del Río.

Con una mano tenté el agua y estaba rica, ganas de nadar en ella, pero ya será en otra ocasión.

La vista ni se diga, no sé dónde estamos pero aquí puedo ver perfecto toda la naturaleza Del Valle.

—¿Ya descansaste?—. La voz de Jorge me hizo salir de mis pensamientos.

—Ya—. Respondí.

—Toma a tu caballo y vamos caminando hacia esa dirección—. Apunto con su dedo.

Yo solo asentí y fui por Gitana.

Caminamos un poco y llegamos a una terraza, quien tenía una terraza en medio de la nada.

Alado de esta había una terraza pequeña igual con comederos para caballos.

Empiezo a sospechar de quien es esta terraza.

Me acerqué y vi comida en su interior, era un tipo picnic.

Jorge me hizo la seña que lo siguiera y fui detrás de él.

—Mande hacer esto para comer tú y yo—. A este que le pasa.

—Gracias, está todo lindo—. Dije.

—Que bueno que te agrado, te traje vino tinto—. Abrió la cesta que estaba hay y saco una botella de esta.

El saco una copa de la cesta y me sirvió vino.
Le di un trago al vino, esta delicioso, alcance a ver la etiqueta y dice que es Del Valle de Guadalupe.

Siguió sacando cosas de la cesta, me arrimó un traste, lo abrí y contenía comida, frijoles puercos mis favoritos.

Y varios trastes con comida, arroz, carne asada, fruta, una botella de agua y los cubiertos.

—Vamos sírvete algo porque todo se enfría—. Asentí.

Tome un plato y empecé a servirme de todo un poco, la fruta la iba a dejar para el final.

De reojo veo que Jorge me observa, porque me mira tanto parece acosador.

—¿Quieres una foto?—. Le dije porque no paraba de mirarme.

—No yo... yo...—. Me solté a reír.

—Te pusiste nervioso he Salinas—. Seguía riéndome.

—Jamás—. Que siga mintiendo su rostro dice lo contrario.

Terminamos de comer y el metió todo a la canasta otra vez.

Me fijé en la hora y ya eran las 4 de la tarde.
Wow si que habíamos durado mucho fuera de casa.

Jorge estaba distraído mirando el paisaje, saqué mi teléfono y le tome una foto de su perfil izquierdo.

Se ve grandioso posando sin esfuerzo, fácil esta foto la puedo subir a Instagram para lo de la relación falsa.

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