Capitulo 41

39 6 14
                                    

A nada del gran día

Silvia

Falta una semana para mi boda, tan solo 7 días para ver si viviré en el infierno o no.

Siento cada vez más mariposas en el estómago, son los nervios yo sé, porque jamás me imagine casarme, mi plan era ser la tía millonaria con puros perros sin tener que casarme.

Jorge cada semana me ha traído flores, en la universidad casi ni nos vemos, solo los días cuando me da clases, hemos evitado darnos besos últimamente, solo nos tomábamos de las manos.

También en la universidad ya me decían la esposa de don cara de pocos amigos. Me imagino el porqué.

Unas que otras me preguntaban que si estaba segura de casarme con el, yo les respondía que si, para no sacar de contexto nada.

Mi madre por fin me había preguntado cómo iba lo de mi vida y que si ocupaba ayuda en algo, para que pregunta si ya falta nada para la boda, si antes necesitaba su apoyo no ahora, bueno de todos modos se le agradece.

Los últimos detalles de la boda ya estaban casi listos.
Yo aun no le preguntaba a Jorge si ya tenía el su traje listo para el gran día, pero conociéndolo ya lo tiene.

Pablo se enteró con quien me iba a casar y no lo podía creer.
A él le omití lo de el trato que tenían mis padres con el de él.

No quería que más personas se enteraran y eso llegara a oídos de la prensa.

Ya éramos un cuarteto desde que se nos unió Pablo, los 4 siempre salíamos a cenar, claro nunca invitaba a Jorge pues no quería incomodar a mis amigos.
Se que se la pasaban a todo dar con el, pero tenía que también darle su espacio a ellos.

1 semana para la boda

El loco de Luis no para de decir que escoja donde me voy a ir de Luna de miel.
Yo no sé qué piensa este, que mi matrimonio tiene que ser como todos los matrimonios, claro que no.

Aveces hasta Federico su pareja, le sigue la corriente con eso.

Yo notaba a Jorge raro ya últimamente, me imagino que los nervios de la boda al igual que yo.
Eso si siempre iba por mi a mi casa, ya no mandaba a Alex, solamente que de plano no pudiera ir iba Alex.

Los vuelos para irnos 3 días a la boda ya estaban comprados, las invitaciones de la boda ya estaban con los invitados.

Yo solo invite a mis conocidos, que son a mis 3 amigos pues y a los que conocí en la fiesta cuando fui a la casa de campo, ósea los amigos de Federico.

Era martes y por suerte no tuve clases en la universidad, tenía exactamente hasta el jueves para hacer mi maleta y aún no tenía nada de lo que me iba a llevar.

Llame a Luis para ver si me acompañaba al centro comercial a buscar como trajes de baño y cosas para la playa.

El dijo que nos íbamos en su carro, asi que no movería a mi bebé para nada.

Estaba alistando mi bolsa cuando el sonido de la puerta abrirse llamo mi atención, era mi padre.

—Hija—. Me llamo.

—Dime papá—. Seguía hechando cosas a mi bolso.

—Creo que es momento de empezar a mandar cosas a la casa de Jorge no crees—. Deje de hacer lo que estaba haciendo para mirarlo.

—Estas loco papá—.

—No me faltes al respeto hija—. Si supiera que le eh querido decir sus verdades desde siempre.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Nov 18 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

De miDonde viven las historias. Descúbrelo ahora