Gala
Silvia
Un peinado con dos trenzas a cada lado, con el pelo suelto fue el que me hice, el maquillaje con toques de dorado y un café con toda muy clarito ambos, también combine con unos aretes con diamantes que me había regalado mi abuela paterna cuando tenía 17 años.
Termine de arreglarme, mi vestido tenía bolsas así que fácil podía poner mi celular y mi glosa ahí, pero aun así tenía que llevar una bolsa para poner el maquillaje restante como él polvo y esas cosas.
Tome un bolso plateado para que hiciera contraste con mis zapatos y el vestido, coloqué el maquillaje y un protector femenino, mujer prevenida vale por dos, tocaron la puerta y dije "Pase" a lo cuál entraron.
—Mi niña, ya está Jo...—. Volteo a verme sorprendida. —Pero que bella muchacha que diga muchacha reina mira no más que elegante estás—. Sonreí. —Ese labial rojo intenso te hace ver sexy, a más de uno mataras con la mirada—. Me sonroje.
—Nana, no me chulies si no me va a dar pena salir—. Dije.
—Lo bueno que llevas a buen chaperon que con la mirada parece que va asesinar a todos—. Solté una risa.
—Si como si le importara, el siempre va a estar con su cara de culo créeme nana—. Seguí riéndome.
—Ahí niña, ándale apúrate que ya está Jorge allá abajo—. Salió de mi cuarto.
Me puse un poco de perfume y salí de mi cuarto, había tanto silencio que solo mis zapatillas se escuchaban por toda la casa, a mi se me hizo raro ya que siempre están en la sala o en el recibidor pero no se escuchaba nada.
Baje por las escaleras y en eso salió mi nana de el recibidor, volteo a verme y puso cara de asombro.
—Mi niña estas bellísima, te ves como una princesa bajando por las escaleras de su castillo—. Baje hasta donde estaba ella.
—Gracias Nana, ¿Dónde está Jorge?—. Pregunté.
—Estoy aquí—. Se quedó boquiabierto. —Niñita pero si estás bellísima—. Me ruborice.
—Mucho alago pero vámonos que se nos hace tarde—. Sonreí.
El me ofreció su brazo para sujetarme de él, todo un caballero.
—Adiós hijos diviértanse mucho y quiéranse—. Nos dijo.
Nosotros sólo hicimos la seña de adiós con la mano y nos subimos al deportivo de Jorge.
No sé si él tendría más autos, pero este deportivo era mi favorito si o si, no sé porque pero se me hacía personalidad de Jorge, me daba hasta miedo manchar sus asientos negro brillante, si yo teniendo mis asientos blancos en la camioneta era sumamente cuidadosa, ahora en un carro que no era mío lo era más.
El no hablaba ni yo, un silencio muy incómodo había en el auto, a mi que me gusta ir hablando todo el camino, ahora me calaba como nunca.
Saque mi teléfono de mi cartera y entre a whatsapp, le mandaría un mensaje a Luis para matar el tiempo de aburrimiento y silencio.
"Luis ☀️"
Yo: Baby estás disponible—. Le mandé mensaje a él.
No tardo nada en responderme.
Luis☀️: Dime corazón—.
Yo: No te conté pero Jorge me invitó a una gala de un museo de la ciudad gótica—.
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De mi
Teen FictionUn empresario con riesgo a quedar en la quiebra, compromete a su hija con un empresario multimillonario, no se soportan para nada pero cuando se dan cuenta lo que en verdad cada uno siente, ahí algo que los separa.