De mi

Capítulo 35

Para ti

Silvia

Desperté con un fuerte dolor de cabeza, pues cuanto tome anoche.

Corri al baño porque unas inmensas ganas de vomitar llegaron a mi.

Me senté en el suelo junto al escusado.
El frío del suelo me hizo darme cuenta que estaba solo en ropa interior, que abre hecho.

Vomite y todavía me quede sentada en el suelo, me sentía súper mareada todo se me movía que ya no pude mantenerme en pie.

La pregunta es cómo llegué a la habitación, si recuerdo que me acosté en el sillón del jardín porque me dolía la cabeza.

De lo demás no me acuerdo, enserio tome tanto como para que se me olvidara todo lo qué pasó en la fiesta y el desmadre que abre hecho.

Vagos recuerdos llegaban a mi, uno muy peculiar venía a mi mente escuchar a Jorge confesar sus sentimientos sobre lo que siente por mi, también recordaba a Jorge bailando conmigo, pero como pasó eso como es que no recuerdo una mierda.

Se escucho como tocaron la puerta del baño, sabía quien era, el famosísimo señor Don piedra.

—Pulga—. Dijeron detrás de la puerta.

—¿Que quieres?—. Con cualquier ruido sentía que me iba a explotar la cabeza.

—Uyy lo siento flor—. Creo que si le contesté grosero. —Solamente quería ver cómo estabas porque te escuché vomitar—.

—Pues estoy mal como ya escuchaste—. Súper mal la verdad, no recuerdo la ultima vez que me puse una borrachera fea desde la vez del video, aun que creo que esa vez fue leve.

—¿Necesitas algo?—. Como le digo que me deje sola sin ser grosera.

—Necesito estar sola, ahorita salgo—. Dije.

—Ok te daré espacio—. Por fin.

No le respondí más y escuché como unos pasos se retiraron de la puerta.

Me levante como pude y fui al lavabo a lavarme los dientes,
Me veo fatal, traigo una cara de pocos amigos gracias al alcohol, pero quien me quita lo fiestero hay ando cruzando alcoholes sabiendo las consecuencias.

Agarre una bata de baño y salí hacia la cama.
Jorge estaba sentado en la cama, en cuanto me vio se levantó.

—¿Ya te sientes mejor?—. Aun que hablaba bajo sentía que me estaba gritando.

—Ssh no grites—. Me agarre la cíen. —¿Que hora es?—. Pregunté.

—Son las 6:45 de la mañana—. Todavía es muy temprano y yo despertando a Jorge con mis ascos.

—Voy a dormirme otro rato, no soporto el dolor de cabeza—. Rodee a Jorge y me acoste.

—No te duermas, te voy a traer un remedio buenísimo para la famosa cruda—. Y él como sabía de eso, bueno ya sé es más grande y es más experimentado en estos casos.

Él salió del cuarto dejándome sola, de cuando acá tan atentó don piedra.

Bueno siempre a sido atentó pero como que ya lo es más.
Todavía no sale de mi cabeza cuando les confesó a sus amigos que sentía algo por mi.

Yo aun no pongo en orden mis sentimientos de lo que siento por Jorge.

La verdad no sabía ni lo que sentía por el, a mi también empezaba a gustarme el, lo único malo aquí era que aveces de plano lo desconocía.