Malos sueños
Silvia
"Me encontraba en un lugar muy bonito, todas sus paredes eran blancas.
Yo estaba vestida de novia, enfrente de mi estaba un espejo, estaba hermosa.Iba caminando al altar cuando empecé a sentir mi vestido pesado, llegué hacia donde estaba Jorge y un estruendo se resonó en la habitación.
Voltee y Jorge estaba sangrando de su abdomen.
Puso sus manos en la herida y cayó al suelo.
Me agache y lo tome con mis brazos, a él no lo puedo perder.—Jorge por favor mírame—. Sus ojos se fiaron en los míos. —No te puedes ir de mi lado, mantente despierto por favor, llamen a una ambulancia—. Grite para que llamaran inmediatamente a la policía.
—Silvia mi momento aquí en la tierra sé a acabado—. No no puede decir esto. —Yo te amo pulga y desde donde quiera que esté te voy a cuidar—. Se escuchaban gritos a nuestro alrededor, pero no me importaba lo que decían los demás.
—No no quédate conmigo, yo también te amo, vamos a crear un bebé igualito a ti, todavía nos falta futuro—. Yo igual presionaba su herida para que no muriera desangrado.
—Será en otra vida mi amor te am...—. Cerró los ojos.
—Jorge chingado despierta...tú no te puedes morir, abre los ojos maldita sea—. Gritaba una y otra vez."
"No" me levante de la cama gritando, todo eso había sido una puta pesadilla, la más fuerte pesadilla que había tenido en mi vida. Sentía mi corazón latir a mil por hora.
—Hey pulga ¿estas bien?—. Jorge llamo mi atención.
—Si si estoy bien—.
—No creo ya ratos estás gritando mi nombre, trate de despertarte pero no podía—.
—Es que...soñé que te morías—. Las lagrimas empezaban a resbalar sobre mis mejillas.
—Jamás voy a morir pulga, bueno si en un futuro muy lejano—. Que sea muy lejano. —Te prometí que siempre iba a estar para ti recuerda—.
—Yo se pero se sintió tan real esto que temo perderte—.
—Hey hey pulga—. Tomo mi rostro con sus manos. —Veme aquí me tienes estoy completo, todo está bien si—.
—Tengo miedo a que algo te pase—. Solloce.
—No me va a pasar nada si—. Veía sus ojos cristalizarse. —Recuerda yerba mala nunca muere—.
—Andale con piedra—. Me hizo reír entre llanto.
—Ya vamos a dormir mejor—. Asentí.
Él abrió sus brazos y yo me metí sobre ellos como niña chiquita, no supe en qué momento me dormí, porque estar entre sus brazos cálidos hizo que me arrullara nuevamente.
Desperté y aún seguía en los brazos de Jorge.
Me siento segura a lado de él, aveces siento que es mi ángel de la guarda que vino a defenderme de todo el mal qué hay a mi alrededor.Perdí la noción del tiempo mientras lo admiraba dormir, así hasta parece que no mata ninguna mosca y tiene cara de angelito.
Me estire y sin despertar a Jorge tome mi celular de la cómoda.
Quería ver qué hora era, 10:30 de la mañana, mierda las clases hoy iba a ser mi ultimo día yendo en lo que volvía de mi boda.Tenía muchas llamadas de Luis, se le hizo raro que yo no fuera a la escuela.
Quite el brazo de Jorge de mi lado y me levante.
Mi pregunta era de si él no iba a dar clases, lo veo muy relajado.
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De mi
Teen FictionUn empresario con riesgo a quedar en la quiebra, compromete a su hija con un empresario multimillonario, no se soportan para nada pero cuando se dan cuenta lo que en verdad cada uno siente, ahí algo que los separa.